Erik Farina 2014 |
Un importante elemento en el adiestramiento del perro para los particulares, para guarda o para defensa, es la llamada a los pies de su dueño. En efecto, por evidentes razones de seguridad, resulta esencial que el animal aprenda a volver con su dueño cuando éste lo llame cualesquiera que sea las circunstancias.
Una vez que el perro realice sin que se le obligue los primeros ejercicios de obediencia, en cuanto reaccione favorablemente a las órdenes “sentado”, “tumbado” y se acostumbre a andar con la correa, se le podrá adiestrar para la llamada. Este aprendizaje no comenzará hasta que el perro tenga 4 meses, lo que no quiere decir evidentemente que no haya que acostumbrarlo desde muy pequeño a que responda cuando se le llama por su nombre.
¿Por Qué la Llamada?
El objetivo del adiestramiento a la llamada, es que cuando se le llame por su nombre seguido de la orden “ven”, el perro acuda sin vacilar y se ponga a la derecha de su amo en posición sentado.
Cuando el perro haya comprendido la llamada se le podrá entrenar para responder a la orden “a jugar” indicándole hacia adelante para que se vaya.
También se le enseñará a permanecer a distancia sin moverse. Y sólo cuando el perro haya asimilado perfectamente estas nociones se podrá pensar en adiestrarlo para que recoja y traiga objetos, o para la búsqueda, por ejemplo.
Cómo Actuar en el Adiestramiento
A la Hora de la Comida
Primero se puede ejercitar al perro en la hora de la comida provocándole las ganas de comer para hacerlo volver. Sin embargo, conviene evitar las golosinas pues ello perturbaría después el aprendizaje de la negativa a coger el cebo.
Para empezar se llama al perro por su nombre seguido de la orden “ven” presentándole el comedero ( se puede dar la orden de “ven” o “aquí” a elección del dueño). El perro deberá colocarse a su derecha en posición sentado. Si es necesario, ayúdalo colocándolo a sentarse. Espere a que haya realizado bien este ejercicio y después dale la comida y hágale muchas caricias.
Ni que decir tiene que no se le debe dar comida al perro hasta que no haya hecho correctamente el ejercicio pues hay que evitar que asocie recompensa con fracaso. En caso de fracaso, usted dará algunos pasos para alejarse del perro y lo llamará hasta que comprenda.
En Cualquier Circunstancia
Una vez que el perro haya aprendido la llamada a la hora de la comida intente que haga ejercicios en horas diferentes.
Para ello, proceda como en el caso anterior, llamándolo por su nombre seguido de “ven” y si no viene espontáneamente, utilice la correa hasta que comprenda y obedezca la orden, de que tiene que ir junto de usted de inmediato. De manera general y sobre todo si el perro no obedece sin la correa, aléjese de él, lo que le hará volver por miedo a perder a su amo.
Es importante darle siempre la misma orden al perro con la misma palabra, y a ser posible, con la misma entonación, sin agresividad ni nerviosismo. Si usted cambiara de vocabulario o de entonación, al perro le llevaría más tiempo asimilar las diferentes órdenes.
Más tarde le hará falta volver a empezar el ejercicio en diferentes momentos, pero sin abusar, cuando el perro esté comiendo o jugando, para que responda en cualquier momento.
Al Silbato
También es útil para el caso de que el perro esté muy lejos o se encuentre en un ambiente ruidoso que se acostumbre a responder a sonidos diferentes del de la voz del dueño (un silbato normal como de arbitro)
Para ello, acompañe progresivamente la orden “nombre seguido de la orden” del toque de silbato y después utilice alternativamente uno y otro método. El perro deberá venir a sentarse a su derecha en todos los casos de llamada.
También podrá acompañar la orden o el toque de silbato con un gesto dirigiendo el índice hacia su pie de usted, por ejemplo.