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sábado, 24 de diciembre de 2011

Hipoterapia contra dolencias.

Aprender divirtiéndose es la clave para muchas personas pero cierto es que hay muchas formas de hacerlo: bien con los juegos y enseñanzas de toda la vida o bien buscando alternativas que fomenten la implicación de los más pequeños, sobre todo de aquellos que cuentan con algún tipo de discapacidad. Basado en esta última premisa nace la terapia con caballos. Al aire libre, en un entorno inmejorable para la práctica de este tipo de terapias aprenden y desarrollan sus capacidades. Todavía son pocos los centros terapéuticos que usan esta técnica, más conocida en el resto de Europa, pero sus virtudes empiezan a ser más populares. Usando al corcel como herramienta, los terapeutas (que son psicólogos, fisioterapeutas y monitores ecuestres especializados) consiguen implicar al niño hasta el punto que logran aumentar tanto las capacidades físicas como psicológicas.
«El caballo no cura sino que lo usamos como una instrumento rehabilitador y motivador. Son caballos preparados capaces de, además de generar calor que mejora el bienestar del paciente, llevar a cabo 110 movimientos por minuto de una forma tridimensional. Esta combinación de ritmos, calor y la postura del paciente son los que le estimulan y movilizan consiguiendo estímulos que recorren toda su anatomía y tratan aquellas partes tanto físicas como mentales que interesan mejorar», indica Paco Navarro, director de la Asociación de Profesionales de Terapias con Caballos. Siguiendo el hilo argumentativo de Navarro se explica Joan Vives, director de la Escoleta de hipoterapia Els Aurons-Castelló quien explica que: «Cuando los pacientes acuden a estos centros lo primero que se les hace es una evaluación detectando las fortalezas o debilidades de cada uno de ellos para luego trazar y diseñar el trabajo a realizar. Cabe recordar que los animales son catalizadores el trabajo realmente lo hace el terapeuta pero se apoya en los caballos, por ejemplo, para facilitar que el paciente este inmerso en la terapia. Existen diversos tipos de terapias asistidas con equinos y con otros animales como delfines o animales de compañía».
Beneficios
Múltiples son los beneficios que se desprenden de evitar hacer las terapias en los centros al uso. Lo primero es que se evita el síndrome de la 'bata blanca', fobia al médico que provoca una subida de tensión, ya que le proporcionas al paciente un entorno bucólico en el que se olvida que lo que está realizando es una terapia y, por lo tanto, al estar más cómodo saca más provecho de este tiempo. En cuanto a los beneficios físicos cabe mencionar la regulación del tono muscular, se mejora el equilibrio, la postura y la coordinación, aumento la fuerza y resistencia, mejora de la destreza motora, entre otros. También hay que añadir a la lista múltiples beneficios psicológicos como son el aumento de la autonomía y el autocontrol, se estimula la comunicación y las relaciones sociales, mejora la expresión verbal aumentando su vocabulario, aumenta la autoestima y la autoconfianza, potencia la atención y la concentración o mejora la memorización entre otros.
Distintas terapias
Diversas son las terapias que se pueden desarrollar con caballos pero, por ejemplo, en la Asociación de Profesionales de Terapias con Caballos, cuyo centro se encuentra en El Saler, basan su programa en la Hipoterapia que es un tratamiento fisioterapéutico individual basado en la neurofisiológica, y realizado sobre el caballo como herramienta de trabajo. Otra es la equitación terapéutica basada en intervenciones psicológicas individuales. Por su parte en la equitación adaptada la actividad es utilizada como deporte con las adaptaciones necesarias para llevar a cabo el tratamiento y, por último, el volteo y juegos terapéuticos que son la realización de ejercicios terapéuticos sobre el caballo con este parado o en marcha.