He aquí una nueva amenaza del verano que nunca había pensado
antes - los perros se queman después de una ducha de manguera con agua
hirviendo. Diez casos fueron reportados recientemente en un artículo publicado
en el Veterinary Dermatology.
Todos los perros afectados tenían quemaduras de segundo o
tercer grado a lo largo de la espalda después de haber sido expuestos al agua
caliente de una manguera de jardín que estaba acostada al sol. "Tercer
grado", describe una quemadura grave que daña la piel y los tejidos
subcutáneos. Las quemaduras de segundo grado afectan las capas superficiales y
profundas de la piel.
Los casos se produjeron entre mayo y agosto en Texas,
Arizona, California, Utah, Nevada, Indiana, Michigan y Carolina del Norte. Las
quemaduras no siempre eran evidentes hasta varios días después del incidente y
algunos resultaron en la formación de una cicatriz significativa. No estoy
segura de que necesitamos un nombre específico para esta enfermedad, pero los
autores proponen que se utilice la expresión "síndrome de quemarse por manguera
de jardín (GHS)."
De acuerdo en Julio del 2012 en cuestión de la Medicina Veterinaria,
los patólogos llevaron a cabo su propio experimento para probar si la manguera
de agua en realidad podría calentarse lo suficiente como para causar quemaduras
de segundo o tercer grado. Llenaron las mangueras de goma negra y verde jardín
con el agua y los posaron sobre el césped durante dos horas en una temperatura
entre 31,5º y 34,5 ° C. El agua recogida de las mangueras llegó a los 50º.
Imagine cuánto más caliente podría llegar el agua en un día verdaderamente
abrasador. La Fundación
Burn informa que en las personas, el agua caliente causa
quemaduras de tercer grado:
…en 1 segundo 70º …en 2 segundos 65º …en 5 segundos 60º ..en
15 segundos 56º C
He estado manteniendo una manguera en nuestro patio trasero
para regar las plantas este verano y nos ha sorprendido un par de veces por la
rapidez con que el agua en el interior se calienta. Siempre deje que funcione
durante un rato antes de regar las plantas, pensando que no estamos hechos para
esas temperaturas. El mismo obviamente se puede decir de la piel canina y
humana.
Así que aunque pueda parecer una recomendación obvia,
asegúrese de dejar correr el agua hirviendo de la manguera antes de regar
cualquier criatura viviente.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
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