Erik Farina |
El adiestramiento de un perro sordo no es realmente tan diferente como un adiestramiento canino mediante voces, se trata de una comunicación diferente, por señas visuales, aunque las recompensas son iguales, táctiles y por el gusto, dando pequeños premios tras lograr una acción bien ejecutada. No requiere mucho más tiempo, aunque sí esfuerzo, y no utiliza necesariamente diferentes métodos, sólo diferentes señas para llamar la atención del perro.
Mediante el oído, los perros aprenden el significado de las palabras a través de la repetición y la expectativa de los mimos, la aprobación de la persona a quién quieren y respetan. Los perros sordos aprenden de la misma manera, mediante repetición, pero fijándose en nuestros gestos y en la recompensa tras una buena ejecución.
Los perros no entienden nuestra lengua, sea cual sea el idioma en el que les hablemos, en este artículo se mezclan expresiones erróneas tratándose de humanos, ya que nosotros tenemos lenguas de signos convencionales, mientras que lo natural es la comunicación, presente en las demás especies aún sin un lenguaje doblemente articulado, los perros tomarán las órdenes que indicamos con las manos como un lenguaje de señas, una forma de comunicación complementaria con el animal doméstico, pero las lenguas de personas sordas son lenguas de signos convencionales como otros sistemas lingüísticos.
Cuando dos perros extraños se encuentran, hay muy poco sonido, ellos no se comunican como nosotros, mediante la palabra. Los perros se comunican través de casi todo el lenguaje corporal en primer lugar, luego por el olor; se comunican según sus gestos y mímica del cuerpo, también se huelen y reconocen mejor los olores que nosotros pues nuestro olfato no está tan desarrollado. Ladrar, gruñir o quejarse es una forma adicional de comunicación en los enfrentamientos, no es la principal forma de comunicación perruna.
Si observamos a los perros que compiten en eventos donde se premia la obediencia, están obligados a aprender señas con las manos, junto con comandos u órdenes de voz con muchos otros perros de trabajo, utilizan el lenguaje corporal o signos claves con las manos para cumplir una tarea en tiempo limitado. Muchos entrenadores recomendarán enseñar a los perros comandos de voz en primer lugar, antes de pasar a signar con las manos. Como las recompensas son iguales, no es tan difícil enseñar a un perro con señas manuales aunque esto requiere de paciencia, tesón y esfuerzo por ambas partes, la enseñanza de las señas con mano a un perro sordo no es realmente algo inventado especialmente para los perros que han perdido el oído en la edad adulta o tienen sordera congénita.
¿Necesita un perro sordo a un entrenador profesional?
No es necesario contratar a un entrenador, pero puede ser útil tomar clases de adiestramiento, sobretodo si somos novatos y estamos algo perdidos.
Si bien siempre es posible entrenar a un perro sin ayuda externa, a veces un entrenador puede indicar otra forma de enseñar que puede funcionar mejor con su perro, o pueden ser capaces de ayudar a resolver un problema de comportamiento que están teniendo y no seamos capaces de corregir.
Otra ventaja es que el perro aprende a socializar hasta cierto punto, mejora su atención hacia nosotros incluso en una habitación llena de distracciones. También es una buena idea leer la mayor cantidad posible de literatura y manuales sobre perros en la educación y el comportamiento de perros sordos.
¿Qué tipo de señas con las manos son adecuadas?
No hay señas “malas” o “incorrectas” con las manos, una persona puede utilizar lo que le venga más cómodo en cuanto a tipos de señas con las manos, siempre que no sea incoherente. Es decir, se pueden tomar señas directamente de lenguajes de señas, ya que los perros no reconocen lenguas de signos convencionales creadas por humanos, pero sí responden con expectativa a señas recurrentes de la persona con quién están afectivamente vinculados.
Es importante mantener ciertas señas durante el entrenamiento, sin cambiarlas cada cierto tiempo ya que el perro no comprenderá esta incoherencia o confusión, si una seña significaba algo en un momento, no se puede pretender que súbitamente se busque lo mismo haciendo otra seña con la mano.
Hay algunas señas de obediencia básica, pero realmente no es suficiente para comunicarse con un perro. La ventaja de la utilización de señas es que la mayoría de las personas que han formado a un perro será capaz de dar a su perro comandos básicos para evitar problemas de conducta y que el animal se pierda por distanciarse demasiado durante un paseo, por no estar controlado con correa, arnés o no disponer de collar vibratorio.
A través de los Perros Sordos se recomiendan recursos para aprender ASL, acrónimo de la lengua de signos americana, tomando así ciertos signos utilizados para hablar entre personas sordas, que tienen lenguas de signos convencionales -signando con ayuda de las manos- como otras comunidades lingüísticas. Esto puede ser una ventaja, porque cualquier persona que conozca ASL o tenga conocimientos de una lengua de signos de otra comunidad lingüística del mundo será capaz de comunicarse con su perro sordo con menos curva de aprendizaje, porque su repertorio será mucho más amplio de lo requerido.
No es necesario contratar a un entrenador, pero puede ser útil tomar clases de adiestramiento, sobretodo si somos novatos y estamos algo perdidos.
Si bien siempre es posible entrenar a un perro sin ayuda externa, a veces un entrenador puede indicar otra forma de enseñar que puede funcionar mejor con su perro, o pueden ser capaces de ayudar a resolver un problema de comportamiento que están teniendo y no seamos capaces de corregir.
Otra ventaja es que el perro aprende a socializar hasta cierto punto, mejora su atención hacia nosotros incluso en una habitación llena de distracciones. También es una buena idea leer la mayor cantidad posible de literatura y manuales sobre perros en la educación y el comportamiento de perros sordos.
¿Qué tipo de señas con las manos son adecuadas?
No hay señas “malas” o “incorrectas” con las manos, una persona puede utilizar lo que le venga más cómodo en cuanto a tipos de señas con las manos, siempre que no sea incoherente. Es decir, se pueden tomar señas directamente de lenguajes de señas, ya que los perros no reconocen lenguas de signos convencionales creadas por humanos, pero sí responden con expectativa a señas recurrentes de la persona con quién están afectivamente vinculados.
Es importante mantener ciertas señas durante el entrenamiento, sin cambiarlas cada cierto tiempo ya que el perro no comprenderá esta incoherencia o confusión, si una seña significaba algo en un momento, no se puede pretender que súbitamente se busque lo mismo haciendo otra seña con la mano.
Hay algunas señas de obediencia básica, pero realmente no es suficiente para comunicarse con un perro. La ventaja de la utilización de señas es que la mayoría de las personas que han formado a un perro será capaz de dar a su perro comandos básicos para evitar problemas de conducta y que el animal se pierda por distanciarse demasiado durante un paseo, por no estar controlado con correa, arnés o no disponer de collar vibratorio.
A través de los Perros Sordos se recomiendan recursos para aprender ASL, acrónimo de la lengua de signos americana, tomando así ciertos signos utilizados para hablar entre personas sordas, que tienen lenguas de signos convencionales -signando con ayuda de las manos- como otras comunidades lingüísticas. Esto puede ser una ventaja, porque cualquier persona que conozca ASL o tenga conocimientos de una lengua de signos de otra comunidad lingüística del mundo será capaz de comunicarse con su perro sordo con menos curva de aprendizaje, porque su repertorio será mucho más amplio de lo requerido.
Algunas personas usan modificaciones del ASL o de otra lengua de signos, a fin de que puedan llevar una correa en una mano y comunicarse con el perro con la otra. Algunas personas se conforman con los signos del ASL o toman signos para crear su lenguaje de señas, se puede comprar un diccionario ASL, o de LSE, lengua de signos española, si parece un desafío inventar signos propios para el adiestramiento. La mayoría de las personas terminan utilizando una combinación de ambos.
Cualquier cosa que usted elija es algo “correcto” para usted y su perro mientras se logre entrenar, los ejemplos y sugerencias son sólo eso, ejemplos. Siéntase libre de usar (o no) cualquier seña con las manos mientras sean sencillas y usted sea persistente en el entrenamiento.
El entrenamiento para perros sordos con comida, es complementario a la necesidad de aprobación y mimos como en cualquier otro tipo de adiestramiento. Con el fin de enseñar a cualquier perro, necesita una manera de “recompensar” el comportamiento correcto, premiar al perro tras la consecución de un objetivo.
Los premios con alimentos ricos que le gusten al perro son fáciles de dar y tienen habitualmente excelentes efectos positivos sobre el animal, un perro que se entrena sin motivación alguna generalmente no trabajará al máximo de sus posibilidades y no será muy vigoroso en su entrenamiento. Hay que dar al perro pequeños premios en alimentos que le gusten, si vemos que no hace mucho caso es mejor probar con algún juguete u objeto que le guste mucho y tengamos en casa.
El tipo de alimentos ideales para dar en recompensa deben ser de pequeño tamaño, sabrosos y que no sean difíciles de comer y tragar como por ejemplo cachitos de salchicha, pollo o alguna croqueta para perros. Es importante no perder tiempo en una comida ya que el perro pierde la concentración del entrenamiento canino y pasa a comer. Debe ser un instante de recompensa, algo rápido acompañado de caricias al animal.
Cualquier cosa que usted elija es algo “correcto” para usted y su perro mientras se logre entrenar, los ejemplos y sugerencias son sólo eso, ejemplos. Siéntase libre de usar (o no) cualquier seña con las manos mientras sean sencillas y usted sea persistente en el entrenamiento.
El entrenamiento para perros sordos con comida, es complementario a la necesidad de aprobación y mimos como en cualquier otro tipo de adiestramiento. Con el fin de enseñar a cualquier perro, necesita una manera de “recompensar” el comportamiento correcto, premiar al perro tras la consecución de un objetivo.
Los premios con alimentos ricos que le gusten al perro son fáciles de dar y tienen habitualmente excelentes efectos positivos sobre el animal, un perro que se entrena sin motivación alguna generalmente no trabajará al máximo de sus posibilidades y no será muy vigoroso en su entrenamiento. Hay que dar al perro pequeños premios en alimentos que le gusten, si vemos que no hace mucho caso es mejor probar con algún juguete u objeto que le guste mucho y tengamos en casa.
El tipo de alimentos ideales para dar en recompensa deben ser de pequeño tamaño, sabrosos y que no sean difíciles de comer y tragar como por ejemplo cachitos de salchicha, pollo o alguna croqueta para perros. Es importante no perder tiempo en una comida ya que el perro pierde la concentración del entrenamiento canino y pasa a comer. Debe ser un instante de recompensa, algo rápido acompañado de caricias al animal.
Enseñando una seña positiva: “¡Buen chico!”
Lo primero que hay que enseñar a su perro es un signo de “correcto” o “buen perro”, una seña que sirve de aprobación y de efusiva muestra de que ha completado con éxito lo que se le pedía. Puede utilizar la palabra de lenguaje de signos “bueno” o “bien” o un “pulgar hacia arriba” o cualquier otra cosa que sea cómodo para usted. Para enseñar, siéntese con su perro y un puñado más o menos sabroso de pequeños premios para recompensa que le gusten realmente y que no estén cerca del perro ni los pueda alcanzar fácilmente, primero debe aprender, luego se le recompensará.
Utilice su seña de aprobación con el perro mientras se muestra contento y efusivo con él, ofreciendo una pequeña recompensa de alimento. Este ejercicio se puede hacer aproximadamente de 3 a 10 veces en varias repeticiones. Luego, haga el signo sin dar la recompensa y detengase a ver qué pasa. Si el perro mira como si quisiera decir “¿bien, dónde está mi premio?”, ¡entonces lo entiende! Recompénsele con un premio final y hágale caricias.
Enseñando la seña de “Mírame”
Hay dos métodos para la enseñanza de “ven hacia mí” o “mírame”. Una es la de enseñar esta orden como un hábito, algo que el perro debe hacer mucho, ya que será complicado llamar su atención si no está muy entrenado y no logramos que nos vea, ya que no puede oírnos; y la otra teoría dice que se enseña como un comando y que solamente debe hacerse mediante un signo y no esperar que sea una respuesta habitual del perro al vernos aparecer.
Para enseñarlo como un hábito, se ha de empezar mediante la adopción de un entrenamiento con premio, poniéndolo cerca de la nariz del perro, después llevando el premio hasta nuestra nariz, dando la seña de “bueno”, y luego dar el premio para que se lo coma el perro. La idea es que nuestro perro nos mire a los ojos. Hay que practicar esta pequeña secuencia en unas repeticiones por unos días.
Luego vaya al paso siguiente, use el premio y mantengalo alejado de usted la distancia de un paso suyo o de su brazo estirado. Su perro probablemente examinará el trozo de alimento o el juguete. Espere hasta que su perro se ponga impaciente, y mire como queriendo decir “bien, ¿cuando me darás mi premio?” Cuando esté impaciente entonces entregue su recompensa rápidamente mientras hace la seña de “buen perro”.
En un primer momento, lo único que conseguirá es un vistazo rápido, pero se puede trabajar poco a poco hasta el momento en que el perro tendrá que mirar nuestro rostro. Usted también debe mantener el premio en lugares distintos mientras entrena con el perro, diferentes distancias, en una mano, a un lado, más cerca del hocico… Hay que practicar también colocando el premio a nuestra espalda, dejando entender al perro que si quiere obtener su recompensa, independientemente de donde se encuentre el premio deberá mirarnos a los ojos para conseguirlo.
Hay dos métodos para la enseñanza de “ven hacia mí” o “mírame”. Una es la de enseñar esta orden como un hábito, algo que el perro debe hacer mucho, ya que será complicado llamar su atención si no está muy entrenado y no logramos que nos vea, ya que no puede oírnos; y la otra teoría dice que se enseña como un comando y que solamente debe hacerse mediante un signo y no esperar que sea una respuesta habitual del perro al vernos aparecer.
Para enseñarlo como un hábito, se ha de empezar mediante la adopción de un entrenamiento con premio, poniéndolo cerca de la nariz del perro, después llevando el premio hasta nuestra nariz, dando la seña de “bueno”, y luego dar el premio para que se lo coma el perro. La idea es que nuestro perro nos mire a los ojos. Hay que practicar esta pequeña secuencia en unas repeticiones por unos días.
Luego vaya al paso siguiente, use el premio y mantengalo alejado de usted la distancia de un paso suyo o de su brazo estirado. Su perro probablemente examinará el trozo de alimento o el juguete. Espere hasta que su perro se ponga impaciente, y mire como queriendo decir “bien, ¿cuando me darás mi premio?” Cuando esté impaciente entonces entregue su recompensa rápidamente mientras hace la seña de “buen perro”.
En un primer momento, lo único que conseguirá es un vistazo rápido, pero se puede trabajar poco a poco hasta el momento en que el perro tendrá que mirar nuestro rostro. Usted también debe mantener el premio en lugares distintos mientras entrena con el perro, diferentes distancias, en una mano, a un lado, más cerca del hocico… Hay que practicar también colocando el premio a nuestra espalda, dejando entender al perro que si quiere obtener su recompensa, independientemente de donde se encuentre el premio deberá mirarnos a los ojos para conseguirlo.
La enseñanza mediante seña o comando de “mírame” es muy similar, excepto que usted debe realizar la seña elegida para “mírame” antes de que el perro se esté fijando en su presencia, debe atraerlo con la seña para que le mire a la cara. Algunas personas empiezan ayudándose con un premio de alimento para llamar la atención del perro primero y después hacen la seña, hay que practicar hasta que se pueda hacer sin mostrar nada de premio, de forma que el perro ejecute correctamente al ver la seña, solamente con ver su gesto, reconociendo a la persona y haciendo más sólido el vínculo.
Es importante lograr que el contacto visual entre el perro y nosotros sea muy frecuente, que nos busque con la mirada, cuanto más mejor, ya sabemos que no puede oirnos, pero si nos mira puede atender a nuestros gestos. Aún entrenando, no hay que deshacerse de la correa al pasear, porque no podremos llamar al perro si se despista y pierde nuestro rastro.
Es importante lograr que el contacto visual entre el perro y nosotros sea muy frecuente, que nos busque con la mirada, cuanto más mejor, ya sabemos que no puede oirnos, pero si nos mira puede atender a nuestros gestos. Aún entrenando, no hay que deshacerse de la correa al pasear, porque no podremos llamar al perro si se despista y pierde nuestro rastro.
Enseñando la seña de “¡No!”
“No” es probablemente la palabra más utilizada en la formación del perro. Es mejor decir que al perro lo que puede hacer, en vez de limitarse a gritar “no” todo el tiempo. Por ejemplo, si su perro salta sobre usted cuando llega a casa, ¿qué puede pensar al decirle “no”? Bueno, ya sabe que no le gusta cuando salta encima, pero no sabe qué hacer en lugar de eso, no sabe cual es el comportamiento adecuado que una persona espera de un perro. Por lo tanto, intentará otra cosa y otra cosa que podrá recibir un “no”.
Esto podría continuar durante bastante tiempo, ya que trata de averiguar lo que es el buen comportamiento. Es mucho más fácil para ambas partes, decirle “siéntate” y saltarse el “no” del todo, enseñar lo que puede hacer antes que enseñar todo lo que no le está permitido hacer. Realizar un entrenamiento constructivo y positivo es más fácil, rápido y ahorra muchos quebraderos de cabeza.
Por lo tanto, la enseñanza no es un poco menos preciso, ya que todo lo que realmente significa es “parar”, se trata de utilizarlo para que el perro detenga su acción y preste atención. La mayoría de las personas usan la enseñanza del “no” con al menos 2 versiones distintas de “no”, uno para problemas menores, y una para problemas mayores. La primera es para “No, eso no es lo que quiero”, y sólo significa detener la acción dentro de un entrenamiento cuando las cosas no se están haciendo bien.
Puede agitar la cabeza y cerrar los ojos, cortando el contacto visual con el perro para reforzar su desaprobación. La segunda es más grave, sería el equivalente de “¡Para!” o “Stop” significa que está realmente haciendo algo malo, y debe ir acompañada de un “lenguaje corporal” mostrando una cara enojada, decepción y gestos de negación. Esta sólo debe usarse después de la primera, si el “no” inicial ha fracasado, ya que si se llega a exagerar, no será útil para nosotros cuando el perro ya esté acostumbrado.
“No” es probablemente la palabra más utilizada en la formación del perro. Es mejor decir que al perro lo que puede hacer, en vez de limitarse a gritar “no” todo el tiempo. Por ejemplo, si su perro salta sobre usted cuando llega a casa, ¿qué puede pensar al decirle “no”? Bueno, ya sabe que no le gusta cuando salta encima, pero no sabe qué hacer en lugar de eso, no sabe cual es el comportamiento adecuado que una persona espera de un perro. Por lo tanto, intentará otra cosa y otra cosa que podrá recibir un “no”.
Esto podría continuar durante bastante tiempo, ya que trata de averiguar lo que es el buen comportamiento. Es mucho más fácil para ambas partes, decirle “siéntate” y saltarse el “no” del todo, enseñar lo que puede hacer antes que enseñar todo lo que no le está permitido hacer. Realizar un entrenamiento constructivo y positivo es más fácil, rápido y ahorra muchos quebraderos de cabeza.
Por lo tanto, la enseñanza no es un poco menos preciso, ya que todo lo que realmente significa es “parar”, se trata de utilizarlo para que el perro detenga su acción y preste atención. La mayoría de las personas usan la enseñanza del “no” con al menos 2 versiones distintas de “no”, uno para problemas menores, y una para problemas mayores. La primera es para “No, eso no es lo que quiero”, y sólo significa detener la acción dentro de un entrenamiento cuando las cosas no se están haciendo bien.
Puede agitar la cabeza y cerrar los ojos, cortando el contacto visual con el perro para reforzar su desaprobación. La segunda es más grave, sería el equivalente de “¡Para!” o “Stop” significa que está realmente haciendo algo malo, y debe ir acompañada de un “lenguaje corporal” mostrando una cara enojada, decepción y gestos de negación. Esta sólo debe usarse después de la primera, si el “no” inicial ha fracasado, ya que si se llega a exagerar, no será útil para nosotros cuando el perro ya esté acostumbrado.
Enseñando la seña de “Liberación” o “Suelta eso”
Enseñar una palabra de liberación también es importante. Tanto para soltar objetos como para pasar a otro entrenamiento o actividad, como para dar término a una sesión de adiestramiento, dejando descansar al perro. Si no se avisa al perro con un gesto claro, él tendrá que decidir por su cuenta, podrá confundirse, insistir o buscar atención en la persona.
Enseñar una palabra de liberación también es importante. Tanto para soltar objetos como para pasar a otro entrenamiento o actividad, como para dar término a una sesión de adiestramiento, dejando descansar al perro. Si no se avisa al perro con un gesto claro, él tendrá que decidir por su cuenta, podrá confundirse, insistir o buscar atención en la persona.
Enseñarle a su perro a ser tranquilo y no actuar bruscamente
Enseñar a su perro a ser dócil en la conducta cotidiana es esencialmente lo mismo que la enseñanza de la inhibición de morder. Los perros deben aprender que la gente tiene la piel muy sensible, y que deben ser muy cuidadosos con sus dientes, los cachorros son especialmente mordedores en sus juegos. Este es un proceso que comienza cuando son cachorros con sus compañeros perrunos y con los demás perritos de la camada, sus hermanos.
Cuando un cachorro muerde a otro cachorro demasiado duro, el cachorro chilla y huye. El cachorro que muerde duro poco a poco aprende que la diversión se detiene cuando las mordeduras hacen daño. La enseñanza de un cachorro a ser suave es una continuación de esta observación.
Obviamente, con un perro sordo, gritando no ayuda porque los chillidos no se escuchan cuando uno está sordo, pero la retirada de atención o los gestos de dolor si son llamativos para el perro. La enseñanza debe ser un proceso gradual. Empezaremos tirando de las manos hacia atrás y levantándose cuando el perro muerde muy fuerte y nos hace daño. No tire las manos lejos demasiado rápido, ya que puede convertirse en un juego. A medida que su cachorro aprende, poco a poco el “ouch” se puede realizar un punto más bajo de forma menos exagerada, hasta que su perro entiende que los dientes caninos en la piel humana son una cosa mala, que duele.
Enseñar a su perro a ser dócil en la conducta cotidiana es esencialmente lo mismo que la enseñanza de la inhibición de morder. Los perros deben aprender que la gente tiene la piel muy sensible, y que deben ser muy cuidadosos con sus dientes, los cachorros son especialmente mordedores en sus juegos. Este es un proceso que comienza cuando son cachorros con sus compañeros perrunos y con los demás perritos de la camada, sus hermanos.
Cuando un cachorro muerde a otro cachorro demasiado duro, el cachorro chilla y huye. El cachorro que muerde duro poco a poco aprende que la diversión se detiene cuando las mordeduras hacen daño. La enseñanza de un cachorro a ser suave es una continuación de esta observación.
Obviamente, con un perro sordo, gritando no ayuda porque los chillidos no se escuchan cuando uno está sordo, pero la retirada de atención o los gestos de dolor si son llamativos para el perro. La enseñanza debe ser un proceso gradual. Empezaremos tirando de las manos hacia atrás y levantándose cuando el perro muerde muy fuerte y nos hace daño. No tire las manos lejos demasiado rápido, ya que puede convertirse en un juego. A medida que su cachorro aprende, poco a poco el “ouch” se puede realizar un punto más bajo de forma menos exagerada, hasta que su perro entiende que los dientes caninos en la piel humana son una cosa mala, que duele.
Enseñando al perro la seña de “Sentarse”
Sentarse o “siéntate” es probablemente una de las cosas más fundamentales que a cualquier perro se le enseña y, probablemente, uno de los comandos más fáciles también. Comencemos con una recompensa colocada en la nariz del perro, y luego llevarla detrás de sus oídos hasta que se siente.
Tenga cuidado de no levantar la mano, o su perro probablemente dará un salto para conseguir la recompensa en lugar de seguir la sesión de entrenamiento. La práctica permite conseguir que la seña sea comprendida sin recompensas, sólo con el gesto de la mano, esto se debe hacer unas cuantas veces y, a continuación, empezar a trabajar en la mano firme sin nada más. Puede utilizar el signo de obediencia a la izquierda, o puede utilizar el signo de la mano de lenguaje de signos para “siéntate”. Si utiliza el signo de obediencia, el lugar donde puede llevar el premio es tomado entre el dedo pulgar y la palma de la mano mientras hace el signo. Una vez que el perro sabe que significa el signo, no será necesario la recompensa en la mano.
“Tumbado” es otro comando muy básico, pero a veces es un poco más difícil de enseñar. La manera habitual de enseñar es que el perro se siente, para lo cual tenemos que tener controlada la seña de sentarse primero y, a continuación, poner un premio a un nivel inferior de la nariz del perro en el suelo. Tenga cuidado de que no se le mueva el premio hacia adelante o lo deje demasiado cerca del perro, como a veces el perro se puede poner de pie teniendo una postura con la cabeza hacia abajo, para obtener el sabroso premio. Este gesto de obediencia, se hace naturalmente, a su vez hacia abajo en un signo con la mano, pero también puede utilizar la seña de lenguaje de signos para la palabra “Tumbado” mientras muestra al perro como colocarse.
Algunos perros simplemente no se sentarán facilmente, habrá que esforzarse algo más para lograr su obediencia ante esta seña. Otra forma de hacerlo es sentarse en cuclillas o en el suelo con una pierna delante de usted poniendo la recompensa debajo. Recoger el premio, y hacer llegar al perro debajo de su pierna para demostrar que el perro deberá tumbarse y quedarse abajo si quiere obtener la recompensa. Hay que colocarse lo suficientemente bajo para que el perro deba acostarse para poder pasar por debajo de la pierna. Tan pronto como sus codos y el vientre estén pegados al suelo, debemos hacer el signo “abajo” y darle el premio. También se puede utilizar este método con una mesa baja o usando una silla.
Otra forma es más lenta, pero todavía funciona. Colocar un premio en el frontal de la nariz del perro, y bajar a unos cuantos centímetros (suficiente para que el perro baje la cabeza). Asegúrese de que su cola permanece en el suelo y no mueve la pata para alcanzar el alimento o el juguete (se puede mantener el premio entre el pulgar y la palma, de modo que la mano se encuentra en el signo “abajo”).
Una vez que está haciendo esto con regularidad, la reducción debe ir a más, bajando más la posición antes de dar la recompensa. Cuando el perro baja la cabeza hasta el suelo, empiece a sacar adelante el premio. De nuevo, asegúrese de que su cola se queda abajo. Su perro eventualmente puede mover una pata hacia adelante, si ha bajado y se ha tumbado, hay que recompensarle entonces. Mantenga la rutina atrayendo más y más a lo largo, hasta que su perro se acueste. Esto puede tomar unas cuantas clases, pero se puede llegar hasta allí.
Algunos perros simplemente no se sentarán facilmente, habrá que esforzarse algo más para lograr su obediencia ante esta seña. Otra forma de hacerlo es sentarse en cuclillas o en el suelo con una pierna delante de usted poniendo la recompensa debajo. Recoger el premio, y hacer llegar al perro debajo de su pierna para demostrar que el perro deberá tumbarse y quedarse abajo si quiere obtener la recompensa. Hay que colocarse lo suficientemente bajo para que el perro deba acostarse para poder pasar por debajo de la pierna. Tan pronto como sus codos y el vientre estén pegados al suelo, debemos hacer el signo “abajo” y darle el premio. También se puede utilizar este método con una mesa baja o usando una silla.
Otra forma es más lenta, pero todavía funciona. Colocar un premio en el frontal de la nariz del perro, y bajar a unos cuantos centímetros (suficiente para que el perro baje la cabeza). Asegúrese de que su cola permanece en el suelo y no mueve la pata para alcanzar el alimento o el juguete (se puede mantener el premio entre el pulgar y la palma, de modo que la mano se encuentra en el signo “abajo”).
Una vez que está haciendo esto con regularidad, la reducción debe ir a más, bajando más la posición antes de dar la recompensa. Cuando el perro baja la cabeza hasta el suelo, empiece a sacar adelante el premio. De nuevo, asegúrese de que su cola se queda abajo. Su perro eventualmente puede mover una pata hacia adelante, si ha bajado y se ha tumbado, hay que recompensarle entonces. Mantenga la rutina atrayendo más y más a lo largo, hasta que su perro se acueste. Esto puede tomar unas cuantas clases, pero se puede llegar hasta allí.
Enseñar la seña de “Levantarse” o “Arriba”
“Levantarse” no es un comando que se utiliza mucho, pero puede ser útil cuando llega el momento del cepillado de su perro, o en la clínica del veterinario. Con el perro sentado, hay que realizar la seña de arriba o levantado con una mano que hay que pasar en frente de su cara. La mayoría de los perros se levantan para recibir la recompensa si la huelen en la mano o la ven en la mano al pasar haciendo la seña. Cuando se le da el premio, a continuación, se debe poner una mano en el cuello y la otra bajo su vientre de modo que él debe permanecer de pie y mantener esa posición. Simplemente el perro debe permanecer unos segundos, luego suéltelo.
Como él se acostumbra a ello con rapidez, vamos a ampliar el plazo de tiempo en el que tiene que mantenerse de pie, y tocarlo por todo el cuerpo incluida la cola, los pies, hocico y orejas. Trata de dar más recompensa si es necesario. La idea es que el perro permanezca de pie cómodamente, sin importar lo que está haciendo con él. El signo se va a iniciar a partir de la nariz del perro hacia adelante, pero debe ser poco a poco, un movimiento hacia arriba en ángulo que será un movimiento de barrido brazo recto hacia arriba, de modo que el perro acaba de pie en lugar de caminar hacia adelante para recibir el premio.
Enseñanza de la orden “Espera aquí”, “Detente”
“Quieto aquí”, “detente”, es un ejercicio que enseña a su perro a detenerse en un lugar determinado cuando está libre de control. Estando el perro sentado, y haciendo el gesto de lenguaje por señas de “espera”, la palma de su mano delante de su cara, o la seña en lenguaje de signos “estancia”, que utiliza las dos manos.
Dar al perro entonces una recompensa rápidamente, y luego realizar la seña de “espera” o “quieto ahí” de nuevo, otro premio, “detente” y un premio más. A continuación, un entusiasta “¡buen chico!” o “buen perro” e indique que desea cambiar su posición cuando ha llegado su liberación por conseguir completar exitosamente la orden.
Poco a poco, el tiempo entre la petición de “quieto ahí” y la recompensa debe espaciarse, al dejar un poco más de tiempo el perro permanecerá sentado durante períodos más largos, la mecánica es realmente sencilla pero el tiempo se ha de alargar un periodo que correspondería a tres premios al inicio de la disciplina. Se recompensa al perro mientras permanece detenido en la estancia y, a continuación, una vez dando nuestra aprobación efusiva “¡bien hecho!” cuando se realiza este entrenamiento. Una vez que nuestro perro parece comprender, pasamos al siguiente paso.
Coloque la recompensa en el suelo delante del perro. Si bien sigue siendo, alimentar con un premio de uno en uno a cada vez, con bastante rapidez. Puede que sea necesario para mantener su cuello en un primer momento, pero no trate de mantener su posición en una sesión, se puede entrenar varias veces y hay que tener paciencia. Si el perro o la perra insiste en levantarse y moverse hacia delante, simplemente no dejes que se coma la recompensa. Escondelos premios de alimento o el juguete, cubrelos con la mano, o pasa sobre ellos. Dile que se siente de nuevo haciendo la seña con la mano, y coloque de nuevo el premio.
Como el perro empieza a comprender que significa el movimiento, empiece a extender el tiempo entre cada bocado de nuevo, haciendo que mantenga la posición antes de cada recompensa. Añadir poco a poco cierta distancia. No trate de aumentar la distancia y la duración al mismo tiempo, hay que entrenar con paciencia dando pequeños pasos para lograr grandes avances. Si desea que su estancia dure más tiempo, se puede quedar más cerca del perro.
Asegúrese de utilizar el signo de liberación, de modo que el perro sepa cuando se puede mover. A medida que su perro es mejor entendedor, se puede añadir algunas distracciones, puede saltar, poner obstáculos llamativos entre usted y el perro. Permanecer quieto estando tumbado abajo se enseña de la misma manera, solamente cambia la posición en la que debe quedarse el perro cuando está detenido.
Enseñando la seña de “Déjalo”
“Deja eso” es una manera de decirle a su perro que no puede tener lo que sea que está viendo, o que no lo puede comer o llevárselo a la boca. Para enseñar esto al perro, mantenga un alimento de premio en una mano, la palma abierta y la otra mano para hacer las señas.
Utilice la seña del lenguaje de signos de “lo dejas” o “deja eso”, y cuando el perro intente tomar el premio, se pondrá cerca de su mano entonces dele la vuelta y no deje que se coma la recompensa. No tire la mano o aumente la distancia o ponga la mano en alto.
El perro probablemente acercará la nariz para oler o lamerá la mano, o tal vez pondrá su pata. Cuando él se de por vencido y se aparte, no espere unos segundos, para dar la seña de “OK”, “buen perro” y deje que él se coma su recompensa. A medida que se avance con la práctica, su perro se dará cuenta de que no puede tener el premio a menos que se le diga que él puede tenerlo, a menos que reciba una seña visual.
Eventualmente, usted será capaz de mantener un trozo de alimento como premio justo delante de su nariz y que no la toque. Una vez que él sepa que usted puede indicarle “deja eso” con respecto a otras cosas que también están por la casa como los alimentos en una mesa o una taza de café, aprenderá a regular este comportamiento curioso con las cosas que no le está permitido tomar. Es necesario entrenar con práctica, a partir de un nivel más lento y sencillo como poner los alimentos en el suelo, luego en una mesa, y así sucesivamente en otros lugares de más difícil acceso donde suelen ponerse cosas que el perro no debe tocar o probar.
“Deja eso” es una manera de decirle a su perro que no puede tener lo que sea que está viendo, o que no lo puede comer o llevárselo a la boca. Para enseñar esto al perro, mantenga un alimento de premio en una mano, la palma abierta y la otra mano para hacer las señas.
Utilice la seña del lenguaje de signos de “lo dejas” o “deja eso”, y cuando el perro intente tomar el premio, se pondrá cerca de su mano entonces dele la vuelta y no deje que se coma la recompensa. No tire la mano o aumente la distancia o ponga la mano en alto.
El perro probablemente acercará la nariz para oler o lamerá la mano, o tal vez pondrá su pata. Cuando él se de por vencido y se aparte, no espere unos segundos, para dar la seña de “OK”, “buen perro” y deje que él se coma su recompensa. A medida que se avance con la práctica, su perro se dará cuenta de que no puede tener el premio a menos que se le diga que él puede tenerlo, a menos que reciba una seña visual.
Eventualmente, usted será capaz de mantener un trozo de alimento como premio justo delante de su nariz y que no la toque. Una vez que él sepa que usted puede indicarle “deja eso” con respecto a otras cosas que también están por la casa como los alimentos en una mesa o una taza de café, aprenderá a regular este comportamiento curioso con las cosas que no le está permitido tomar. Es necesario entrenar con práctica, a partir de un nivel más lento y sencillo como poner los alimentos en el suelo, luego en una mesa, y así sucesivamente en otros lugares de más difícil acceso donde suelen ponerse cosas que el perro no debe tocar o probar.
Enseñando la orden “Ven” y “Ven aquí”
Lo más importante para recordar acerca de la enseñanza de venir, es que usted nunca debe castigar a su perro cuando viene hacia usted. Esto incluye cualquier cosa que no le guste a su perro, no nos referimos unicamente a un castigo físico, si a su perro le da miedo el momento del baño no entrene para aprender la orden de “ven conmigo” si piensa bañarle después, si no le gusta ser agarrado mucho tiempo no le retenga cuando haya conseguido que venga hasta su posición o no le recorte las uñas justo en ese momento si no le gusta, cuando practique esta orden, solamente ocúpese del entrenamiento y de la recompensa. No importa lo que hizo justo antes de llamar al perro, lo único que el recuerda es que vino, y usted le hizo algo poco agradable.
Si su perro tiene mal comportamiento, o lo que tiene que hacer cuando el venga es algo desagradable, es necesario dirigirse hasta el perro en vez de entrenar esta orden. Usted no desea que su perro tenga dudas sobre si es o no es seguro que vaya hacia usted en un momento y pueda acabar en algo desagradable. Además, cuando se realiza la enseñanza de la seña “ven conmigo”, no se quiere dar al perro ningún motivo para que piense que va a pasar algo malo. En otras palabras, no hay que llamar al perro si no estamos seguros de que se encuentra bien con nosotros y de que vendrá por si mismo.
Esta orden es especialmente difícil, si hemos logrado conseguir alguna de las básicas podemos estar muy contentos porque con este aprendizaje se puede llegar a tardar mucho tiempo hasta tenerlo dominado, algunos perros no mantienen una permanente obediencia ante las llamadas hasta que no son adultos entrenados con unos 2 años.
Esta orden es especialmente difícil, si hemos logrado conseguir alguna de las básicas podemos estar muy contentos porque con este aprendizaje se puede llegar a tardar mucho tiempo hasta tenerlo dominado, algunos perros no mantienen una permanente obediencia ante las llamadas hasta que no son adultos entrenados con unos 2 años.
Dicho esto, la enseñanza es muy similar a las anteriores señas. Por lo general, puede usar dos formas de proceder. El primero es una seña “ven aquí” que puede utilizar cuando el perro está cerca de usted. El gesto del lenguaje de signos para la palabra “Ven” funciona bien para esto. El otro es un gran gesto de barrido cuando el perro está más lejos de usted, a veces esto se hace por encima de su cabeza, para realmente obtener su atención, sirve cuando el perro está a una cierta distancia de nosotros y no podríamos cogerle.
“Ven conmigo” es una forma casual de pedir al perro que venga con nosotros, es opcional para el perro, y se utiliza cuando no importa si el perro nos sigue o no como por ejemplo si estamos moviéndonos por la casa y queremos que nos siga hasta alguna habitación, para estos casos no es necesario entrenar con sistema de recompensa.
Si bien con la enseñanza de una seña seria como “Ven”, especialmente con un perro sordo de cierta edad que puede no haber tenido buenas experiencias anteriores, es probablemente una buena idea utilizar una cuerda en el collar del perro. Nunca deje la cuerda en el collar del perro cuando no está allí para supervisar. Puede ser un hilo o una cuerda muy corta si entrena dentro de la casa, y más largo para entrenar fuera. ¡No utilice esta cuerda para tirar del perro hacia usted! Es preferible equiparse con algunos muy buenos premios, alimentos y juguetes, anime a su perro para venir con usted (si es un poco lento, dé la vuelta y comience a correr para otro lado, casi todos los perros accelerarían para seguirle).
“Ven conmigo” es una forma casual de pedir al perro que venga con nosotros, es opcional para el perro, y se utiliza cuando no importa si el perro nos sigue o no como por ejemplo si estamos moviéndonos por la casa y queremos que nos siga hasta alguna habitación, para estos casos no es necesario entrenar con sistema de recompensa.
Si bien con la enseñanza de una seña seria como “Ven”, especialmente con un perro sordo de cierta edad que puede no haber tenido buenas experiencias anteriores, es probablemente una buena idea utilizar una cuerda en el collar del perro. Nunca deje la cuerda en el collar del perro cuando no está allí para supervisar. Puede ser un hilo o una cuerda muy corta si entrena dentro de la casa, y más largo para entrenar fuera. ¡No utilice esta cuerda para tirar del perro hacia usted! Es preferible equiparse con algunos muy buenos premios, alimentos y juguetes, anime a su perro para venir con usted (si es un poco lento, dé la vuelta y comience a correr para otro lado, casi todos los perros accelerarían para seguirle).
Cuando llegue hasta usted, tome la cuerda rapidamente sin tirar de ella, solamente para que no se vaya, hay que darle entonces la recompensa y luego regresar al punto de partida ya caminando con el collar sujeto. No hay que tomar la cuerda hasta el final y hay que recompensar a nuestro perro cuando viene hasta nosotros. Si completa con éxito lo que le pedimos, le elogiaremos, le haremos la seña de “buen perro”, le podemos dejar ir y jugar otra vez a que venga hasta nosotros.
Si un perro piensa que sólo le llaman para hacer que venga a jugar, el perro no vendrá por otros motivos. Esta práctica por lo menos se debe realizar 3 veces en cada sesión de entrenamiento. Eventualmente, usted será capaz de no tener que colocar una correa en el collar del perro, porque para su amigo de cuatro patas, llegar al encuentro de una persona de la familia será la cosa más maravillosa que podía hacer.
Si un perro piensa que sólo le llaman para hacer que venga a jugar, el perro no vendrá por otros motivos. Esta práctica por lo menos se debe realizar 3 veces en cada sesión de entrenamiento. Eventualmente, usted será capaz de no tener que colocar una correa en el collar del perro, porque para su amigo de cuatro patas, llegar al encuentro de una persona de la familia será la cosa más maravillosa que podía hacer.
La enseñanza de las señas de “Ir” y “Moverse”
“Ir” y “Moverse” son muy similares, pero ligeramente diferentes. Con “ir”, el perro debe pasar a un lugar específico, o en una determinada dirección, debemos indicarle hacia donde debe ir. “Mover” se entiende simplemente para salir del camino, o salir de la zona inmediata donde nos encontramos, sobretodo para casos en los que puede venir un peligro, un grupo de transeuntes, ciclistas, entonces nos movemos simplemente a un lado.
Al enseñar la seña de “ir”, se puede comenzar con su perro sentado a su lado. Tras decir la seña de “quieto” o “espera”, hay que caminar unos pasos delante y poner el premio en el suelo a corta distancia. Entonces regresamos de nuevo hasta la posición del perro, y hacemos el signo que hayamos elegido para “ir” señalando al premio que está en el suelo. Esto debería funcionar. Normalmente el perro debe ir a tomar el premio que ha sido colocado. Después de la práctica de este ejercicio varias veces, tratemos de poner dos o tres pequeños contenedores limpios en diferentes posiciones delante del perro. Haga la seña a su de sentarse y permanecer de nuevo quieto.
Coloque la recompensa, por ejemplo trozitos de comida sabrosa en diferentes lugares, dentro todos o de alguno de los contenedores y conserva algún premio con usted. Indique a su perro que debe “ir” a uno de ellos. Si va hasta él, deje que coma rápidamente un alimento (ya sea de la mano o al abrir el recipiente). Si él va hacia otro lugar o no viene hacia donde queremos, dar una negación entonces con la seña de “no” (agitar la cabeza hacia los lados con desaprobación también ayuda) y llevarlo de vuelta al punto de partida para volver a intentarlo. Una vez que entienda que debe ir a donde usted le dice a él, oculte los contenedores y comience a practicar con direcciones sin usar obstáculos de señuelo. Usted quiere que su perro sea obediente para ir a donde usted dice, si hay comida o si no hay una recompensa visible.
Para enseñar a “moverse”, haga la seña escogida de “mover” para su perro y, a continuación, ande arrastrando los pies hacia él. Debe salir fuera del camino o de una zona donde se encuentren, echarse a un lado. No trate de correr con su perro hacia algna dirección, simplemente haga que se mueva al observar como anda usted. Cuando lo haga, le haremos la seña de “buen perro”, le daremos un premio y, a continuación, trabajaremos en otra cosa durante unos minutos antes de intentar de nuevo este ejercicio. Después de un par de sesiones, el perro debe comenzar a entender que “mover” significa salir del camino, no obstaculizar, echándose a un lado.
Enseñanza de la orden de “Pasear”
Los perros se comportan involuntariamente de forma incorrecta durante los paseos, acostumbrándose a tirar de la correa. Cada vez salen con una persona para un paseo, suelen tirar, y la persona entonces les sigue a lo largo del camino andando detrás, por lo que el perro piensa que eso es lo que es un paseo. Es más fácil enseñar a un cachorro sin malos hábitos como caminar bien, pero a un perro de más edad se le puede enseñar también.
Para enseñar a un perro a caminar de forma agradable con una correa es a menudo más fácil para comenzar la formación sin usar la correa. Empiece con un puñado de premios y, si bien jugando, recompense a su perro cada vez que camine a su lado, sin separarse del mismo nivel, ni quedarse atrás ni ir por delante. Cuando el perro empieza a hacerlo más a menudo, la introducción de una seña mediante el tacto como palmaditas la pierna o la cadera empieza a ser útil. Una vez que parece estar haciendo bien esa parte, se puede introducir el entrenamiento con la correa. Después de que ande de forma agradable en un paseo en el patio trasero, o en una zona controlada sin tráfico o personas extrañas, trate de caminar por la acera o por algún camino cercano a casa, con la correa.
Para perros que ya han aprendido a ser muy fuertes y obstinados tirando de la correa se puede controlar al perro por medio de una correa especial que sujeta mayor parte del cuerpo, no solamente al cuello con cuerda extensible.
Hay muchas otras maneras de enseñar a un perro a no tirar. Dos de los ejercicios más comunes son: primero, parar la marcha para poner fin al paseo con su perro cada vez que tira (en este caso, volverá a ver por qué usted no está en movimiento); segundo, tirar a su vez hacia nosotros e ir a otro lado cuando tira de su perro (mejor teniendo al perro cerca para que no sea molesto y no desorientemos al perro) de modo que nos acompañe sin ir delante sino al lado.
Bueno, han sido muchas señas básicas pero dominarlas no va a ser precisamente fácil. ¡No hay que parar aquí! si usted puede, entrene más, más fácil será después para enseñar al perro nuevas señas, nuevos comandos a ejecutar. Hay muchas, muchas cosas que usted puede enseñar a su perro, y cuanto más entrenen y aprendan los dos juntos, más fuerte será el vínculo entre el perro y el amo. Usted puede enseñarle a su perro nombres de varias cosas (pelota, juguete, hueso), o los nombres de los miembros de la familia.
También puede atreverse con trucos que pueden resultar divertidos para los perros como rodar por el suelo, dar la patita para saludar… El único límite es la imaginación y perseverancia en el entrenamiento. En cualquier caso, primero hay que empezar por lo básico, entrenar duro, recompensar y tener mucho ánimo y paciencia.
Contacto: psicolmascot@gmail.com
Los perros se comportan involuntariamente de forma incorrecta durante los paseos, acostumbrándose a tirar de la correa. Cada vez salen con una persona para un paseo, suelen tirar, y la persona entonces les sigue a lo largo del camino andando detrás, por lo que el perro piensa que eso es lo que es un paseo. Es más fácil enseñar a un cachorro sin malos hábitos como caminar bien, pero a un perro de más edad se le puede enseñar también.
Para enseñar a un perro a caminar de forma agradable con una correa es a menudo más fácil para comenzar la formación sin usar la correa. Empiece con un puñado de premios y, si bien jugando, recompense a su perro cada vez que camine a su lado, sin separarse del mismo nivel, ni quedarse atrás ni ir por delante. Cuando el perro empieza a hacerlo más a menudo, la introducción de una seña mediante el tacto como palmaditas la pierna o la cadera empieza a ser útil. Una vez que parece estar haciendo bien esa parte, se puede introducir el entrenamiento con la correa. Después de que ande de forma agradable en un paseo en el patio trasero, o en una zona controlada sin tráfico o personas extrañas, trate de caminar por la acera o por algún camino cercano a casa, con la correa.
Para perros que ya han aprendido a ser muy fuertes y obstinados tirando de la correa se puede controlar al perro por medio de una correa especial que sujeta mayor parte del cuerpo, no solamente al cuello con cuerda extensible.
Hay muchas otras maneras de enseñar a un perro a no tirar. Dos de los ejercicios más comunes son: primero, parar la marcha para poner fin al paseo con su perro cada vez que tira (en este caso, volverá a ver por qué usted no está en movimiento); segundo, tirar a su vez hacia nosotros e ir a otro lado cuando tira de su perro (mejor teniendo al perro cerca para que no sea molesto y no desorientemos al perro) de modo que nos acompañe sin ir delante sino al lado.
Bueno, han sido muchas señas básicas pero dominarlas no va a ser precisamente fácil. ¡No hay que parar aquí! si usted puede, entrene más, más fácil será después para enseñar al perro nuevas señas, nuevos comandos a ejecutar. Hay muchas, muchas cosas que usted puede enseñar a su perro, y cuanto más entrenen y aprendan los dos juntos, más fuerte será el vínculo entre el perro y el amo. Usted puede enseñarle a su perro nombres de varias cosas (pelota, juguete, hueso), o los nombres de los miembros de la familia.
También puede atreverse con trucos que pueden resultar divertidos para los perros como rodar por el suelo, dar la patita para saludar… El único límite es la imaginación y perseverancia en el entrenamiento. En cualquier caso, primero hay que empezar por lo básico, entrenar duro, recompensar y tener mucho ánimo y paciencia.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
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