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sábado, 20 de abril de 2013

Los Perros vienen a consolar a Boston

Conoce a Maggie, Addie, Luther, Ruthie, e Isaiah - los cinco Golden Retriever que tratan de ayudar a los ciudadanos de Boston a recuperarse después de los atentados de la maratón.

Cinco perros Golden Retriever se abrieron paso por Boston el Miércoles, visitando algunas de las 176 víctimas del atentado de la maratón del lunes. Maggie, Addie, Luther, Ruthie, e Isaiah, que son perros para consolar, enviados a diversas comunidades por las consecuencias de las tragedias. Están entrenados como perros de servicio, pero se centran en proporcionar apoyo emocional.

"Los perros que trabajan por una o dos o tres horas a la vez, y luego deben asegurarse de darles un descanso," Lizzie Brose, un controlador para el K-9 de perros para consolar, dijo. "Ellos realmente absorben los sentimientos de las personas que los rodean."

Hay alrededor de una docena de perros en el K-9 Parish, que se basa en una iglesia luterana en Chicago. Este no es el único grupo de perros de la comodidad en el país, sino que es el grupo más popular, y el único que má viaja por todo el país. Otros grupos de perros para consolar suelen trabajar a nivel local de las iglesias, hospitales y universidades.

"Es muy sencillo, la interacción no desafiante, sin consecuencias", dijo. "Y si usted ha pasado por un momento difícil, es una maravilla poder tener esto."

Los cinco perros pasaron un tiempo en Newtown, Connecticut, el pasado diciembre. Dos de ellos incluso se quedaron alrededor de forma permanente, llegando a estar cinco días a la semana, los empleados de los reubicados de la Escuela Primaria Sandy Hook. Newtown fue el primer evento de alto perfil de los perros, pero a principios de este mes también fueron a Wadsworth, Illinois, donde un autobús escolar que transportaba 30 niños volcó. (Ninguno de los niños resultó gravemente dañado.)

Después de visitar a los pacientes en el Centro Médico de Tufts el miércoles, los perros estaban estacionados en el porche de la Primera Iglesia Luterana, a un kilómetro de distancia del lugar de la explosión de la maratón. Ellos fueron acariciados y abrazados por decenas de transeúntes.

"Yo vi la explosión, y como cabría estar, yo estaba muy impactado", dijo Nick Holmes, un estudiante de interpretación en el Emerson College. "Pero yo vi ayer online que los perros iban a estar en la iglesia luterana, y como yo me encontraba, 'Yo sé lo que voy estar haciendo después de la clase de mañana." Porque necesito esto. "

Por: Jessica Testa – Trad: Erik Farina, Psicólogo Canino