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viernes, 8 de junio de 2012

El Perro y el Hombre: La lucha contra el cáncer


Los perros, sorprendentemente, retienen similitudes fisiológicas y genéticas de los seres humanos. Los perros y los seres humanos también comparten un entorno común y sufren las mismas enfermedades, como el cáncer. En muchos casos, estudiando el cáncer de perro puede conducir a avances en el tratamiento del cáncer humano.

Un Golpe beneficioso con el Golden Retriever

Tomemos, por ejemplo, el Golden Retriever, con un riesgo de linfoma en los Estados Unidos de 1:8. Los investigadores veterinarios colaborando y golpeando en la "investigación de oro", cuando se encontraron con una deleción en el cromosoma canino en un alto porcentaje de perros Golden Retriever con linfoma de células B. La supresión se encontró el mismo con menos frecuencia en otras razas con linfoma.

Debido a las anormalidades genéticas en los cánceres humanos estas son difíciles de precisar, los estudios como éste ayudan a identificar las anomalías genéticas como objetivo en futuros estudios en humanos con un linfoma. Un estudio más reciente utilizó un reordenamiento de los cromosomas virtuales de Golden Retriever y otras razas para que coincida con la distribución de genes en los cromosomas humanos e identificaron los cromosomas humanos 8 y 21 como áreas de estudio para avanzar en el conocimiento y el tratamiento de linfoma humano.

 La investigación de este calibre requiere múltiples investigadores, cada uno contribuyendo a la labor de su propia área de experiencia. Para ayudar a descifrar esta información, hablé con mi amigo y uno de los investigadores, el Dr. Jaime Modiano.

Él dice: "Si, a nivel molecular, nos fijamos en el linfoma de perros haciendo de cuenta que es el linfoma humano, la genética son más simples y se hace más fácil para encontrar anormalidades pertinentes. 

Las anormalidades moleculares se destacan en el perro debido a la complejidad reducida del genoma en perros consanguíneas, de pura raza en comparación con el complejo genoma humano."

Los Perros dirigen a los investigadores en el camino hacia el éxito.

El osteosarcoma, el tumor óseo más frecuente en los seres humanos y perros, es una enfermedad devastadora. El 80% de los niños con osteosarcoma viven más de cinco años y para los perros el número es menor: sólo el 20% de los perros sobreviven más de dos años. 

Las similitudes de la enfermedad entre los seres humanos y los perros hacen que el osteosarcoma sea una enfermedad importante para estudiar. Ya los estudios en perros han contribuido a los avances en cirugías para salvar las extremidades y la mejora de los protocolos de la quimioterapia en los niños y en los perros.

 Al igual que con el linfoma, los investigadores veterinarios colaboran para estudiar los perros con osteosarcoma porque la diversidad genética de los perros es más estrecha en comparación con los seres humanos, esto hace que la identificación de anormalidades genéticas un poco más simple. En un estudio, los genes asociados con la proliferación celular, resistencia a los medicamentos, y la metástasis, se encontró que se enciende a un ritmo mayor en los perros que sucumben a principios de osteosarcoma, en comparación con los perros que disfrutan de una vida libre ya de cáncer.

Las mutaciones genéticas llevan a la proliferación del tumor, que a menudo son similares en los cánceres humanos y caninos. Otro grupo de colaboración de investigación veterinaria ha investigado las similitudes entre los genes humanos y caninos en el osteosarcoma.

En primer lugar, los perros de razas como el Rottweiler y el Golden Retriever, que se encuentran en alto riesgo de osteosarcoma, fueron estudiados. Las muestras tumorales fueron analizadas para identificar qué genes fueron activados en los tumores.

 Este análisis dividió a los perros en dos grupos, basándose en la vuelta en los genes, que se encuentra con una diferencia marcada en el resultado entre los dos grupos. Cuando los mismos genes en los niños con osteosarcoma se analizaron, de nuevo dos grupos con diferencias marcadas en los resultados se identificaron. Ahora, los investigadores pueden centrarse en apagar los genes y el desarrollo de fármacos para bloquear los efectos de los genes.

Dra. Ann Hohenhaus, DVM