PSICOLMASCOT OS DESEA UN FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN ..!!! PERROS Y GATOS
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viernes, 14 de febrero de 2020
jueves, 13 de febrero de 2020
Día de San Valentín perros y gatos
Mima a tu mascota en el Día de San Valentín
Mañana es 14 de Febrero, el día de San Valentín, mientras que mucha gente estará haciendo planes para ellos y sus parejas con este motivo romántico, nosotros estamos animando a los dueños de las mascotas para cuidar a sus mascotas en el Día de San Valentín.
En Psicolmascot decimos que el Día de San Valentín es la oportunidad perfecta para mostrar a los seres queridos en su vida lo mucho que te importan, especialmente los de cuatro patas.
Aunque sabemos que nuestras mascotas se habrían conformado con el mismo cariño y el amor que les mostramos todos los días, ¿por qué no mimarles con algo especial?
Aquí os dejamos algunas cosas simples que ustedes pueden hacer junto con su amigo peludo, el 14 de febrero:
-Si usted no tiene identificado aun a su mascota, ahora es un buen momento para tener una mascota con microchip. Se asegurará de que puedan ser fácilmente identificados si se pierden o se separan y siempre regrese a casa con usted.
-Un paseo de San Valentín con su perro y con su juguete favorito o un frisbee o una pelota de goma nueva.
-Un cascabel para el cuello de su gato, aunque no necesariamente les encanta, sin duda será mejor para advertir de cualquier especie silvestre que podría estar pensando en la captura y que puede hacer que sea más fácil encontrarlos en la casa.
-Una sesión en el veterinario o en el peluquero para recortar las uñas o limpiar los dientes.
-Considere para su gato la compra de un ratón de juguete y otros juguetes que se puedan perseguir y recuperar. Esto proporciona un gran ejercicio para los gatos de interior y significa que ustedes puede pasar el tiempo jugando juntos.
-O usted podría ir a una clase de adiestramiento con su perro, basada en la recompensa, que también es algo que pueden hacer juntos.
-Si usted desea dar a su mascota una golosina especial, hay un montón de opciones seguras nutritivas disponibles en las tiendas de alimentos para mascotas y en su veterinario local. Asegúrese de que NO sean fabricadas en China.
-Una sesión de fotos en bonitos lugares y románticos, para luego enmarcarlos en un fondo de corazones, también es una buena idea.
Pero recuerde, si bien muchos de nosotros podríamos quedarnos atorados en algunos chocolates en forma de corazón, estos son un NO-NO para sus mascotas. El Chocolate y los dulces pueden causar problemas de estómago en los gatos y en los perros se vuelven tóxicos una vez ingeridos.
Y para los animales de dos patas en la casa, piense en ver una película romántica, como que le gusten a los perros, para que toda la familia puede disfrutar.
¿Cómo va a mostrar su amor por su mascota en este Día de San Valentín? Escríbanos como va a ser su día y envíanos fotos de sus mascotas a: psicolmascot@gmail.com
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
Copyright
© Por: Erik Farina - Psicolmascot
miércoles, 12 de febrero de 2020
Etología canina, el perro recién nacido
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Erik Farina 1994 |
Los perros recién nacidos, aunque no pueden ver ni oír todavía, tiene ya muy desarrollado el olfato, gracias al cual encuentran las mamas de la madre y pueden alimentarse. Necesitan los anticuerpos contenidos en el calostro, que las glándulas mamarias segregan durante las primeras 24 o 48 horas que siguen al parto.
No sólo logran aferrarse con la boca a un pezón, sino que también presionan al mismo tiempo, con las patas delanteras, las mamas de la perra para que salga más leche. También están capacitados para chillar, de forma que la madre pueda acudir en su ayuda si por algún motivo se perdiesen.
Aparte de esto, dependen por completo de la madre, incluso para orinar y defecar, ya que la madre es quien se encarga de estimular estas funciones naturales a fuerza de lametones. Aunque a nosotros nos parezca repugnante, las madres ingieren todo lo que excretan sus crías, dejando la zona impecablemente limpia. Esta costumbre se originó en los tiempos en que los cachorros eran presas jugosas para otros predadores, y la madre debía eliminar cualquier rastro olfativo que pudiera revelar su paradero.
Es muy importante manipular correctamente a los cachorros desde el primer momento. Aunque nunca hay que sacar de su paridera a un recién nacido si no es absolutamente imprescindible, ya que esto alarmaría a la madre, sí hay que tocarlos, colocarlos con suavidad en las mamas y examinarlos uno a uno, porque de este modo ellos empiezan a acostumbrarse al olor y al tacto de los humanos, y su madre a tolerar que la gente rodee a sus cachorros sin ponerse nerviosa.
Cachorros Con Problemas
A veces, uno de los cachorros chilla desconsolado y no parece integrarse entre la camada. Puede ser que no mame lo suficiente, y en ese caso hay que actuar con rapidez, porque es muy fácil que los recién nacidos se deshidraten. Para saber si se está deshidratado, puede tirar suavemente de su holgada piel de la nuca y observa si la piel vuelve de inmediato a su posición normal o desciende lentamente. En el primer caso, el perro estará bien, pero en el segundo puede estarse deshidratando. De todos modos, si tiene alguna duda lo mejor es que lo consulte con un veterinario.
Iniciar La Socialización
Durante las cuatro semanas que siguen al parto, los cachorritos crecen y se desarrollan a increíble velocidad. Abren los ojos, empiezan a oír cada vez mejor, y al cumplir cuatro semanas son criaturas ágiles e inquietas que no dejan de jugar entre sí ni de interesarse absolutamente por todo lo que les rodea. Llegado este punto adquiere especial protagonismo el desarrollo psicológico.
Ahora necesitan todo tipo de estímulos. Exponiéndolos a diferentes sonidos, como el ruido de la lavadora o la aspiradora por ejemplo, y colocándolos sobre superficies muy diversas, se va aumentando su mente, se les va introduciendo en el mundo real y van aprendiendo a enfrentarse a lo desconocido, una habilidad de la que tendrán que echar mano en el futuro.
Aunque algunos expertos aconsejan exponerlos ya al mundo exterior, es muy importante evitar el contacto con cualquier posible foco de infección. Déjese asesorar por un veterinario.
El Destete: Una Dura Lección
Pasadas unas cuatro semanas, más o menos, el celo materno de la perra normalmente se relaja y la madre empieza a desear de vez en cuando descansar un rato de sus crías. Entonces se inicia un proceso biológico de enorme valor educativo; el destete.
El destete es inevitable. Ninguna perra podría amamantar a sus crías durante toda la vida a expensas de su propia salud. Además, los cachorros se vuelven cada vez más exigentes y cada vez que la madre vuelve al nido la acosan entre todos, decididos a alimentarse eternamente a su costa.
Las perras normalmente comienzan el destete permitiéndoles mamar sólo un rato mientras la madre permanece en pie, y echando a andar cuando se cansan. Los cachorros se enfrentan por primera vez en su vida a una negativa, a un rechazo. Es una dura lección, pero también una lección muy importante.
Esta negativa va siendo cada vez más frecuente y las crías acumulan frustración y tratan desesperadamente de alcanzar las mamas. La perra se ve entonces obligada a ofrecerles una alternativa, que en el entorno natural consistiría en alimentos semidigeridos que la madre regurgitaría para sus cachorros y en el hogar es el cuenco de papilla especial colocado oportunamente en el nido por el propietario.
Las buenas madres rechazan a los cachorros con dulzura, pero también con firmeza. La primera advertencia es una simple mirada. La segunda, un gruñido. Y si algún cachorro se atreviese todavía a insistir, lo apartaría a topetadas con el hocico, o incluso dando dentelladas al aire. La disciplina materna es esencial, ya que enseña a los cachorros que no siempre pueden salirse con la suya y los obliga a buscar una solución adaptándose a las nuevas situaciones, en este caso a un alimento alternativo.
Es tal vez la lección más importante de la vida y, como tal, los cachorros criados con biberón y los separados demasiado pronto de la madre con frecuencia no consiguen jamás afrontar con éxito los cambios incesantes que les depara la vida.
Notas Importantes;
Biberón o Nodriza
A veces, por diversos motivos, no es posible que la madre amamante a sus propios cachorros y hay que alimentarlos con biberón o buscarles una nodriza. Lo ideal, tanto por motivos de salud psicológicos, sería encontrar una perra con leche que los criase. Si la encuentra, puede convencerla de que amamante y cuide a sus cachorros frotando con las dos manos su cuerpo e inmediatamente después frotando el cuerpo de los cachorros para crear un vínculo olfativo entre ambos.
Alimentar a los cachorros con biberón no es sencillo y requiere mucho tiempo. Hay que utilizar un preparado lácteo especial y administrar la dosis adecuada cada dos o tres horas, incluidas las de la noche. La nodriza también debe ocuparse de estimular la micción y la deposición inmediatamente después de cada toma. Además, deberá también asesorarse para interpretar correctamente el papel de la madre en al destete, ya que los cachorros privados de la disciplina materna pueden convertirse en adultos demasiados excitables, indisciplinados, difíciles de adiestrar y con escasa habilidad en el trato con otros perros.
Cómo Destetar los cachorros
-Aunque no hay una regla fija, lo más frecuente es iniciar el destete entre la tercera y la cuarta semana.
-Una buena alimentación completa para los cachorros no es difícil de encontrar, y se debe digerir muy fácilmente. Tiene que ser bastante concentrada y calórica para satisfacer las necesidades del crecimiento , contiene todos los nutrientes necesarios y no requiere suplemento alguno. Puede informarse en; NutriVet
-Para servirlo, vierta agua tibia sobre la comida, triturelo y revuélvalo hasta que adquiera la consistencia de una papilla que se puedan ingerir a lametadas. Para animarlos a probar, puede mojar un dedo en esta papilla y dejarles que se lo laman o succionen, cada vez más cerca del plato. Retírelo 15 minutos después de servirlo, aunque queden restos.
-Cuando se hayan acostumbrado al nuevo alimento, vaya reduciendo gradualmente la cantidad de agua.
-Poco después deje siempre a mano un platito con un poco de comida sin triturar, a modo de tentempié entre las raciones normales.
-La ingesta diaria dependerá del tamaño y la raza. Déjese guiar por las indicaciones de una veterinaria especialista en alimentación NutriVet.
-Los cachorros ya no necesitan leche. De hecho, su ingestión podría causarles problemas digestivos como la diarrea, ya que poco después del destete el organismo del perro se vuelve incapaz de asimilar la lactosa.
Es muy importante el asesoramiento de una veterinaria especialista en alimentación natural para una buena alimentación de sus cachorros, pueden ponerse en contacto con NutriVet
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
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© Por: Erik Farina - Psicolmascot
martes, 11 de febrero de 2020
Adiestramiento canino, educar a un nuevo perro
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Erik Farina 2015 |
Los Primeros Tanteos
Incluso si ya se ha tenido perro, conocer a uno nuevo no deja de ser toda una aventura. No hay dos perros iguales, y hasta dentro de una misma raza cada individuo tiene su propia personalidad y forma de comportarse que a veces, difieren enormemente.
Lo normal es que humanos y perros necesiten semanas e incluso meses para conocerse bien mutuamente y que cada uno sepa cómo el otro va a reaccionar. En cualquier caso, planificar los sucesivos pasos de nuestra relación con el perro puede evitar muchos conflictos y malentendidos.
Indudablemente, cualquiera de los dos puede llevarse alguna que otra mala sorpresa con respecto al otro durante las primeras semanas, pero un poco de previsión le puede ahorrar muchas lágrimas y dolores de cabeza en el futuro.
Recibirlo Bien, Paciencia y Comprensión
Si su nuevo perro es un cachorro, probablemente acabará de separarse de su madre y hermanitos para venirse con usted, y es lógico que ahora se sienta muy solo. Todo lo que le rodea es diferente y extraño para él. Incluso aunque en casa haya otro perro, éste olerá diferente y se comportará de forma distinta a como lo hacían los perros con los que hasta ese momento ha convivido.
Si su nuevo perro es adulto, y ya está acostumbrado al entorno doméstico, los objetos que le rodean no le parecerán tan extraños como a un cachorro, pero usted sigue siendo un completo desconocido para el perro.
En este momento, la calma y la coherencia son vitales para el perro nuevo, independientemente de su edad. Es posible que usted sienta el impulso de hacer movimientos bruscos, gritar o incluso correr hacia el perro si lo sorprende haciendo algo que considera inaceptable, pero evite hacerlo, más bien deténgase, espere y medite.
Su perro va a necesitar algún tiempo para conocerle y para entender las reglas que rigen en su hogar. Incluso tardará en reconocer sus diferentes tonos de su voz. Si no quiere asustar al nuevo perro o cachorro, tenga mucha paciencia. Lo primero de todo es evitar que se sienta atemorizado o incómodo.
Lenguaje Corporal del Perro
Los perros no pueden expresar con palabras que se sienten inseguros, desamparados y solos, ni redactar un escrito de protesta contra los olores, imágenes o ruidos que les resultan desagradables o perturban en el hogar. Sólo pueden expresar sus sentimientos y temores por medio de gestos corporales y faciales y ciertos sonidos.
Un cachorro que se asusta al encontrarse de pronto con un perro grande tal vez adopte la postura utilizada para expresar sumisión; acercará su cuerpo al suelo lo más posible, son las orejas hacia atrás y la cola metida entre las patas. También es posible que se orine o defeque a causa del miedo. ¿No querrá ser saludado de esta forma por su nuevo compañero de casa, verdad?
Un perro adulto, por su parte, reaccionará mal si se siente intimidado en un lugar desconocido para el perro: si le sujeta o agarra para obligarlo a salir o para impedirle hacer algo, usted creerá no estar haciéndole nada malo, pero el animal se sentirá castigado y maltratado hasta el punto de que podría incluso utilizar sus garras o fauces para defenderse de usted.
Normas de Convivencia
Aunque evitando asustar o intimidar al nuevo perro, usted tiene que establecer algunas normas elementales desde el primer instante de convivencia. Si deja claras las reglas desde el principio y es coherente con ellas, ayudará al perro a sentirse seguro. Los perros, como los niños, necesitan aprender dónde están los límites.
Algunos perros intentan poner a prueba al propietario y sortearlos, mientras que otros las aceptan tranquilamente. Sean cuales sean las normas o limitaciones que usted imponga, recuerde siempre esto: si quiere que su perro las acate, déjelas claras desde el primer instante o será tarde después.
Es mucho más fácil imponer unas normas desde el principio que corregir una conducta indeseable una vez adquirida la costumbre. Aunque le parezca un poco exagerado redactar las reglas por escrito, será lo más sensato si su familia es numerosa y todos los miembros van a relacionarse con el perro, ya que de ese modo todos se comprometerán a tratar al perro exactamente de la misma forma.
El perro jamás podrá saber qué está bien y que está mal si unos le riñen y otros le premian por hacer la misma cosa. Si se sube al sofá y se acurruca junto a alguien, tal vez haya quien lo premie con mimos y caricias y quien lo mande al suelo con gritos y empujones. No se puede esperar que ningún perro entienda que cada miembro de la familia impone distintas normas.
Las Normas de Convivencia Familiar
-Si el perro salta sobre usted, girase y dale la espalda para que no vea su cara e ignóralo. Prémialo cada vez que salude sin saltar sobre la gente, siempre con las cuatro patas en el suelo.
-Nunca le dé porciones de alimento mientras está sentado en la mesa, o estará enseñándole a mendigar comida.
-No deje cosas por medio. Los cachorros se siente irresistiblemente atraídos por la ropa sucia, los juguetes infantiles y el papel.
-Utilice juguetes apropiados para jugar con el perro, nunca zapatos o zapatillas.
-Adiestre a su perro sin prisa pero sin pausa, varias veces al día y todos los días de la semana.
-Enseñe al perro a sentarse antes de recibir el alimento, la sesión de cepillado o las caricias y antes de salir de casa o del coche.
-Todos los miembros de la familia deben participar en su educación, alimentación, cepillado, salidas a hacer ejercicio, etc., e imponer la misma disciplina.
-Los perros se sientan en el suelo: los asientos son sólo para los humanos.
-Decida dónde va a dormir el cachorro y manténgase firmes a ese respecto.
-Si empieza a mordisquear algo de muebles o zapatos, debes distraerlo con un juguete que pueda morder, especificando que puede morder y que no puede morder.
Para una consulta o información escribanos: psicolmascot@gmail.com
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Erik Farina (Etólogo Canino)
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domingo, 9 de febrero de 2020
Etología canina; Ciclo Vital del Perro, Infancia, Adolescencia y Vejez.
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Erik Farina 1994 |
Desde el día en que nace un cachorro se empiezan a notar cambios visibles. Crecen y evolucionan a una increíble velocidad, y es fascinante comprobar en apenas 12 meses pasan de ser las criaturas desvalidas de los primeros días a esos intrépidos jovencitos que nos cautivan sin cesar con sus diabluras. Cada día aprenden mil cosas nuevas; jugar, comunicarse, comprender el mundo que les rodea, etc..
El Recién Nacido
Los perros nacen sin poder oír y sin poder ver. Aunque están cubiertos de pelo, necesitan estar en contacto con la madre para mantenerse calientes y protegidos. En los primeros días, el principal órgano sensorial es el del olfato, lo que puede observarse fácilmente contemplando un cachorro recién nacido; su trufa y su morro son desproporcionadamente grandes en relación con el resto del cuerpo.
Desde el principio son capaces de moverse, regresando a la camada si se les aísla del grupo, y también de chillar para avisar a la madre de donde esta situado cuando tiene hambre.
Los cachorros recién nacidos no pueden orinar ni defecar por sí solos, ni tampoco regular su temperatura corporal, y dependen por completo de su madre, que con vigorosos lametones provoca la micción y la deposición; también con su propio cuerpo les proporciona el calor necesario.
Los perros nacen ya capacitados para hacer muchas cosas: los nervios craneales están ya totalmente desarrollados, y eso les permite mamar, tener sensibilidad en el morro, mantenerse en una posición e incluso enderezarse instintivamente. Se trata de un reflejo natural que se produce cada vez que se caen o se les da la vuelta, y consiste en ponerse de nuevo en una posición normal. Si se agarra por la holgada piel de la nuca a un cachorro recién nacido, éste encogerá de forma característica las patas y se mantendrá totalmente inmóvil.
Pero sólo hará esta acción de quedarse inmóvil durante los primeros cuatro o cinco días, después estirará las cuatro patas, poniéndose tieso y separándolas entre sí. Los cachorros con menos de una semana, no pueden ver ni oír bien todavía, pero reaccionan ante los ruidos fuertes. También producen los chillidos fuertes, chillando y gimoteando si se sienten abandonados con el fin de atraer a la madre.
De la 1ª a la 3ª Semana de Vida
En cuanto se abren sus orejitas, los cachorros comienzan a reaccionar ante los sonidos, y aunque no pueden ver con claridad hasta que cumplen más o menos cuatro semanas, intentan ya seguir con los ojos la luz y el movimiento de los objetos.
Los cachorros suelen empezar a moverse con cierta soltura a las tres semanas de edad más o menos, caminando en vez de arrastrarse, y alternan breves períodos de actividad con prolongados períodos durante los cuales duermen profundamente.
De la 3ª a la 6ª Semana de Vida
Con cinco semanas, los cachorros pueden ya oír, ver y olfatear como perros adultos, aunque sólo logran concentrar su atención durante lapsos muy cortos. El destete se inicia normalmente a las tres semanas más o menos, momento en que la secreción láctea empieza a decrecer y la madre a rechazar progresivamente a los cachorros que intentan mamar.
El destete se prolonga normalmente hasta la quinta o sexta semana, y es para los cachorros la primera y más importante lección de convivencia social de su vida, ya que los enseña a soportar la frustración que conlleva el que su madre les niegue el pecho cuando ellos sienten que lo necesitan.
También aprenden mucho jugando con sus hermanos y con la propia madre, pues esto les permite adquirir conciencia de que son perros. Muchas posturas utilizadas en el juego y gestos faciales son adquiridos precisamente en esta época de su vida.
De la 6ª a la 12ª Semana de Vida
En esta época de su vida, resulta muy esencial la intervención humana. La socialización (proceso durante el cual el cachorro aprende a comportarse con los humanos y con otros perros) debe tener lugar a esta edad. Acostumbrarlo, o exponerlo de forma gradual a todos los elementos y cambios que se producen habitualmente en el entorno resulta esencial también.
Un cachorro debidamente socializado y familiarizado con el entorno se convierte en un adulto seguro de si mismo, feliz, equilibrado y obediente sean cuales sean las circunstancias o los lugares a que deba enfrentarse en el futuro.
A partir de este momento, los cachorros empiezan a recabar enormes cantidades de información sobre el mundo que los rodea. Ya se mueven con soltura, coordinando perfectamente sus movimientos, y pueden tanto correr como saltar y revolcarse. Es ahora cuando más necesitan del juego con sus hermanos y con los humanos para aprender normas de conducta social, y cuando clavan sin cesar sus dientes punzante como alfileres para averiguar qué elementos del mundo que los rodea son seres vivos y cuáles meros objetos inanimados.
Normalmente, después de la séptima semana el cachorro ya está completamente destetado y es capaz de ingerir por sí mismo todo el alimento sólido que necesita para satisfacer sus necesidades nutricionales. Con ocho semanas está preparado para separarse de su madre y de sus hermanos de camada, aunque muchos permanecen junto a la madre hasta que cumplen las diez o doce semanas de vida.
Entre Los 3 y Los 6 Meses de Vida
EN esta época, el perro adquiere gran masa muscular y ósea, preparándose para la pubertad. Entre la 18 y la 20 semana de vida, más o menos, se le caen los dientes de leche y aparece la dentición permanente. Este proceso marca definitivamente el final de la infancia propiamente el final de la infancia propiamente dicha.
El perro experimenta sin cesar diferentes conductas sociales, y tal vez incluso empiece a ensayar comportamientos sexuales, intentando montar cojines, otros animales o a los seres humanos. Puede también entablar juegos competitivos (de fuerza, posesión, etc..) destinados a averiguar cuál es el perro dominante. Por medio del juego aprende a comunicar sus sentimientos y también a asumir y averiguar su propio estatus social.
A esta edad es bastante habitual que los cachorros empiecen a mostrarse extrañamente miedosos, expresando temor ante objetos o personas con los que ya estaban familiarizados. En estas circunstancias, de la reacción del propietario dependerá que esa aprensión se venza o se perpetúe. Obligarle a enfrentarse a lo que teme por la fuerza puede provocar que siga temiéndolo de por vida.
Entre los 6 y los 12 Meses de Vida
Estos meses representan la adolescencia del perro. A esta edad las hembras tienen su primer celo y los machos alcanzan la madurez sexual. Puede ser una época de tanteo entre el perro y su propietario, ya que las relaciones sociales tal vez se replanteen por completo. Algunas hembras parecen sufrir cambios repentinos de humor antes, durante o después del celo, y tal vez se muestren reacias a permitir que otros perros se les acerquen.
Los machos suelen empezar a levantar la pata para orinar entre los 6 y los 12 meses de su vida. Lo hacen para delimitar su territorio y para enviar a los otros perros información cifrada en en señales olfativas sobre su situación social y sexual. Sus encuentros con otros perros pueden empezar a estar presididos por sentimientos de rivalidad, aunque no se suele llegar a la agresión física, y con frecuencia pretenderán montar a las hembras o a los otros machos intentando convertirse en el macho dominante.
Los dientes de adulto aparecen entre los 6 y los 10 meses de edad, y es posible que el perro sienta un deseo irresistible de mordisquear, intentando aliviar así la tensión en sus encías. Es conveniente proporcionarle abundantes juguetes y mordedores para evitar que rompa cualquier otra cosa.
Entre 1 año y los 4 años
Aunque suelen alcanzar la madurez sexual entre los 6 y los 14 meses, los perros pueden continuar creciendo y desarrollándose psicológicamente durante durante mucho más tiempo. Los perros miniatura tienden a madurar más deprisa que los grandes, y sobre todo si se trata de razas gigantes como el Dogo Aleman y el Mastín del Pirineo, que a veces no pueden considerarse propiamente perros adultos hasta los 3 años de edad.
La madurez psicológica, por su parte, tarda a veces mucho en alcanzarse por completo. Los propietarios de razas tan exuberantes como el Boxer, por ejemplo, se preguntan con frecuencia si su perro no piensa hacerse mayor nunca. En esta época, los perros siguen aprendiendo y estableciendo roles tanto en el entorno familiar como en sus relaciones con otros perros.
El Perro Anciano
Anciano es un termino bastante relativo en los perros, ya que la vejez depende en gran medida de la raza, de su estado de salud, su forma física y de la actitud de su propietario. Para un perro activo, sano y en forma, envejecer puede significar simplemente ir relentizando poco a poco su ritmo de vida.
Muchos perros viejos disfrutan todavía de los paseos, jugando con sus amos y relacionándose con los miembros de la familia. Tal vez duerman más horas y más profundamente que antes, y también es posible que necesiten salir más a menudo, ya que los riñones, junto con el hígado, son los primeros en resentirse a causa de la edad. Además de esto último, la pérdida de peso puede ser el primer síntoma de un problema renal o hepático, por lo que conviene estar alerta.
Entre las molestias asociadas a la vejez destacan la artritis y la pérdida de flexibilidad en las articulaciones y la espina dorsal. El sobre peso agrava individualmente cualquier problema geriátrico, por lo que es fundamental prevenirlo.
Algunos perros desarrollan una dependencia patológica con respecto a sus dueños al llegar a la tercera edad; aúllan o lloriquean cuando los dejan solos y se desazonan enormemente cuando no están en contacto con la familia. Esto puede ser síntoma de una degeneración generalizada o simplemente de sordera progresiva, y debe ser revisado por el veterinario.
Los perros a veces padecen un trastorno que podríamos denominar demencia senil, caracterizado por la progresiva desorientación y pérdida de memoria. Actualmente existen medicamentos capaces de aliviar estos síntomas, y no es mala idea consultar al veterinario, que tal vez pueda recetar a su perro algún medicamento que contribuya a hacer los últimos años de su vida tan dulces como merece.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
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