El primer estudio que compara el funcionamiento del cerebro entre los humanos y todos los animales no primates muestran que los perros han dedicado áreas de voz en su cerebro, al igual que lo hace los humanos. El cerebro del perro, al igual que los de las personas, también son sensibles a las señales acústicas de la emoción, de acuerdo con un nuevo estudio.
Los hallazgos sugieren que las áreas de voz evolucionaron hace al menos 100 millones de años, la edad del último ancestro común de humanos y perros, dicen los investigadores. También ofrece una nueva visión de conexión única de los seres humanos con nuestros mejores amigos en el reino animal y ayuda a explicar los mecanismos de comportamiento y neuronales que hicieron de esta alianza tan eficaz para decenas de miles de años.
"Los perros y los humanos comparten un entorno social similar", dice Attila Andics de MTA-ELTE Grupo de Investigación Etología comparativa en Hungría. "Nuestros hallazgos sugieren que también utilizan mecanismos cerebrales similares al procesar la información social. Esto puede apoyar el exito de la comunicación vocal entre las dos especies."
Andics y sus colegas entrenaron 11 perros que yacía inmóvil en un escáner cerebral de resonancia magnética funcional. Eso hace que sea posible ejecutar el mismo experimento de neuroimagen en el perro y los participantes humanos - algo que nunca se había hecho antes. Capturaron a actividades cerebrales de ambos, de los perros y los seres humanos, mientras que los sujetos escucharon cerca de 200 perros y los sonidos humanos, que van desde gimotear o llorando a ladridos juguetones o reír.
Las imágenes muestran que el perro y los cerebros humanos incluyen áreas de voz en lugares similares. Como era de esperar, el área de voz de los perros responde más fuertemente a otros perros mientras que la de los humanos responde más fuertemente a otros seres humanos.
Los investigadores también observaron sorprendentes similitudes en las formas en que el perro y el cerebro humano procesa los sonidos cargados emocionalmente. En ambas especies, una zona cercana a la corteza auditiva primaria se iluminó más con sonidos felices que infelices. Andics dice que los investigadores estaban más impresionados por la respuesta común a la emoción a través de especies.
Hubo algunas diferencias, también: en los perros, el 48% de todas las regiones del cerebro sensibles al sonido responde con más fuerza a los sonidos distintos de voces. Eso está en contraste con los humanos, en los que sólo el 3% de las regiones del cerebro son sensibles al sonido mostrando una mayor respuesta a los sonidos no vocales frente a los vocales.
El estudio es el primer paso hacia la comprensión de cómo es que los perros pueden ser tan extraordinariamente buenos en la sintonía con los sentimientos de sus dueños humanos.
"Este método ofrece una forma totalmente nueva de la investigación de procesamiento neural en los perros", dice Andics. "Por fin empezamos a comprender como nuestro mejor amigo nos está mirando y navegando en nuestro entorno social."
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Por: Erik Farina (Psicólogo
Canino, Especialista en Comportamiento Canino)
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