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martes, 23 de julio de 2013

La Importancia de Jugar con tu Perro

Erik Farina año 2000
Hay un dicho muy común “La familia que juega unida permanece unida” esta frase muy bien pudo inspirarse en las relaciones que unen a un perro con su propietario. El juego está en la base de una relación sana entre ambos. Jugar juntos puede incrementar el entendimiento y el respeto entre ambos, y ayuda a mantener a los perros bajo control.

A pesar de ello, pocos propietarios sacan verdadero partido el juego. De hecho, ni siquiera enseñan a sus perros a jugar como es debido: divirtiéndose mucho, pero siempre bajo control. Algunos piensan que jugar con el perro significa ponerse a cuatro patas y revolcarse con él; seguramente ambos disfrutarán mucho, pero para el perro tal vez no sea precisamente educativa esta actitud.

Los perros utilizan el juego para practicar las normas sociales que rigen en la vida real. Revolcarse con ellos puede ser sumamente divertido, pero les enseña a saltar sobre la gente que está tendida en el suelo. Imagine qué pasaría si un niño se cayese de un columpio y su perro se lanzase al instante sobre él. No hay que permitir que aprendan jugando conductas que serían malinterpretadas en otro contexto o cuando usted no esté presente para controlar al perro.

Los Problemas con los Juguetes

Utilizar juguetes es una excelente forma de divertirse jugando, pero manteniendo al perro al mismo tiempo bajo control. No obstante, algunos propietarios tiene problemas para utilizarlos por dos motivos muy diferentes entre sí:que su perro no se interesa en absoluto por ellos o que se interesa tanto que, sencillamente no se lo devuelve.

Los juguetes pueden no interesar a un perro debido a su raza o debido a experiencias del pasado. Los Chiguaguas, por ejemplo, carecen del instinto que hace a otros perros perseguir los objetos lanzados por su propietario y traérselos de vuelta.

Erik Farina Año 1994
Por otra parte, hasta un cobrador nato como el Labrador Retriever puede rechazarlos si las malas experiencias le han enseñado a asociarlos con dolor físico o reprimendas.

La obsesión por los juguetes es un problema mucho más frecuente. Ocurre a menudo cuando un perro ha descubierto que su buena forma física le permite vencer a su propietario: hacerse con el juguete lanzado puede ser divertido, pero quedarse con él y no devolverlo por mucho que se lo pida..bueno, eso sí es una experiencia formidable.

No caiga en la tentación de aceptar este comportamiento, porque corregirlo mejorará sus relaciones con el perro. Conviene insistir para poder disfrutar de largas horas de juego sano, con distintos juguetes.

Enseñarle a Jugar

Es relativamente fácil enseñar a un perro a jugar con juguetes.

-Elija un juguete especialmente atractivo para un perro, como un muñeco de trapo o de tela de saco.

-Déjelo en el suelo o agítalo en el aire en frente del perro. Normalmente éste se acercará de inmediato a olfatearlo.

-En cuanto el perro toque el objeto, emita el signo de aprobación elegido o haga sonar un clicker y ofrézcale una golosina.

-Repita este ejercicio hasta que el perro toque el juguete con el morro para obtener el signo de aprobación y el premio.

-Ahora, espere. Cuando el perro descubra que tocarlo no sirve ya para obtener la aprobación y la recompensa, probablemente pruebe a hacer algo más explícito, como agarrarlo con la boca. Tenga paciencia. En cuanto lo agarre con la boca, signo de aprobación y premio.

Erik Farina año 1994
El Cobrar los Juguetes para usted.

Tal vez su perro sepa ya lo divertido que es perseguir y dar caza a los juguetes, pero prefiere quedárselos para él solo en vez de traérselos a usted.

En ese caso puede recurrir a un truco de magia infalible: el del juguete doble.En primer lugar debe comprar dos juguetes idénticos que atraigan mucho a su perro.

-Lleve los dos al jardín o al parque. Arroje uno y deje al perro jugar con él durante un par de minutos. A continuación, llámalo. Si no vuelve con el juguete, tome el otro y lánzalo hacia arriba en el aire repetidas veces haciendo mucho ruido pero sin prestar atención al perro.

-Normalmente los perros acuden de inmediato a ver qué pasa, dejando caer el otro juguete. En cuanto llegue a donde usted está, emita su señal de aprobación, y a continuación lance el segundo juguete. Recoja entonces el primero y repita el ejercicio. Así siempre estará usted en posesión de uno de los dos juguetes.

-Sea cada vez más exigente con el perro antes de emitir la señal de aprobación y lanzar el juguete que tiene usted en su poder. Puede empezar por pedirle que deje caer el juguete en sus pies, o que lo acerque a su mano sin soltarlo, como condición para tomar y lanzar el segundo.

Su perro no tardará mucho en cobrar los juguetes para usted y entregárselos de buena gana.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

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