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Erik Farina año 2000 |
Comportamiento Social del Perro
Capítulo 14
El Carácter del Perro
La causa mayor antipática de muchas
personas hacia los perros está en el miedo ante sus posibles
reacciones agresivas sin motivo aparente.
En efecto, la agresividad es el
comportamiento canino que más teme el humano, y al mismo tiempo es
uno de los caracteres más deseables en los perro de guarda y
defensa, y por lo tanto una de las razones fundamentales de su
domesticación en los albores de la humanidad.
De este contraste nace la difícil
relación con la agresividad natural de los perros: por una parte se
quisiera que nuestro perro fuese dócil y amistoso con los parientes
y con los amigos y que fuera agresivo con los extraños; y por otra
está la convicción de que el perro no puede razonar con nuestra
cabeza y de que su modo de dispensar saludos amistosos no se basa en
unos parámetros totalmente distintos.
Para averiguar las intenciones de un
perro se debe tratar de comprender los mensajes que el perro,
voluntario o involuntariamente, nos trasmite con su lenguaje
corporal.
Un modo óptimo para entender el estado
y las intenciones del perro que se nos acerca es observar la posición
de sus orejas y de su rabo; y puesto que los esquemas de
comportamiento que regulan los mensajes entre los perros son innatos
en todos los perros, es raro encontrar perros que se comporten de
manera extraña e inusual salvo problemas congénitos añadidos.
Una vez entendido el verdadero
significado de las posiciones de la cabeza, orejas y rabo, no será
difícil actuar en consecuencia y decidir si acariciar al perro
siempre que sea el perro el que se acerca, o evitarlo del todo.
Hay que subrayar que la agresividad en
los perros varía mucho de un perro a otro, y de raza a raza, y son
muy diversos los factores que la determinan.
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Erik Farina año 1994 |
El periodo de socialización de los
cachorros tiene una importancia fundamental para las futuras
relaciones con otros perros o con los humanos.
Como diré en el capítulo sobre las
relaciones entre madre y cachorros, durante la fase de su crecimiento
los cachorros desarrollan las relaciones sociales más fuertes con
los demás perros.
Si durante este período no se les da a
los cachorros la posibilidad de desarrollar relaciones con los
humanos, en el futuro mostrarán siempre miedo y aversión por los
humanos, y podrán resultar agresivos.
También el sexo tiene su importancia
en el desarrollo de la agresividad; los machos son siempre más
agresivos que las hembras, cosa que deberá tener en cuenta quien
quiera adoptar un perro que no sea excesivamente problemático.
Pero hay también factores genéticos
que determinan en gran medida la agresividad de los perros. Es
evidente que los de razas seleccionadas expresamente para la guarda y
la defensa son mucho más agresivos que los de las razas
seleccionadas para perros de compañía con los que compartir buenos
momentos, o perros de asistencia, como en de los invidentes, los
lazarillos.
Durante generaciones y generaciones de
perros, los ganaderos han seleccionado algunas razas acentuando su
agresividad. Se ha demostrado que la agresividad de estos perros es
mucho mayor que la de otras razas.
Otros perros que han sido criados menos
agresivos, como por ejemplo los perros cobradores, que hoy en día se
utilizan en rescate, salvamento, perros de asistencia, terapia, etc...
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
PSICOLMASCOT
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