La Thelaziosis es conocida como el “gusano oriental del ojo” y la causa un nematodo espirúrido perteneciente al género Thelazia, transmitido por una mosca macho no chupadora “la mosca de la fruta” al alimentarse de las secreciones conjuntivales de los mamíferos, haciendo de hospedador intermediario. Los nematodos espiruridos del género Thelazia son principalmente parásitos veterinarios, pero ocasionalmente pueden infectar a los seres humanos. La mayoría de las infecciones zoonóticas involucran a T. callipaeda (el gusano oriental del ojo). T. californiensis (el gusano ocular de California) y T. gulosa (el gusano ocular del ganado) son agentes causales menos comunes. El llamado gusano ocular Thelazia callipaeda es un parásito emergente que se extiende por Europa. La prevención eficaz es esencial para mantener sanos a las mascotas, y a los seres humanos, y ser consciente de los riesgos es el primer paso hacia la seguridad.
¿Qué es Thelaziosis?
Es una enfermedad causada por un gusano. En realidad, una infestación por una pequeña lombriz blanca llamada Thelazia callipaeda que vive en la superficie de los ojos – generalmente debajo del tercer párpado – de carnívoros domésticos y salvajes como perros, gatos, zorros, así como otros mamíferos, como conejos. Este gusano ocular causa conjuntivitis y queratitis (inflamación de la córnea). Las úlceras corneales, la perforación y la ceguera también pueden presentarse de formas distintas y graves.
Los signos oculares más frecuentes observados en perros infestados incluyen conjuntivitis, epífora (lagrimeo excesivo), prurito, exudación purulenta y blefaroespasmo (cierre involuntario de los ojos).
¿Por qué va en aumento?
Durante décadas, la distribución de estos gusanos oculares se ha limitado a Asia y la antigua Unión Soviética. Sin embargo, el parásito se está extendiendo por todo el continente europeo debido a los perros infestados que viajan hacia / desde regiones endémicas, y al huésped intermedio del gusano, una mosca de la fruta que podemos encontrar en nuestros jardines. Estas moscas portan y transmiten el parásito, lo que hace que las reinfestaciones sean comunes. Indican como primeras zonas de aparición de la enfermedad en España en: Extremadura (Comarca de la Vera, Valle del Jerte zona limitante con Ávila), Orense y Salamanca, aunque continua extendiéndose. Madrid es una zona de muy alto riesgo y peligro de trasmitirse en los perros.
¿Representa algún riesgo para los humanos?
Este parásito no solo infesta a los animales de compañía, sino que también tiene un potencial zoonótico. Los seres humanos pueden estar infestados a través del mismo huésped intermedio y de la misma manera. Por lo tanto, los perros pueden actuar como reservorios de infecciones humanas.
¿Cómo se transmite?
El huésped intermedio, la mosca macho de la fruta Phortica variegata, transmite el parásito mientras se alimenta de las lágrimas de las mascotas, depositando la larva infecciosa del gusano en la superficie del ojo. Dentro de la mosca las larvas pasan por 2 fases, en la última que son huevos, al volver a succionar en el lagrimal de un ojo sano, estos se depositan en el ojo del perro en concreto en el saco conjuntival y más tarde sobre la conjuntiva ocular, estos huevos eclosionan transformándose en larvas y completándose de esta forma el ciclo en unos 3 semanas.
Por su gran capacidad de dispersión y potencial zoonóstico, se la debe incluir para hacer diagnóstico diferencial de los procesos que cursen con conjuntivitis, muy especialmente en los animales que residan o hayan viajado a regiones endémicas, sobre todo en las épocas de mayor actividad de contagio que es desde principios de verano hasta el otoño.
¿Cómo sé si mi perro está afectado?
Los principales signos clínicos tanto en animales como en humanos son lagrimeo excesivo, conjuntivitis e inflamación de la córnea. El prurito ocular también puede ser una señal de advertencia. En formas graves, también pueden producirse úlceras corneales, perforación y ceguera. Cualquier signo de irritación ocular debe generar una sospecha clínica, mientras que el diagnóstico se basa en la detección de los parásitos en el área conjuntival por parte del veterinario.
Los dueños pueden notar tal vez el ojo inflamado y una excesiva secreción ocular, la cual estimulara la aproximación de nuevas moscas para alimentarse, difundiendo así la enfermedad, y también podremos ver a nuestro perro frotándose de continuo los ojos con las patas por el picor. Es importante el control de esta infección en los perros que viven al aire libre en zonas de árboles frutales y el poner como protección mosquiteras e impedir la exposición de nuestros perros a las moscas. A veces a simple vista se pueden ver estos gusanos que son como hilillos blancos, el veterinario utilizara un colirio anestésico para realizar una exploración a fondo y poder hacer el diagnóstico correcto.
¿Qué hacer si mi mascota está infestada?
El tratamiento debe ser realizado por un veterinario. Consiste en la eliminación mecánica de los gusanos con un hisopo y / o mediante el lavado del saco conjuntival de los ojos. Puede agregarse un tratamiento farmacéutico. Una vez diagnosticada la enfermedad, se deberá proceder a la extracción manual de los parásitos con ayuda de un hisopo estéril y mediante lavado con solución salina fisiológica y después aplicar un nematocida (moxidectina. selamectina) como método profiláctico para acabar con el parásito en todas sus fases, durante la estancia en el organismo de nuestro perro, los síntomas remiten en 3 días. Si se hubiesen producido ulceraciones o queratitis le darán un tratamiento específico para estas lesiones.
¿Cómo puedo proteger a mi mascota?
Hay muchos medios seguros y eficientes para prevenir la infestación de gusanos oculares. La Thelaziosis canina es una enfermedad emergente en nuestra ciudad Madrid, de ahí la importancia de realizar un adecuado tratamiento preventivo de nuestra mascota para también evitar nuestro propio contagio. Por eso recomendamos, que mantengáis protegidas a vuestro animal, sobre todo en las épocas del año que abundan las moscas, recordando echarles la pipeta cada mes y desparasitándoles internamente cada 3 meses.
Por: Erik Farina (Etólogo)
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