El
Hospital de Niños Randall en Portland es uno de los cinco hospitales
del país que están a punto de embarcarse en un estudio que implican
a los pacientes jóvenes y sus cuidadores, pero no de la variedad
humana.
El
primero de este tipo de ensayo clínico que examinará cómo la
terapia asistida por animales afecta a los niveles de estrés y
ansiedad en los niños con cáncer y sus padres y tutores, así como
su estado de salud relacionados con la calidad de vida.
El
estudio, patrocinado por Zoetis Inc., Pfizer’s animal health arm, y
la American Humane Association, también examinarán los efectos de
la terapia tiene sobre los propios animales.
La
población de pacientes estudiada consistirá en niños con edades de
3 a 12 años, que han sido recientemente diagnosticado con cáncer y
reciben quimioterapia regular o de otros tratamientos en una clínica
ambulatoria.
Cerca de
cinco perros que vienen al Hospital de Niños Randall, que se han
identificado a participar, dijo la doctora Janice Olson, directora
médico del Programa de Cáncer y Enfermedades de la Sangre de los
Niños en Randall Infancia. Ella prescribe regularmente la terapia
con animales a sus pacientes pediatricos con cáncer y con cáncer en
la sangre.
"Hemos
tenido la terapia con animales en nuestro hospital desde hace mucho
tiempo", dijo la Dra. Olson. Añadió que no se ha utilizado de
forma ambulatoria, por lo que el estudio le dará a los niños que no
se quedan durante la noche el beneficio de algún tipo de interacción
canina.
La Dra.
Olson dijo que los perros ayudan a los niños a pasar el tiempo y
también consolar a los que echan de menos a sus mascotas en casa. Un
perro de terapia, incluso realiza trucos.
"Me
encanta cuando los perros llegan a los servicios de hospitalización",
dijo la Dra. Olson. "Es muy bueno tener los perritos meneando
sus colas. Se quita el nivel de estrés de los empleados. Los niños
realmente disfrutan y se sorprenden al ver a los animales en el
hospital ".
Mientras
que muchos hospitales de Portland y en los EE.UU. utilizan animales
de terapia, y como anécdota, que se sabe que tienen beneficios
terapéuticos, ha habido poca evidencias sólidas.
"Si
podemos confirmar que reduce el estrés, será bueno tener esa
información, para que otros hospitales puedan referir a la misma y
tomar ventaja de ello", dijo la Dra. Olson.
Otros
hospitales en el estudio se encuentran en Tampa, Florida, Nashville,
Tennessee, Sacramento, California y Massachusetts. Cada sitio
recopilará datos durante un año, con fechas de inicio escalonadas.
La Dra. Olson dijo que los encuentros se grabaran en vídeo y la
saliva de los perros se analizará.
Por:
Elizabeth Hayes
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Por: Erik Farina (Psicólogo
Canino, Especialista en Comportamiento Canino)
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