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lunes, 19 de diciembre de 2011

Perros sordos


¿Sabías que todos los perros nacen sordos y ciegos? 

Recién nacidos entre los nueve y los catorce días de edad, el animal comienza a abrir sus oídos y sus ojos y a utilizar, poco a poco, estos sentidos. Algunos perros, sin embargo, no logran desarrollar la audición en ningún momento o pierden esta capacidad con el paso del tiempo. Lo mismo que puede ocurrir en el caso de los seres humanos o de otros animales.
Es importante saber que un perro sordo puede entablar la misma relación con las personas que un can con su sentido auditivo en funcionamiento. La sordera no influye en su sociabilidad ni en su inteligencia: sólo debemos aprender a llamar su atención con estímulos no auditivos.

Los perros sordos, por lo tanto, no son agresivos por naturaleza ni incapaces de entender una orden. Pueden exhibir, claro, los mismos problemas de conducta que cualquier otra mascota. Pero la sordera no los convierte en ejemplares peligrosos ni mucho menos.
La mayoría de los perros sordos acarrea este trastorno desde su nacimiento por causas congénitas. Otros pueden quedarse sordos por una infección, una lesión traumática o, simplemente, por su avanzada edad. Todos, en mayor o menor medida de acuerdo a sus capacidades, pueden comunicarse con las personas más allá de su sordera.

Ante la sospecha de sordera en un perro, es posible comprobar esta condición de varias maneras. Lo más sencillo es hacer un ruido fuerte cuando la mascota duerme. También se puede hacer sonar su plato de comida cuando no esté mirando. Al realizar estos experimentos varias veces y no obtener reacción por parte del animal, lo más probable es que esté sordo.

¿Cómo actuar con él? 

Sólo hay que tener en cuenta algunos detalles, como acercarse siempre por delante para que pueda vernos. Si está dormido, debemos permitir que nos huela antes de intentar despertarlo con una caricia, para evitar que se sobresalte. También podemos llamarlo con golpes en el suelo para emitir vibraciones que el perro pueda percibir. Cabe destacar, por otra parte, que estas mascotas pueden aprender unas cincuenta señas diferentes, por lo que es posible comunicarse con ellas a través del lenguaje gestual.