Erik Farina 2013 |
La
educación de nuestro perro es continua y permanente, no algo que se
produce sólo en clase y una vez por semana.
Las clases de adiestramiento tienen por objetivo enseñar a los propietarios a adiestrar a sus perros, aparte de contribuir a la socialización de los perros y constituir un grupo de apoyo que brinde ayuda y consejos a los propietarios que lo requieran.
Las clases de adiestramiento tienen por objetivo enseñar a los propietarios a adiestrar a sus perros, aparte de contribuir a la socialización de los perros y constituir un grupo de apoyo que brinde ayuda y consejos a los propietarios que lo requieran.
Los
perros, como los humanos, pueden reaccionar negativamente ante el
estrés, por lo que es fundamental elegir la clase adecuada.
Las clases ya no deben ser repetitivas, aburridas y compulsivas, porque los métodos modernos, basados en la motivación por medio de golosinas o juguetes, producen clases gratas, divertidas e informales. Si el curso es bueno, usted podrá pedir consejo sobre cualquier problema práctico, ya sea relacionado con el adiestramiento o con cómo cuidar a su perro en general.
Las clases ya no deben ser repetitivas, aburridas y compulsivas, porque los métodos modernos, basados en la motivación por medio de golosinas o juguetes, producen clases gratas, divertidas e informales. Si el curso es bueno, usted podrá pedir consejo sobre cualquier problema práctico, ya sea relacionado con el adiestramiento o con cómo cuidar a su perro en general.
El
Adiestramiento en el Hogar
Los
perros adultos necesitan ser adiestrados básicamente en el hogar y
durante el paseo. Siéntate, Túmbate, Quieto, Ven, son órdenes que
puede aprender a ejecutar mediante las mismas técnicas que la de los
cachorros, practicando de forma regular. Sea cual sea la edad del
perro, es muy importante que aprenda a pasear sujeto con la correa.
A muchos perros parece encantarles tensar al máximo la correa, a pesar del peligro de ahogarse con el collar. Llevan al propietario casi a rastras al parque y obtienen por hacerlo el mejor premio del día: la oportunidad de correr a sus anchas sin estar atados.
A muchos perros parece encantarles tensar al máximo la correa, a pesar del peligro de ahogarse con el collar. Llevan al propietario casi a rastras al parque y obtienen por hacerlo el mejor premio del día: la oportunidad de correr a sus anchas sin estar atados.
No
es posible enseñar a un perro a no tensar la correa camino del
parque: el perro está demasiado excitado como para atender a ninguna
orden. Será mejor que empiece por invitarlo a seguirte mientras
pasea alrededor de la casa o el jardín sin la correa, utilizando una
golosina o un juguete como incentivo para mantenerlo cerca de usted y
felicitándolo e inmediatamente después darle la golosina o el
juguete cuando camine a su lado. Asegúrese de que estas sesiones son
breves y amenas y no deje de halagarlo siempre que camine a su lado.
Erik Farina 2013 |
El
Adiestramiento con la Correa Puesta
Cuando
ya domine la técnica en el hogar, el jardín, el patio, o la
terraza, póngale la correa. Si le cuesta adaptarse a caminar con la
correa, un collar de adiestramiento puede facilitarle el
adiestramiento, pero asegúrese de que lo lleva bien puesto y no le
producirá malestar. Comience paseando en el interior de la casa.
-Aléjese
de el perro lentamente, sin tensar la correa. Si le sigue, dale la
señal de aprobación y el premio.
-Si
la correa se tensa, deténgase. No se ponga en marcha de nuevo hasta
que el perro tenga la correa floja, no importa el tiempo.
-Cuando
ya haya aprendido a hacerlo en el interior, salga fuera de casa, al
jardín, patio o terraza. Y si todo va bien allí, pruebe en una zona
más amplia, como un parque. Cada vez que el perro tense la correa,
deténgase por completo. Pronto comprenderá que caminando despacio
consigue llegar antes al parque que apretando el paso.
La
Orden de Déjalo
Esta
orden significa, “no lo toques mientras no te demos permiso”, y
resulta muy útil cuando los niños comen sin sentarse a la mesa,
porque los perros tienen un fuerte instinto de caza.
-Sostenga
firmemente un trozo de comida entre los dedos y muéstreselo al perro
sin decirle nada. Si se dispone a tomarlo, diga “déjalo” en voz
baja. Cierre la mano, escondiendo el trozo de comida con el puño.
-Si
el perro aparta el morro de su mano, aunque sea sólo una fracción
de segundo, dale la señal de aprobación, diga por ejemplo “bravo”
y entréguele la golosina. No tardará mucho en entender lo que usted
espera de él.
-Repita
el ejercicio varias veces, hasta que el perro aparte el morro nada
más oírle decir “déjalo”.
-Vaya
prolongando esta pauta de tiempo durante el cual espera que el perro
mantenga el morro apartado de su mano. Este ejercicio puede dar lugar
a juegos muy diversos, todos con numerosas recompensas.
Apúntese
a nuestros cursos de perros adultos, donde conocemos muy bien los
problemas asociados con el perro adulto, donde su perro y usted
disfrutarán de la clase y será muy gratificante en el futuro.
Clases: psicolmascot@gmail.com
Contacto: psicolmascot@gmail.com
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
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Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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