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martes, 8 de mayo de 2012

Mi perro me vuelve loca...

Llevar una mascota a casa de cualquier procedencia implica un contrato con el animal para proveerle comida, agua, refugio, adiestramiento y compañía. El perro está más que deseoso de cumplir con su parte del trato, porque sabe de dónde viene la comida. Los perros han sido compañeros de los humanos por miles de años; junto con los instintos y conductas que lo hacen un canino, cada cachorro nace con una afinidad hacia la vida en una familia humana.

El contrato se pone tirante cuando las expectativas que tienen los humanos sobre el perro difieren de la realidad. Para prevenir problemas, la apuesta del mejor de los propietarios, es considerar que su cachorro o su perro adulto tienen el potencial de ser la compañía perfecta, bajo las circunstancias correctas - y entonces pueden comenzar a orquestar esas circunstancias.

En este punto, no importa si el perro viene de una fábrica de cachorros o de un criador acreditado, de una tienda minorista o de la hermana del jefe o de la hembra que solo tendrá una camada; los dueños deben construir el lazo humano-animal con el perro que ya tienen, no con el que desean tener. Entonces, olvide el pasado. Use el origen del perro para explicar su comportamiento, no como una excusa para ignorar los problemas hasta que sean insuperables. Un cachorro proveniente de una tienda de mascotas puede ser difícil de enseñar a ser limpio en la casa o puede ser hiperactivo, pero una vez que llegó a su casa, es importante que usted entienda como ocuparse de esta conducta. Un Golden retriever criado en el campo o el Springel Spaniel pueden tener una iniciativa de trabajo que lo vuelve loco, pero si el perro es suyo, entonces es SU responsabilidad tratar esta conducta.

Reconociendo el potencial

Cada perro se comporta de acuerdo a su componente genético. Esta tendencia genética puede ser deducida de sus ancentros -raza pura o mestizos- y debe ser adecuado a través de adiestramiento y las oportunidades de comportarse como la naturaleza pretende. En otras palabras, un Basset Hound o un Dachshund puede que no sea un buen compañero de trotes, pero cualquiera de ellos puede ser un encantador perro para la casa, estupendo para paseos en el parque, bueno para rastrear y divertido para que un niño lo lleve a participar en competencias. Por otro lado, un revoltoso Labrador Retriever o un Dálmata puede ser difícil de manejar por un niño y difícil de mantenerlo en el jardín, pero ambos son sensibles al ejercicio diario, un consistente adiestramiento en obediencia y una disciplina firme. El truco es estar alerta a las posibilidades, aún si usted está desanimado a que Toby sea un tornado de energía (casi siempre destructivo) y Snoopy preferiría echarse en el sofá en vez de acompañarlo a practicar bicicleta.

El potencial genético es solo una parte de la fórmula. Cada perro tiene también un potencial de comportamiento; potencial que puede ser moldeado con un adiestramiento firme y consistente. Afortunadamente, los perros son moldeables, ellos pueden ajustar con firmeza y consistencia comenzando hoy, aunque no hayan tenido experiencia alguna en el pasado. El período de ajuste puede ser duro, pero los resultados hacen que valga la pena.

Qué hacer ?

Entonces, ¿cómo traducir todo para tener un perro bien educado que reúna las expectativas familiares? Primero, usted tiene que ajustar un poco esas expectativas para adecuarlas a la personalidad y carácter propio del perro. Luego usted tiene que abordar cada problema seriamente, quizás yendo tan lejos como para hacer una lista de lo primero que hay que tratar y las alternativas para hacerlo.

Por ejemplo, si Boby no ha sido adiestrado para ser limpio en casa y muerde los tobillos, ambos serios problemas, intente una solución que le ayude con las dos conductas. Una jaula puede ayudar. Alimentarlo en la jaula, luego sacarlo a su lugar para hacer sus necesidades. Use una palabra o frase que él aprenderá a asociar con hacer sus necesidades en el sitio correcto, como "al baño" o "haz tu asunto". Cuando él tiene éxito, elógielo y déle un premio especial como trocitos de pollo o queso.

Si él no hace sus necesidades en 5 minutos, llévelo de vuelta adentro y póngalo en su jaula por 10-15 minutos, luego inténtelo otra vez. Nada de juegos hasta que lo logre. No le permita correr por toda la casa hasta que ya esté entrenado en hacer sus necesidades en su sitio.

Cuando él pellizca los tobillos, diga un fuerte "¡NO!" tómelo y póngalo en su jaula por 10 minutos. Si persiste en esa conducta, repita el proceso.

Comience el adiestramiento en obediencia ahora mismo, e insista en que toda la familia participe. Aunque participar en clases de adiestramiento puede ayudar, no siempre es necesario si usted está determinado y tiene un buen libro como ayuda. Carol Lea Benjamin tiene 2 libros escritos para perros rescatados, pero son apropiados para adiestrar a cualquier perro y cuestan baratos. Los títulos son "The chosen puppy" y "Second hand dog" (*ambos disponibles en inglés). El libro de Job Michael Evans, "The evans guide to housebreaking your dog" (*disponible en inglés) también ayuda a construir un lazo con su perro y de esta forma resolver otros problemas de conducta. El libro de Karen Pryor "No lo mates.. enséñale" (disponible en español; titulo en inglés "Don't shoot the dog") da a conocer una nueva tendencia en adiestramiento positivo motivacional, moldeando una conducta deseable más que castigar las conductas indeseables. Puede encontrar docenas de otros libros en librerías, así usted probablemente encontrará uno que reúna sus notas y su filosofía de adiestramiento.

El adiestramiento en obediencia establece efectos sobre el perro y le da la oportunidad de reencauzar su centro. Si Boby responde a "sienta" y "echate", usted puede utilizar estos comandos para calmarlo y evitar que mordisquee los tobillos, que ocurre cuando está agitado. Si "Toby" obedece "sentado-quieto" antes que usted abra la puerta, es menos probable que lo deje afuera después del gato del vecino o la pelota de los niños.

 La hiperactividad

Razas y mestizos con altos niveles de energía pueden ser tan destructivos como dañinos. Pointers, retrievers, perros de caza, terriers, coonhounds y muchas otras razas tienen una firme y psicológica necesidad de estar ocupado. Si usted no les da algún trabajo que hacer, ellos encontrarán uno, y es altamente probable que usted no esté muy contento con eso.

Los perros activos necesitan juguetes, paseos diarios, tiempos de juego, y otras oportunidades para quemar su energía. Frisbees, pelotas de tenis, Buster cubes, juguetes Kong, etc., todos ayudan, tanto como jugar con otros perros. Hacer al perro parte de la vida diaria de la familia ayuda también; en vez de encerrarlo en una jaula o habitación cuando usted atraviesa la puerta, llévelo con usted. Hacerlo parte de las actividades familiares le da algo que hacer y esperar con , lo hará más responsable de una buena conducta.

Cuando usted no puede llevarlo consigo asegúrese que tenga algo de ejercicio antes de dejarlo solo en la casa y que tenga cosas entretenidas por hacer para mantenerlo ocupado cuando usted se va. Un Buster Cube llenado con media taza de comida para perros guardada de su desayuno y un juguete Kong rellenado con pellets o galletas humedecidas con mantequilla de maní o miel, son grandes favoritos. Cada cierto tiempo él sacará la comida de los juguetes, se cansará tanto y se dormirá. Usted volverá a su casa con los muebles intactos, y su perro no temerá verlo llegar por esa puerta.

Si su perro es destructivo, vea de cuantas maneras puede mantener su hogar a salvo. Encerrar al perro, recoger el basurero, poner trampas de ratón bajo una capa de papel de diario en la mesa o el sofá, rocíe las superficies con algo amargo o una mezcla de agua y vainilla, o ponga una reja para niños en las puertas. Si él es muy dañino, vea de cuantas maneras usted se las puede ingeniar para mantener su cordura y comenzar a apreciar su naturaleza cariñosa. Enséñele a echarse en su propia alfombra y quedarse ahí, juegue con él en pequeños esfuerzos varias veces al día, incorpórese a clases de obediencia y competencias para aprovechar su fuerte lazo con un miembro de la familia, o juegue a "esconder la golosina" y "busca el juguete" para mantenerlo ocupado.

 Tranquilidad y paciencia

Cambiar las conductas inapropiadas de una mascota requiere paciencia, persistencia, consistencia, sentido del humor, paciencia y sentido del humor. Y paciencia.

Lo primero que debe arrojar por la ventana es la idea que el perro aprenderá automáticamente lo que usted quiere que aprenda. Deje atrás el mito de que el perro entiende intuitivamente que es lo que quiere decir "no", "sienta" "quieto" "ven aquí" y otras ordenes. El perro puede ser un experto leyendo el lenguaje corporal y como comunicar su estado de ánimo a los humanos y otros perros, pero él no es bilingüe. Canino, el sabe; español, no.

Lo primero que hay que hacer es conectar una acción con una palabra. "Siéntate" para una persona generalmente significa "inclínate y coloca tu trasero en una silla", pero "siéntate" para un perro no significa nada hasta que es conectado con una conducta. Tanto si usted le enseña la conducta primero, como en el adiestramiento con clicker, y luego le agrega la orden, o le enseña la palabra mientras usted guía al perro a la posición, usted todavía tiene que enseñarle y reforzar que "siéntate" SIEMPRE significa "baja tus cuartos traseros hasta el piso". Significa lo mismo en el auto como en el living, lo mismo en el jardín como en la puerta de entrada, lo mismo cuando usted está solo en casa como lo hace cuando tiene invitados a una fiesta.

Cambiando las expectativas

Estudios han mostrado que el fracaso de un perro en reunir las expectativas de sus dueños, pone al animal en un alto riesgo de ser entregado a un refugio canino. Si el perro que usted tiene se vuelve en el perro que usted particularmente no quiere, cambie sus expectativas y así podrá disfrutar sus buenas características y mejorar o ignorar las malas. Si él es tele-adicto y usted quería un compañero de excursión, adquiera otro perro que satisfaga esa necesidad y disfrútelos a ambos. Si él es un alborotador, tiene un carácter activo que ponga a prueba su paciencia, juegue con él, haga su casa a prueba de perros y enséñele algunos modales. Si él es demasiado atrevido o muy tímido o ladra demasiado o es dominante con algunos miembros de la familia, compre un libro o busque la ayuda de un adiestrador. Únase a él, se alegrará de haberlo hecho.
Por: Norma Bennett Woolf