Una animada jornada de competición puso fin en el club SEK de Madrid al XIX Trofeo Infanta Elena, en disputa desde el sábado. Ócar Le Gal con “Moustique”, Noelia González Martín con “Pipo”, Carmen Llacer con “Luciano”, Aitor Figueroa con “Ezzadin” y Castora Ortiz con “Illico Presto” se proclamaron vencedores en Ponis desde A hasta GP.
Las finales se disputaron en una única pista, una de las características de la edición de este año, algo que ha sido posible por el número de inscritos, menor que otros años, así como por el cambio horario, con horas de luz suficientes, lo que sin duda ha redundado en la calidad del concurso con satisfacción en todos los niveles.
Después de la prueba de A2, otra novedad de este año y en la que venció Rodrigo Tornos con “Topolina”, se disputó la Final de Ponis A. A la misma habían accedido binomios con cuatro puntos, lo que también ocurrió en Ponis B y C, pero de los quince ceros diez accedieron al desempate. Allí, el más rápido fue con claridad el madrileño de El Madroño (Brunete) Óscar Le Gal, ganador con “Moustique” por delante de Isabella Tomás con “Ficelle” y Lucía Pazos con “Pía”.
En Ponis B también eran quince los binomios con cero puntos acumulados, de los que once pasaron al barrage. Carla Fernández Figares marcó un muy buen cero con “Fleurasie”, que también metió a su hermana Inés en el desempate, pero cuando llegó el turno de Noelia González y “Pipo” la vallistoletana, que llegó a “perderse” durante el recorrido de la tercera manga, demostró su gen competitivo batiendo por más de medio segundo a la de La Moraleja. Tercero concluyó el también madrileño Rodrigo Fernández Sánchez sobre “Polka”, binomio dirigido ahora por Marta Testor.
En Ponis C se repitió la historia, con casi veinte aspirantes con cero puntos y un desempate con diez. Natalia Roteda marcó la primera buena referencia con “Aparta van D’Hoeve”, pero fue claramente batida por Carmen Llacer con “Luciano”. La de La Finca aventajó en casi dos segundos a su rival, con un ritmo al que no logró acercarse ninguno de los demás participantes e imponiéndose con claridad. El último binomio en pista, Mariona Sarah Bessis con “Maartjee”, sí logró al menos batir a Roteda por dos escasas décimas, llevando la alegría a su familia y a toda la animosa expedición del Open barcelonés.
Casi veinte binomios salieron a pista en Ponis D, con puntuaciones muy diversas pero con los nueve primeros en cinco puntos escasos –siete en un derribo-. Pero el recorrido, de once obstáculos y catorce esfuerzos de exigencia técnica pero sin aparentes grandes problemas, resultó insalvable para casi todos lo binomios: de hecho, hubo dos ceros y otros tres con un derribo. Llegados a los binomios con opciones, la madrileña Paula Martín, con cuatro puntos, finalizó con otro derribo sobre el ambicioso “Quetsche de la Selune”, situándose en cabeza. Fue luego el turno de Íñigo Sánchez con “Tinker”, con un punto, pero el de Laukiniz resultó eliminado perdiendo sus opciones, al contrario que Aitor Figueroa y “Ezzadin”: el alumno de Rubén Gómez, uno de los dos binomios en cero, logró un recorrido limpio –lo que sólo repitió Marcos Luis Ortega con “Stormy McGarry”- que puso mucha presión en el otro cero, el de José Luis Torres con “Boneca II”. El extremeño sufrió sobre una poni difícil, que estuvo a punto de llevarlo al suelo en varias ocasiones, pero tras superar milagrosamente el triple cometió un derribo en el antepenúltimo fondo que lo hizo terminar con cuatro puntos. Buen concurso, de todos modos, del de la S.H. Lebrera.
Por último, solo había tres binomios en Ponis DGP, dos con opciones reales: tras Patricia Miret con “Bob Impecunious”, Miguel Redonnet llevaba un derribo con “Nikki de Montmain” por cero de Castora Ortiz con “Illico Presto”. El madrileño, en su primer concurso importante en este nivel, hizo un buen recorrido para sumar ocho puntos más, lo que les dejó satisfechos con este poni que la familia tiene desde hace casi seis años y que prácticamente ha puesto su hermana Paloma. Castora tenía todo a su favor para lograr el triunfo y lo hizo, pero sufriendo más de la cuenta: por un momento, se pensó en lo ocurrido hace un año contra Álvaro Mateos, al derribar los dos primeros elementos del triple y quedarse sin margen de error, pero consiguió terminar sin más penalización.
La proclamación de vencedores puso fin al trofeo, bien organizado por el club SEK con la siempre eficiente labor de Secretarías Ecuestres.
Las finales se disputaron en una única pista, una de las características de la edición de este año, algo que ha sido posible por el número de inscritos, menor que otros años, así como por el cambio horario, con horas de luz suficientes, lo que sin duda ha redundado en la calidad del concurso con satisfacción en todos los niveles.
Después de la prueba de A2, otra novedad de este año y en la que venció Rodrigo Tornos con “Topolina”, se disputó la Final de Ponis A. A la misma habían accedido binomios con cuatro puntos, lo que también ocurrió en Ponis B y C, pero de los quince ceros diez accedieron al desempate. Allí, el más rápido fue con claridad el madrileño de El Madroño (Brunete) Óscar Le Gal, ganador con “Moustique” por delante de Isabella Tomás con “Ficelle” y Lucía Pazos con “Pía”.
En Ponis B también eran quince los binomios con cero puntos acumulados, de los que once pasaron al barrage. Carla Fernández Figares marcó un muy buen cero con “Fleurasie”, que también metió a su hermana Inés en el desempate, pero cuando llegó el turno de Noelia González y “Pipo” la vallistoletana, que llegó a “perderse” durante el recorrido de la tercera manga, demostró su gen competitivo batiendo por más de medio segundo a la de La Moraleja. Tercero concluyó el también madrileño Rodrigo Fernández Sánchez sobre “Polka”, binomio dirigido ahora por Marta Testor.
En Ponis C se repitió la historia, con casi veinte aspirantes con cero puntos y un desempate con diez. Natalia Roteda marcó la primera buena referencia con “Aparta van D’Hoeve”, pero fue claramente batida por Carmen Llacer con “Luciano”. La de La Finca aventajó en casi dos segundos a su rival, con un ritmo al que no logró acercarse ninguno de los demás participantes e imponiéndose con claridad. El último binomio en pista, Mariona Sarah Bessis con “Maartjee”, sí logró al menos batir a Roteda por dos escasas décimas, llevando la alegría a su familia y a toda la animosa expedición del Open barcelonés.
Casi veinte binomios salieron a pista en Ponis D, con puntuaciones muy diversas pero con los nueve primeros en cinco puntos escasos –siete en un derribo-. Pero el recorrido, de once obstáculos y catorce esfuerzos de exigencia técnica pero sin aparentes grandes problemas, resultó insalvable para casi todos lo binomios: de hecho, hubo dos ceros y otros tres con un derribo. Llegados a los binomios con opciones, la madrileña Paula Martín, con cuatro puntos, finalizó con otro derribo sobre el ambicioso “Quetsche de la Selune”, situándose en cabeza. Fue luego el turno de Íñigo Sánchez con “Tinker”, con un punto, pero el de Laukiniz resultó eliminado perdiendo sus opciones, al contrario que Aitor Figueroa y “Ezzadin”: el alumno de Rubén Gómez, uno de los dos binomios en cero, logró un recorrido limpio –lo que sólo repitió Marcos Luis Ortega con “Stormy McGarry”- que puso mucha presión en el otro cero, el de José Luis Torres con “Boneca II”. El extremeño sufrió sobre una poni difícil, que estuvo a punto de llevarlo al suelo en varias ocasiones, pero tras superar milagrosamente el triple cometió un derribo en el antepenúltimo fondo que lo hizo terminar con cuatro puntos. Buen concurso, de todos modos, del de la S.H. Lebrera.
Por último, solo había tres binomios en Ponis DGP, dos con opciones reales: tras Patricia Miret con “Bob Impecunious”, Miguel Redonnet llevaba un derribo con “Nikki de Montmain” por cero de Castora Ortiz con “Illico Presto”. El madrileño, en su primer concurso importante en este nivel, hizo un buen recorrido para sumar ocho puntos más, lo que les dejó satisfechos con este poni que la familia tiene desde hace casi seis años y que prácticamente ha puesto su hermana Paloma. Castora tenía todo a su favor para lograr el triunfo y lo hizo, pero sufriendo más de la cuenta: por un momento, se pensó en lo ocurrido hace un año contra Álvaro Mateos, al derribar los dos primeros elementos del triple y quedarse sin margen de error, pero consiguió terminar sin más penalización.
La proclamación de vencedores puso fin al trofeo, bien organizado por el club SEK con la siempre eficiente labor de Secretarías Ecuestres.