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jueves, 23 de enero de 2020

Inestabilidad Articular del Hombro

Shiva

Os presentamos a Shiva, una Boxer que es paciente del Centro Veterinario Leuka y que presenta una Inestabilidad Articular del Hombro Izquierdo. 

Se le realiza una implantación de pequeñas partículas de Oro para aliviar el dolor y bajar la inflamación de por vida.

Por precaución y para que tenga una mejor movilidad, se le realizan implantes de oro en el hombro derecho.

Las fotos de Shiva son dos minutos después de su intervención en la realización de implantarle el oro en sus dos hombros. Salen andando y saludables, pueden caminar tranquilamente y después de unos días estará jugando como si nada.

En las fotos de su radiografía se puede apreciar los puntos de oro implantados en su hombro, son los puntos blancos que se aprecian al rededor del hombro.

La operación de los implantes de oro la realizó el prestigioso traumatólogo veterinario el Dr. José Riolobos Anglés. 

Shiva

La articulación del hombro es esferoidea, permitiendo así un amplio rango de movimientos, principalmente de flexión y extensión, pero también de abducción y aducción. En dicha articulación, la cabeza del húmero articula con la cavidad glenoidea de la escápula. Así, la estabilidad depende de un conjunto de estructuras que agrupamos en mecanismos activos y mecanismos pasivos. En cuanto a los pasivos, estos los configuran básicamente los ligamentos glenohumerales medial y lateral, la cápsula articular, el ligamento subescapular y el reducido contenido de líquido articular. 

Referente a los mecanismos activos, estos los conforman la combinación de las estructuras anteriormente mencionadas (mecanismos pasivos) juntamente con los músculos bíceps, subescapular, infraespinoso y redondo menor. Estos, al contraerse, permiten estabilizar la articulación del hombro, ya que sitúan la cabeza humeral dentro de la cavidad glenoidea.


Existe poca documentación acerca la etiología de la inestabilidad de hombro, y son descritas desde traumas severos a microtraumas repetidos como factores que ocasionan esta inestabilidad. Para diagnosticar esta patología, se darán los siguientes signos clínicos: En primer lugar, el cliente nos indicará que existe en su perro una cojera presente des de hace tiempo, aunque puede presentarse solamente después de un ejercicio intenso. En segundo lugar, en una exploración bajo sedación, determinaremos también dolor a la palpación y extensión del hombro, así como posiblemente atrofia de grado variable de los músculos que conforman el hombro. 


Por otro lado, realizaremos también los tests de estabilidad craneocaudal y el de abducción/aducción, comparando con la extremidad contralateral los resultados. También realizaremos pruebas radiológicas normales y bajo estrés, aunque no siempre nos serán de gran utilidad. Generalmente, en ellas, apreciaremos señales de osteoartrosis y, en algunos casos, signos de calcificación del tendón del bíceps o del supraespinoso. Una artrocentesis nos ayudará también en el diagnóstco. Mediante el conjunto de todas estas pruebas, podremos establecer si se trata de un proceso intraarticular o periarticular. Si es intraarticular, exploraremos dicha articulación mediante artroscopia. Los principales hallazgos artroscópicos cuando existe inestabilidad serán sinovitis, tendinitis de bíceps, lesiones de los ligamentos colaterales, del tendón subescapular y del labrum.


Atículo relacionado: Los Implantes de Oro en la Veterinaria


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

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