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martes, 12 de abril de 2022

El Teckel, su carácter, psicología y adiestramiento


 

En el año 1957, David Douglas Duncan visitó a su amigo Picasso en su Villa de la Costa Azul. No era la primera vez. La discreción e inteligencia visual de este reportero de leyenda, le habían abierto las puertas de la casa de Picasso y Jacqueline y de sus corazones. 


Lo cierto es que, en aquella ocasión, David Duncan viajaba con un perro Teckel, “Lump” (granujilla en alemán) que decidió quedarse a vivir con Picasso para siempre. Curiosamente, Picasso había tenido perros en sus casas en otras ocasiones, pero nunca mostró un especial cariño por ninguno de ellos. Sin embargo, este Teckel consiguió granjearse su simpatía desde el primer momento, fue amor a primera vista, y Lump se convirtió en el compañero inseparable de Picasso y en algún momento en su musa.


Este Teckel está presente en varias de las obras que el artista ha creado. Lump fue el único perro que Picasso tomó en sus brazos. Le encantaba los animales, siempre estuvo rodeado de ellos pero nunca tuvo una relación tan cercana como la que tuvo con Lump. Incluso, dormía con Picasso. 


¿Pero que tiene de espacial el Teckel?


Analizaremos su carácter, Psicología y adiestramiento de esta maravillosa raza.




EL TECKEL, SU CARÁCTER, PSICOLOGÍA Y ADIESTRAMIENTO.



El Teckel es la única raza que supone todo un grupo, el número 4 del FCI, según la relación de razas donde aquella se hallan repartidas en 10 grupos, despreciado a veces por la ignorancia recibiendo incluso en ocasiones alguna  denominación despectiva como perro salchicha. Pero se trata sin embargo de una raza con unas características distintas maravillosas que todo aquel que llega a conocerla, queda impresionado por su inteligencia carácter y si se trata de un cazador por el desarrollo increíble de sus cualidades funcionales cinegéticas.



De reflejos tan rápidos que más bien parece qué sale disparado cuando ha de alcanzar algo,  se precipitará en una madriguera y no saldrá de ella hasta que haya alcanzado su objetivo,  este es a grandes rasgos el semblante del Teckel, es todo un carácter, es todo un grupo.



Se exagera mucho al opinar del Teckel qué es cabezota y no se deja educar.  Perros difíciles de educar existen en todas las razas, pero puede ser cierto que precisamente el Teckel ha sido dirigido a una posición especial por el humano. La razón hay que buscarla en su pequeño tamaño que presta a cuidarle más de lo debido y a ellos le lleva poco a poco a transigir con los caprichos del perro, que luego en el lenguaje corriente del pueblo llano se traduce en las proverbiales cabezonerías del Teckel.






Por otra parte se habla mucho del mal carácter del Teckel o al menos de muchos individuos entre ellos.  Aquí nuevamente entra en juego el pequeño tamaño del perro, y se preguntan, qué tiene que ver el tamaño con el carácter, pero todo el mundo olvida que el Teckel es primordialmente un perro de caza, y es un gran perro de caza, con el carácter de un perro grande.



Ocurre sin embargo que, debido a su tamaño, se quiere tener a este perro como perro faldero en muchas ocasiones o se compra el Teckel como perro para los niños. El Teckel ni es un perro faldero, ni es un juguete para los niños, es simplemente un perro con una gran inteligencia. Está inteligencia la utiliza estudiando perfectamente a sus amos, conociendo muchas veces de antemano lo que ellos piensan hacer. 



Por otro lado el Teckel, como perro de caza, ha sido seleccionado en su cría para trabajar en la madriguera del zorro, enfrentándose solo con su enemigo, muchas veces superior en tamaño, en la oscura guarida, sin el apoyo de la voz y ayuda de su amo.






Esto hace que sea independiente, y de allí su cabezonería, que junto con su gran inteligencia nos hace creer que este pequeño perro nos está tomando el pelo y sabe siempre lo que hacemos o vamos a hacer.



Yo me atrevo a afirmar, que el Teckel aprende muy fácilmente y lo que ha aprendido una vez no lo olvida casi nunca. Un perro que en toda su vida no haya aprendido otra cosa que a  reconocer a su amo, responderá plenamente por instinto o lo que se le pide y servirá fielmente al amo que le guía. 



Servir no significan aquí nada despreciable, pero hay que establecer desde el primer día que es el amo el que manda, y no el perro. Solo un amor enfermizo y exagerado hacia los animales deja toda libertad al perro  y contrarresta con ello cualquier educación. Un perro sin educación, sin control y demasiado mimado, a la larga no solo será una carga para el humano, sino también para sí mismo.






Si el perro muerde, esto muchas veces no es más que la consecuencia de los juegos infantiles que hacían mucha gracia cuando el perro era cachorro, y se le dejaba libertad para morderlo todo, y sus dientes de leche no hacían daño. Sin embargo después del cambio de dientes, y el Teckel tiene una formidable dentadura, de pronto morder ya no es un juego, el perro no lo entiende cuando se le regaña por lo que antes era un juego, y con su carácter este reacciona y continúa mordiendo.



Y así pasa en muchos hogares, de pronto se quieren deshacer del perro porque muerde. Esto es el resultado de una mala educación y la culpa es del humano, no del perro.



Por otra parte, los perros que provienen de fábricas de perros, criaderos en masa sin cuidar la genética, o que han pasado por diferentes manos (revendedores de tiendas), no habiendo cuidado por selección una firmeza del carácter produciendo perros asustadizos y enfermizos, que muerden muchas veces sin razón o por miedo. 



Un Teckel que proviene de padres equilibrados en el carácter bien criado y al que se la ha dejado con su madre y sus hermanos de camada por lo menos hasta las 8 semanas de edad, será con toda seguridad, un agradable compañero de juego y simpático amigo para toda la familia.






EL TECKEL EN LA CAZA


Los nueve diferentes tipos de Teckel forman una gran familia de perros cazadores, lo son de manera innata, aún en el caso de que nunca hayan tenido ocasión de salir un día a cazar con alguien experimentado. El nombre en alemán del “Dachshund”, como se le conoce generalmente en todo el Mundo, ya que indica claramente la utilidad que dentro de la caza puede prestar a su amo, “Dachs” quiere decir Tejón y “hund” perro, el mismo caso ocurre con el Kaninchen Teckel, o sea perro conejero, “Kaninchen” es conejo en alemán.



En principio, parece extraño que un perro de apenas 3,5 kilos puede ser de adulto un hábil y práctico cazador, y mucha gente cree que se precisa un perro de más tamaño y peso para poder capturar aquellos animales, pero prácticamente, podemos observar que, al tratar de un caso ecológico, por el cual el perro ha tenido que ser cazador para poder subsistir, su poca altura, patas sumamente cortas, carácter muy vivo, a la vez que el olfato finísimo y la vista bastante rápida, han hecho que esta raza sea idónea para determinados tipos de caza, como es la del tejón cuando se trata del Dachshund tamaño estándar, o bien, directamente de conejos en el caso del Kaninchen.






Lo más importante es que si un Teckel proviene de unos padres con excelentes aptitudes para la caza, con un buen carácter equilibrado, estos Teckel en sus tres variedades de pelo conseguirán los mejores resultados en la caza, o en los juegos de adiestramiento que simularemos esas variedades de caza.



La cría del Teckel siempre buscó un perro de utilidad en la caza, duro, valiente con las alimañas, con fino olfato y fuerte carácter, apto para sus trabajos en la caza.



No se debe nunca querer igualar un perro de caza a otro perro de caza. Todos tienen ventajas, inconvenientes, especialidades por tamaño, pelo y la especialidad para la que ha sido criado.






El Teckel reúne cualidades de casi todos los perros de caza, y un Teckel en manos de un buen adiestrador, en un terreno de caza con pelo, pluma y quizá alguna madriguera, a lo mejor algún charco cerca y algún otro paso de otros animales, tendrá en éste un pequeño perro de caza que levantará pelo y pluma, que pondrá algún que otro rastro de otro animal, en manos de su propietario, dentro o fuera de la madriguera, que rastreará el animal y hasta uno bien adiestrado le sacará el pato del agua.



Creo que no se puede pedir más para un perro de caza tan pequeño, que generalmente se puede llevar en una mochila por su propietario, que no ocupa casi sitio en el coche o en casa y es un agradable compañero para toda la familia.



Para conocer las buenas cualidades de caza del Teckel, existe el reglamento de pruebas de trabajo del Teckel, que se aplica internacionalmente, y se realizan en todo Europa, estás pruebas con el Teckel son para conocer las líneas de sangre especialmente aptas para la caza y sobre todo, los buenos reproductores. Estas pruebas nos sirven de orientación a los particulares, para crearles los mejores juegos de adiestramiento para cada tipo de Teckel.





Tenemos la -Prueba sobre rastro de liebre. -Prueba de rastro de sangre. -Prueba de levantar la caza. -Prueba de madriguera artificial.



A pesar de que para tener un perro convenientemente adiestrado, no es necesario ser un cazador, un factor importante a tener en cuenta, es la tradición de sus antepasados, generalmente estás cualidades se transmiten de generación en generación, por eso son mucho mas apreciados los hijos de campeones, dependiendo de su utilidad, si son para caza, o para belleza.



Lo importante es saber que es innato en el Teckel las aptitudes de caza, y nosotros le canalizaremos esta energía que acumula estando en casa, en juegos de adiestramiento simulando la 4 pruebas mencionadas antes.



Hoy en día hay una gran variedad de juguetes con la que podemos recrear la caza en persecución, el rastro, las madrigueras, las presas, etc.. 





Muchas personas que no tienen mucha práctica, o ninguna en el adiestramiento del Teckel, se verá sorprendida o frustrada cuando a veces su perro siente muy poco interés por los juguetes y por lo que se le intenta enseñar, hasta el punto de que parecerá que está perdiendo el tiempo. Podría darse el caso de que todavía no se le haya presentado instintivamente el deseo de ir de caza. 



Un perro, por obligación, jamás podrá llegar a jugar bien con su amo, ya que siempre debe actuar por afición y diversión. Lo único que se consigue forzando a un perro es frustración, creándole ansiedad y estrés. 



A todos los perros se les tienen que presentar el juguete, enseñarle lo que queremos que realice, y como debe de ejecutar los ejercicios. Todo debe ser agradable y divertido siempre para el perro, y así mismo lo será para su propietario, el crear un buen vínculo entre los dos.





En el rastro, por ejemplo, el Teckel que sabe lo que debe hacer, sea instintivamente o bien por el aprendizaje, para seguir un rastro determinado, no solo se vale solamente de su fino olfato, sino que advierte en la vegetación signos evidentes por donde ha pasado usted, pisando la hierba, y rompiéndola.



Una forma muy bonita y divertida para trabajar el olfato, es tener seis juguetes iguales, pero el propietario solamente tocará uno, lo frotará bien con sus manos, impregnando con su olor, y con la ayuda de otra persona colocará los otros cinco juguetes escondidos todos juntos encima del que usted a dejado anteriormente impregnado por su olor. Le mandará a su perro a buscarlo, debiendo traer solamente el que tiene su olor.



Este juego de rastro y búsqueda por el olfato, te dará una gran variedad de formas de juegos combinados con los mismos juguetes. 






Un juego que les divierte mucho a los Teckel, es el perseguir a una presa, con un conejo de muñeco, que ataremos a una cuerda, del cual nuestro perro ya tiene impregnado el olor, lo arrastremos por la hierba, marcando bien el rastro, y le mandaremos buscar, nuestro perro pegará su nariz en la hierba siguiendo el rastro, cuando llegue a medio metro, tiraremos de la cuerda con el conejo atado, y empezará una persecución de nuestro perro con el conejo. Le dejaremos a los sesenta segundos cogerlo, y le enseñaremos a traerlo. Esto se puede repetir varias veces, la persecución le encanta.



El juego de la madriguera, la podemos hacer hoy con una gran variedad de tubos artificiales, creando circuitos, donde le enseñaremos a traernos la presa, el juguete indicado, dentro de la madriguera. Esto les encanta, además de que le podemos variar mucho los circuitos, cambiándole de lugar la presa y las formas de las madrigueras.



Lo cierto es que hay una gran variedad de juegos y adiestramiento que le podemos crear a esta maravillosa raza Teckel, puede ponerse en contacto con nosotros para unas clases de adiestramiento y creación de juegos variados para su Teckel a nuestro número de teléfono: 674 41 52 33 Psicolmascot.





CONCLUSIÓN


En conclusión, tenemos la doble misión del Teckel, la de un perro de compañía y de trabajo, no debemos menospreciar a una de ellas en favor de la otra, pues dependerá de las circunstancias en que se encuentre el perro, o en las que el propietario se encuentre, para que realmente tenga más importancia la una que la otra.



No debemos extrañarnos de que por doquier, se vea un Teckel, en cualquier país del mundo, pues, dentro de las muchísimas razas que existen oficialmente reconocidas por la FCI, es la del Teckel una de las que pueden considerarse entre las diez o doce de más utilidad y, por consiguiente, más empleadas por los humanos.





Generalmente, el perro puro de caza, no es un perro de compañía y en sentido contrario ocurre también lo mismo con los perros que originalmente sólo son de compañía. No se trata de un simple detalle sin importancia, ya que la psicología del perro, cuyas misiones son varias, estará por encima del perro que únicamente sea capaz de impedir la entrada de un desconocido, pero que, en cambio, ignorará muchas otras cosas de utilidad.



Si usted ha sabido tratar a un Teckel, lo cual no ofrece problemas mas especiales, habrá podido recibir de tu perro cuanto de un perro fiel se puede pedir, casi me atrevería a decir, que no somos nosotros los que deberíamos exigir de los perros, sino ellos de nosotros, y en caso de que parezca esta comparación exagerada, no tenemos más que ver la gran cantidad de perros que hay cada año abandonados.






A veces, un cazador es capaz de abandonar a un perro a su triste suerte, porque considera que no sabe cazar, es cierto, desgraciadamente sé de muchísimos casos, pero lo que nunca he oído decir, y que nunca ocurrirá, es que un perro, gran cazador por temperamento, haya llegado a abandonar a su propietario en busca de otro propietario más hábil, y por lo tanto, que le pueda dar más satisfacciones.



Si quieres que alguien te dé cien por uno, si pretendes que este perro esté pendiente de tus más variados deseos, si pretendes además que sea útil para la sociedad en que vivimos, solamente podrás elegir un perro, y, entre las diferentes razas, el Teckel es una de las que puede llegar a dar un sinfín de satisfacciones.





Si tuviera que recomendar algo a quien desee un perro, tanto sea para ir a cazar, como si se trata de uno de compañía, lo único que recomendaría es que le proporcione un trato digno y el afecto que por su condición de amigo y colaborador leal le corresponde, hasta el punto de que el perro, llegados sus últimos momentos, haya tenido una vida alegre, feliz, de mucho afecto con una relación amistosa y de verdaderos amigos.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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