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jueves, 30 de julio de 2020

El Adiestramiento del Cachorro Cap-1

Erik Farina año 1994
                                                                   


El Adiestramiento Temprano del Cachorro

El adiestramiento comienza en el instante en que los cachorros, están aun mamando de su madre, y cuando se le abren los oídos y empiezan a oír, experimentan el contacto de la mano del ser humano y oyen el sonido de su voz. Cuando se procede a destetarlo, el humano generalmente los llama, ya sea mediante un sonido cualquiera con la boca, o pronunciando una palabra como “Ven”, para que acudan a probar la comida que les ha preparado. Entonces el cachorro asocia la presencia del ser humano y el sonido que emite con una experiencia agradable, y acude de inmediato cuando lo oye o lo ve.

Hay un método muy antiguo, en que algunas personas colocan collares de tipo muy suave, unidos por un corto trozo de cuerda a los cachorros cuando éstos están con un mes. Durante sus juegos, a lo largo del día, agarran con sus dientes dichos trozos de cuerda y tiran de ellos, con lo que se encontrarán más preparados para acostumbrarse mas tarde a la correa. Yo escribo esto y lo dejo como anécdota informativa, por si alguna protectora de perros tiene cachorros y lo quiere probar.

Si usted tiene la oportunidad de adquirir un maravilloso cachorro con dos meses, cójalo con frecuencia y enséñele a mantenerse de pie a una distancia igual a la de su brazo sin moverse. Esto resulta fácil de hacer, simplemente sosteniéndolo en esta posición y alabándolo cuando adopta la correa, utilizando la palabra “de pie” mientras lo acaricia.
Esto le permitirá prepararlo para asearlo fácilmente o para concurrir a las peluquerías caninas, si es un perro que necesita de una peluquera, o para adoptar la posición “de pie” en la fase final de su adiestramiento. Enseñar al cachorro a permanecer de pie, a acudir cuando lo llama y a soportar la correa, lo prepara para el adiestramiento general al que deberá someterse al futuro. En este adiestramiento precoz, lo que trato es que usted pueda moldear con suavidad y delicadeza a su cachorro a su voluntad y a establecer una asociación amistosa que conduzca de un modo natural y fácil a un adiestramiento más avanzado en el futuro.

La primera labor que debe hacer en su adiestramiento, es enseñar al cachorro a acudir cuando lo llame. Para conseguirlo, primero deberá familiarizarlo con el nombre que le haya puesto. En cualquier oportunidad, ya sea mientras jugamos con el cachorro o al detenernos por un instante a acariciarlo, deberemos dirigirnos a él por su nombre. Cuando vayamos a darle la comida, o simplemente una golosina, hará que acuda a usted, aunque solo se encuentre a un paso de distancia, y diga el nombre del perro acompañado con la palabra “Ven”. Transcurrido un periodo muy breve de tiempo, cualquier perro normal responderá al oír su nombre y vendrá al ser llamado, ya que asocia una recompensa con el sonido de su nombre y el de la palabra “ven” que sirve para llamarlo a su lado.

La palabra “No” es una palabra que debe aprender desde un primer momento. Debe pronunciarse en un tono admonitorio y en forma tal que el cachorro sepa que en ese mismo momento lo que esté haciendo provoca que se le dirijan tal termino, que a usted no le gusta esa acción y no debe repetirse.

El “No” debe emplearse cuando el cachorro esté mordiendo algo que no debería, como un mueble, un zapato, ropa, la alfombra, etc.. Por supuesto existe una razón para esta tendencia a morder todo, el cachorro se halla en el período de dentición, y al proceder de este modo, alivia el dolor que experimentan sus encías. También sabe, de forma instintiva, que para eliminar los dientes que se mueven, los de leche, y dejar paso a otros nuevos debe morder alguna cosa.

¿Cómo hacer frente a este problema?

Simplemente, aplicando un poco de sentido común. Le proporcionará al cachorro un juguete que pueda morder, mejor si tiene varios y se los va intercambiando, pueden ser de caucho 100 por 100 naturales, huesos de diferentes composiciones, astas de ciervo, etc.. En cuanto muerda algo que no quiera que muerda utilizará la palabra “No” y automáticamente le entregará el juguete que si puede morder acompañado de la palabra “muy bien” y lo acariciará, entonces le está enseñando a su cachorro a saber distinguir entre lo que puede y lo que no puede morder para aliviar sus doloridas encías.

A menudo, el cachorro, con su espíritu juguetón, comienza entreteniéndose con las cortinas o manteles de la casa y con otros objetos diversos, antes de darse cuenta de que también es divertido morderlos. Para evitar esta situación desagradable, deberá proporcionar al cachorro, algunos juguetes adecuados para que se entretenga. Debe tener un cajón con un mínimo de 8 a 10 juguetes, pero que no pueda acceder a ellos, así usted le dará un solo juguete durante un periodo de tiempo en el día, luego se lo quita y le entregará otro, así cuatro o cinco veces al día, manteniendo el deseo de ese juguete siempre.

Hay que tener un poquito de sentido común en estos sencillos y tempranos problemas, puede ahorrarle gastos y perjuicios. En términos de adiestramiento, piense en el cachorro como lo haría respecto a un niño demasiado pequeño para razonar. La palabra “No” utilizada en adiestramiento, se asocia generalmente con la habituación ambiental, pero también cabe emplearla al enseñar al cachorro a no morder artículos u objetos del hogar. Esa orden debe proferirse con tono de acusado disgusto, pero enseguida se le entregará el juguete que si puede morder y se la acompaña suavemente y delicadamente con un “muy Bien” y una acaricia.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)



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