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jueves, 1 de diciembre de 2011
Cómo cuidar a tu perro con la llegada del frío
Este año no está siendo muy normal en cuanto a las condiciones atmosféricas, ya que la lluvia tardó en aparecer y el frío parece que se resiste a llegar. Sin embargo, aunque tarde, seguro que llega, por lo que vamos a repasar las necesidades de nuestros perros cuando las temperaturas ambientales descienden.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que cualquier animal va a necesitar más cantidad de energía para mantener su temperatura corporal, lo cual es muy acusado en los perros que viven en el exterior. No obstante, como la mayoría vive dentro del hogar, esto no significa que debamos aumentar su ración, ya que no gastarán el aporte extra de calorías y corren el riesgo de aumentar de peso. Por ello, nuestro perro debe seguir con su dieta habitual, a no ser que el veterinario nos indique lo contrario.
A pesar de que el frío llega para todos, existen varios grupos de población canina que son muy sensibles a él. El primero de ellos está compuesto por los cachorros, ya que su sistema inmunitario no cuenta con la madurez suficiente para defenderse; el segundo, el que forman los perros mayores de 8 años, que además de tener unas defensas algo mermadas no es raro que tengan alguna enfermedad articular; el tercero, el de los ejemplares cuyo manto no les proporciona suficiente abrigo; y el cuarto, pero no por ello menos importante, el de los ejemplares enfermos, sean jóvenes o viejos...
En cuanto al cuidado de los cachorros, no es común que se pasen por alto sus necesidades, tampoco a este respecto, por lo que no vamos a incidir sobre ello.
Respecto a la población canina con el pelo muy corto y sin lana protectora están algunas de pequeño tamaño, por ejemplo, el Chihuahua o el Pinscher Miniatura, pero también las hay de mayor tamaño, como el Dálmata y el Dobermann, entre otras, por lo que en todos ellos hay que valorar en su justa medida la conveniencia de utilizar una prenda de abrigo cuando salen de paseo. Aunque no se trata del mismo tipo de perro, también hay que prestar especial atención a todos aquellos que son rasurados a principios de verano y que con frecuencia no tienen desarrollado todo su manto cuando llegan estas fechas.
En cuanto a los perros enfermos, las dolencias que empeoran con la llegada del frío son las que afectan al aparato locomotor, por ejemplo, la artritis y la artrosis, especialmente en cuanto al aumento del dolor. Por ello, muchos perros no aceptan de buen grado las salidas, ya que este ejercicio les supone un sufrimiento adicional. Por ello, si tu perro padece algún tipo de enfermedad consulta con tu veterinario las medidas a tomar.
Si a pesar de los cuidados nuestro perro acaba resfriado, lo que sabremos por los síntomas (estornudos, mucosidad nasal, ojos llorosos y comportamiento algo apático), acudiremos al veterinario. Esto es muy importante, ya que un resfriado puede agravarse y afectar a las vías respiratorias bajas, los pulmones, lo que es bastante más complicado de tratar.
Finalmente, si accidentalmente un perro acaba experimentando una hipotermia, lo primero que se debe hacer es abrigarlo, facilitarle una fuente de calor adicional (son suficientes unas bolsas de agua caliente) y frotarle el cuerpo enérgicamente. Por supuesto, en caso necesario, no hay que dudar en llevarlo al veterinario inmediatamente.