Erik Farina |
Los
Instintos de Manada
El
perro ha nacido para vivir en manada, y gracias a ello puede aprender
tan rápidamente normas de conducta social en el seno de un grupo
reducido. Para un perro de compañía, la familia humana es su
jauría. El perro debe ver a todos los miembros de la familia como
jefes de jauría por el mero hecho de ser humanos para sentirse
seguro y a salvo.
Los
perros no se convierten en jefes de la manada por su fuerza física o
por medio de agresiones, sino utilizando un lenguaje muy sutil que
cualquier perro comprende y deja perfectamente claro cuál es el
orden jerárquico de la manda.
Puede
ser muy útil a los propietarios aprender buena parte de los signos
descritos en este artículo y reproducirlos para garantizar la paz y
el orden en su familia. Obviamente, no se trata de reproducirlos
todos, sino de utilizarlos cuando sea necesario para enseñar buenos
modales a su perro, con el fin de que no desafíe a los humanos
cuando éstos tengan algo que él desea pero le está vedado.
El
Orden Jerárquico
La
estructura social de una jauría es sencilla y muy fácil de
entender: en pocas palabras, cuanto más alta sea la posición social
de un individuo, más privilegios le corresponden. Tratando de
imaginar qué cosas pueden parecerle a un perro un privilegio,
resulta fácil entender por qué algunos perros se creen con derecho
a mandar en la casa y a dominar a sus propietarios.
Llamar
la atención: Para su perro,
quien pide que le presten atención, lo mimen y jueguen con él es el
que manda. Muchos perros son expertos en llamar la atención de sus
amos siempre que lo desean y, en cambio, tienden a ignorar a
propósito a sus dueños. Si éste es su caso, recupere el puesto que
le corresponde prestando atención a su perro sólo cuando lo estime
conveniente o hágale obedecer alguna orden, como por ejemplo
“siéntate”, antes de empezar a atenderle.
Erik Farina |
Libertad
de movimientos: Muchos perros
pueden moverse con entera libertad por la casa sin dar ningún tipo
de problemas, pero si el suyo es de los que están siempre
obstruyendo el paso, se detienen en mitad de la escalera para
bloquearla, acaparan el sofá o se instala en el centro de la cama y
no dejan acomodarse a los amos, tal vez deba replantear su relación.
No es mala idea crear zonas de acceso restringido donde usted pueda
sentarse o pasear donde estén vedadas al perro.
También
conviene enseñarle a bajarse de los asientos cuando se lo pida, o no
dejar que se suba desde el principio, ya que parece ser que la altura
es para ellos un símbolo de estatus y al estar tan alto como usted
podría sentirse con derecho a desafiar su autoridad. Lo mejor es que nunca se le deje subir a ningun mueble de la casa, sofá, silla, cama etc.. Al no conocer esa situación, nunca se le corregirá, y solo conocerá una forma.
Tomar
las riendas: Algunos perros
utilizan el juego para controlar a sus propietarios. Si su perro
insiste en que juegue con él a menudo y después huye con el juguete
cuando se aburre o se niega a entregárselo cuando se lo pide, es
posible recuperar el control sobre los juegos sin provocar
enfrentamientos. A muchos perros les encanta tirar de un juguete que
el amo sostiene con fuerza, y el juego en sí no es peligroso siempre
que el perro permita a su propietario llevarse el juguete al acabar
el juego, pero si éste se niega a entregarlo, cambiárselo por otro
o por una golosina es un buen truco para que lo suelte evitando
siempre las confrontaciones. Otra posibilidad es evitar cualquier
juego competitivo que implique demostraciones de fuerza y sustituirlo
por otro, por ejemplo jugando a buscar un juguete.
Encabezar
la expedición: Los perros
suelen ver las salidas al parque como expediciones de caza, y es
lógico que se muestren excitados. Sólo a usted, le corresponde
dirigir la expedición, y por lo tanto usted marca y dirige la
dirección a seguir desde el instante que sale de casa, o se baja del
coche. Acostumbrar al perro a que deje pasar antes a los humanos es
un aspecto vital en su educación, como salir de casa, entrar por las
puertas o sitios estrechos, subir y bajar del coche (si hay mas
personas), esto reforzara sus estatus.
Si
el perro esta excitado e intenta salir rápidamente por una puerta al
abrirla, ciérrela inmediatamente antes de que llegue a ella, siempre
con cuidado, que nunca choque con la puerta. Si le cierra la puerta
varias veces, acabará acostumbrándose a dejar que pase usted y
saldrá mas tranquilo sin estar excitado. Esto no quiere decir las explicaciones que se leen de quien pasa primero o no, solamente se busca el estado tranquilo de un perro y su buena educación.
Todas
estas medidas están encaminadas a dejar claro al perro cual es su
lugar entre la familia, con el fin de evitar que pretenda disputarle
la atención o cualquier bien material. Pero si el perro ha empezado
ya a hacerlo, puede ponerse en contacto con nosotros, para enviarle a
un experto en problemas de conducta capaz de diseñar un tratamiento
a la medida para su perro. Mientras no cuente con ayuda profesional,
tenga cuidado y evite confrontaciones. Cuando un perro cree estar al
mismo nivel que su dueño, puede utilizar los dientes para mantenerlo
a raya si éste se le enfrenta, y posiblemente no dude en hacerlo.
Si
necesita una consulta, asesoramiento, un tratamiento para su perro o
apuntarse a clases de modificación de conducta para su perro, puede
ponerse en contacto escribiendo al correo; psicolmascot@gmail.com
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Por: Erik Farina (Psicólogo Canino)
Contacto:
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