Las operaciones de deslinde consisten en el procedimiento administrativo a través del cual, se definen los límites de la vía pecuaria, que eviten intrusiones u ocupaciones indebidas y determinen los colindantes que afectan a la vía. Una vez aprobado el deslinde, a través del amojonamiento, se determinan físicamente dichos límites y se señalan las vías, con carácter permanente, con mojones de granito. Estos trabajos se enmarcan en el proyecto de puesta en valor de los más de 7.000 kilómetros de vías pecuarias que hay en Extremadura. El objetivo consiste en recuperar estos pasos tradicionales del ganado para hacerlos transitables para la práctica de la trashumancia y con posibilidades, además, de la reutilización como soporte en el desarrollo de otras actividades complementarias y compatibles con la labor agroganadera, relacionadas con el turismo, el ocio y tiempo libre, el deporte y la naturaleza, que las dinamicen y las mantengan vivas. El Ejecutivo insiste en que estos trabajos suponen una apuesta por iniciativas con un alto potencial para la promoción de actividades tradicionales, el desarrollo de actividades socioeconómicas como el turismo de naturaleza y el patrimonio cultural, que favorezcan la fijación de población en las zonas rurales.