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viernes, 2 de agosto de 2013

Cómo detectar un golpe de calor en los perros

Cuando nos apresuramos hacia la comodidad del aire acondicionado en los días calurosos, no debemos olvidar a nuestras mascotas y su sensibilidad al calor, no sólo por su comodidad, sino por su salud. 

El golpe de calor es un padecimiento muy grave y a menudo mortal que se produce cuando los mecanismos de enfriamiento de un animal no pueden seguir el ritmo, y la temperatura corporal se eleva más allá de los 40 a 41 grados. Las células y las proteínas en el cuerpo son sensibles al exceso de calor y el daño puede conducir a una insuficiencia renal, daño cerebral, arritmias cardíacas, insuficiencia hepática, daño muscular, inflamación sistémica y la coagulación excesiva de la sangre.

Dado que los animales no sudan (excepto en menor grado a través de sus patas), no toleran las altas temperaturas ambientales, así como lo hacen los humanos. Los Perros dependen de estar jadeando para intercambiar el aire caliente para el aire fresco. Cuando la temperatura está cerca a la temperatura corporal, el enfriamiento por jadeo no es un proceso eficiente. Los gatos difieren de los perros en que los gatos que están con la boca abierta para respirar o al jadear están mostrando señales de estrés grave y necesita atención veterinaria inmediata. Estar Jadeante no es un signo de un gato que esté tratando de enfriarse.

Las situaciones más comunes que pueden establecer las bases para un golpe de calor en los animales son:

Haberlo dejado en un coche cuando hace calor, incluso con las ventanas abiertas y en la sombra.


El ejercicio vigoroso en climas cálidos y húmedos.


Si sufre de una enfermedad cardíaca o pulmonar que interfiere con la respiración eficiente.


Aquejado de una fiebre alta o convulsiones.


Estar confinado en superficies de hormigón o asfalto.


Estar confinado sin sombra y agua fresca cuando hace calor.


Tener un historial de golpes de calor.

El golpe de calor

Los síntomas

Los signos del golpe de calor incluyen jadeo excesivo o dificultad para respirar, encías rojas brillantes, letargo, cambios de comportamiento, temblores musculares, hematomas, disminución de la orina, heces con sangre, vómito, pérdida del conocimiento, etc...

El tratamiento

Las medidas de emergencia para enfriar al animal debe comenzar de inmediato. Mueva el perro fuera de la fuente de calor, preferentemente en un lugar con aire acondicionado, y llame a su veterinario inmediatamente para avisar de la situación. El éxito del tratamiento para la mayoría de los animales con un golpe de calor requiere en una atención de emergencia intensiva en una clínica veterinaria. La mayoría de los animales afectados requerirán hospitalización y cuidados intensivos durante al menos 24 horas, hasta que la temperatura y los signos clínicos se estabilizan.

En el camino a la clínica veterinaria, los dueños de las mascotas pueden ayudar mediante la pulverización del animal con agua fría, con refrigeración por convección con ventiladores o toallitas de refrigeración y el uso de la refrigeración por evaporación con isopropílico (para fricciones) alcohol en las almohadillas de las patas. Los animales no deben ser sumergidos en hielo o agua helada. El enfriamiento un animal en hipertermia demasiado rápido puede astringir los vasos sanguíneos (vasoconstricción periférica), lo que hará más difícil que se enfríe.


La prevención

Algunas formas de ayudar a proteger a su mascota en los días calurosos incluyen limitar el ejercicio durante las horas más calurosas del día, hacer ejercicio en las frías horas de la madrugada, proporcionando sombra y agua fresca y limpia en todo momento y nunca dejar a un animal en un coche cuando se está a 25 grados fuera, aunque sólo sea por unos minutos.

El reconocimiento y tratamiento del golpe de calor temprano puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Así que si usted piensa que su animal está sufriendo un golpe de calor, llame a su veterinario para obtener más información acerca del mejor plan de tratamiento.

Por: Kathy Gagliardi Centennial Valley Animal Hospital

Copyright © Por: Erik Farina, Psicólogo Canino y Adiestrador Profesional