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sábado, 11 de enero de 2014

Los peligros tóxicos del anticongelante en los perros.

Con el frÍo, los coches necesitan anticongelante, y no es de extrañar que se encuentren pequeños restos en el suelo o debajo del coche justo al lado de su casa o en los alrededores. Sobre todo hay que tener cuidado en los charcos que se forman con la lluvia reuniendo los restos.

Esta sustancia es dulce al paladar y será fácil de lamber por los perros confiados. Una vez dentro del cuerpo, en términos simples, hay una reacción química, lo que provoca la formación de cristales en los riñones.

Si han ingerido suficiente anticongelante, esta formación de cristales cerrará los riñones conduciendo a la muerte. Si un perro que ingiere etilenglicol es llevado a un veterinario dentro de seis a ocho horas de la ingestión, pueden, con el tratamiento, por lo general se salvarán. Más allá de que la duración de tiempo, es poco probable que puedan recuperarse.

Estos casos pueden ser un desafío en el diagnóstico para los veterinarios si nadie realmente vio al perro ingerir el anticongelante. Hay análisis de sangre que puede ayudar a diagnosticar la toxicidad del etilenglicol, pero no hay manera de saber con precisión cuánto tiempo hace que se ingirió haciéndolo un pronóstico difícil.

Es debido a esta toxicidad potencial que es imprescindible que todos nosotros que ponemos la puesta apunto en nuestros propios coches con exactitud, nos deshagamos de estos productos químicos correctamente y limpiarlos cuando se derramen.

Afortunadamente, ya ha estado disponible en los últimos años como alternativa del anticongelante con base de etilenglicol. Se pasa por diferentes nombres de marca pero contienen una sustancia activa llamada propilenglicol.

El propilenglicol es mucho menos tóxico que el etilenglicol, de hecho, se encuentra en muchas preparaciones orales tomadas por personas y animales. Ha sido ampliamente demostrado igualmente eficaces en los sistemas de refrigeración de automóviles en todos los sentidos de etilenglicol y os animo a todos a utilizarlo para este propósito.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)