miércoles, 23 de noviembre de 2011

Thai Bangkaew Dog


The Thai Bangkaew Dog is an Asian dog breed. It is a medium-sized Spitz-type dog.

Appearance:

The Thai Bangkaew Dog is compactly built and square in profile. It is well proportioned, with a smooth gait. The double coat consists of a short undercoat, with longer guard hairs growing through it forming the outer coat. The coat is thicker and longer around the neck, chest, and back forming a lion-like ruff, which is more noticeable on dogs than on bitches. The plumed tail is carried with moderate upward curve over the back. The TBD comes in white with shades of red, gray, brown, and black in a wide variety of patterns.

History:

Bangkaew is a village located in the Bang Rakam District, Phitsanulok Province in the central region of Thailand. In this district, near the Yom River, there is a monastery called Wat Bangkaew where it is believed that Thai Bangkaew Dogs originated. Legend has it that the third abbot of Wat Bangkaew Temple, the respected Luang Puh Maak Metharee, was known for mercy and care given to all living things. An old Bangkaew villager named Tah Nim gave the abbot a native bitch. Because she was pregnant without any dog in the area, her mating was thought to be either a jackal or a dhole lived in the surrounding forest. A chromosome study of Thai Bangkaew dog confirmed that the breed is the result of domestic dog and jackal interbreed. The resulting litter produced longhaired puppies of black and dark brown coloration. Luang Puh Maak Metharee raised the resulting puppies, four females.

Seasonal rain produced flooding, a natural barrier that excluded other dogs from contributing to the gene pool. The inbreedings that took place led to the creation of the purebred Thai Bangkaew Dogs. From then on the breed has been selectively bred and has become one of the most favored varieties of Thai dogs.

Health and Temperament:

Thai Bangkaew Dogs are alert and watchful, protective of home and family. Bangkaew are devoted to their masters but can be aloof with strangers. Agile and active, they are strong swimmers and voracious diggers. They are highly intelligent but can be stubborn and benefit from training. Positive reinforcement methods work best with this breed.

Terapia asistida con animales


El trato con los animales puede suponer grandes beneficios emocionales para el ser humano, algo que los propietarios de perros tenemos muy claro. Sin embargo, muchas otras especies de animales pueden ser utilizadas en el tratamiento de ciertos trastornos psicológicos, lo que recibe el nombre de terapia asistida con animales.
Ya Hipócrates (460-370 a.C.) dejó constancia de estos beneficios, si bien en los siglos siguientes los animales fueron más una herramienta de trabajo que un tratamiento propiamente dicho. No es hasta principios del siglo XX cuando se vuelve a dar importancia a esta cualidad al ser incorporados en los centros de recuperación de los soldados heridos y antiguos psiquiátricos.
Por su parte, el doctor Boris Levinson, en la década de 1970, comprobó que la presencia de su perro Jingles en su consulta psiquiátrica ayudaba a la mejora y mantenimiento de la salud de sus pacientes, de modo que planteó las bases de lo que hoy se conoce como terapia asistida con animales. No obstante, su llegada a España no se produjo hasta la década de 1990, aunque desde entonces ha ido calando con éxito en nuestra sociedad.
Es muy importante distinguir una terapia asistida con animales de una mera actividad asistida por animales. A este respecto, la terapia debe estar supervisada por un profesional de la salud humana y la actividad la ejecutan técnicos en el manejo de la especie que sea utilizada. Por lo demás, pueden tener los mismos beneficios unas que otras.
La terapia, en lo que a salud mental respecta, ha resultado muy eficaz en el tratamiento de multitud de trastornos del comportamiento, tales como la depresión, dado que permite aumentar las interacciones verbales entre los miembros de un grupo, reforzar la autoestima, potenciar la capacidad de concentración y atención, reducir la sensación de soledad y disminuir los niveles de ansiedad.
También permite mejorar aspectos físicos, como las habilidades motoras y el equilibrio, así como a incrementar la movilidad, muy valorado en centros de rehabilitación y residencias de ancianos.
En cuanto a su efectividad en el ámbito educativo, permite ampliar el vocabulario y ayuda a mejorar la memoria, además de la comprensión de diversos conceptos, por ejemplo, el tamaño, el color, la distancia, etc. A este respecto, se ponen de manifiesto sus beneficios como apoyo en niños autistas. Asimismo, mejora aspectos motivacionales, como el deseo de participar en actividades grupales, el de hacer ejercicio y las interacciones con los demás.
Sin embargo, no todos los animales son adecuados para este fin, sino que deben tener un carácter equilibrado, ser muy sociables con los humanos y tener un alto rango de tolerancia al contacto físico. Aun así, las especies son muy variadas, ya que, además de los perros, pueden ser utilizados los gatos, los caballos, los peces, incluso los delfines.
Por último, queremos destacar que sin ser una terapia propiamente dicha, la tenencia de un perro supone grandes beneficios psicológicos a niños, adolescentes, adultos y ancianos, especialmente por la inmensa sensación de compañía que suponen.

Educar con refuerzos positivos


Nuestro conocimiento sobre el comportamiento canino aumenta constantemente, por lo que todo lo relativo a su capacidad de aprendizaje ha sido revisado en los últimos tiempos. Así, se ha comprobado que adiestrar con premios es más efectivo que hacerlo con castigos.
La idea principal de este método es orientar al perro, preferentemente desde que es cachorro, hacia el comportamiento que nos complace, en lugar de reprimir aquello que estimamos indeseable. Este método tiene muchas ventajas, por ejemplo, que es más agradable tanto para el perro como para el dueño y que en ejemplares especialmente tozudos es el único efectivo.
Este método no se aplica igual durante toda la vida del perro, sino que el refuerzo positivo es constante en la primera fase de aprendizaje, intermitente cuando el perro demuestra constancia en el comportamiento aprendido y esporádico cuando el perro apenas tenga un comportamiento distinto al deseado.
Por supuesto, no faltan opiniones que lo rechazan al considerar que el perro actúa debido al “soborno” y que están convencidos de que dejará de obedecer cuando desaparezca la recompensa, pero si el adiestramiento se ha hecho correctamente, lo que se habrá producido es una asociación de la orden con el comportamiento, no de la orden con el premio.
Deseamos poner especial énfasis en que el perro, mucho más cuando es cachorro, no debe ver la recompensa antes de que efectúe el ejercicio, con el fin de evitar distracciones.
Asimismo, la entrega del premio debe ser inmediata a la acción adecuada, de lo contrario el perro no establece la relación entre la ejecución de la orden y la recepción de su recompensa.

Blood Tests for Cancer Screening?


I recently received a request to talk about a specific topic — newly available blood tests for cancer in pets। I didn’t know very much about the subject, but looking into it was fascinating. Here’s what I found. Blood tests that look for the presence of biomarkers (i.e., something that indicates the presence of disease) associated with certain types of cancer are now commercially available. Two companies offer these tests, and they take somewhat different approaches. One measures the blood levels of tyrosine kinase, an enzyme that can mutate and cause unregulated cell growth, which is the hallmark of cancer. This test can be used to look for lymphoma dogs and cats and hemangiosarcoma in dogs। The other type of test looks at a how certain proteins are expressed in a blood sample (i।e।, proteomic biomarkers) and can be used to evaluate dogs for lymphoma। While the two types of tests are different, they have many of the same pros and cons, so I’ll address them together. First of all, these tests are not really "cancer screens." They cannot tell you whether or not your dog or cat has cancer or is cancer-free. They only evaluate for the specific cancers, lymphoma and/or hemangiosarcoma. Also, calling them a "screening test" might make them seem a bit more powerful than they really are. According to the National Cancer Institute, screening is "checking for disease when there are no symptoms," but the companies that make these tests freely admit that they should be used primarily when there is already a high level of suspicion that a pet has the disease in question. For example, a dog presents with blood in its abdomen and a mass on its spleen. The tyrosine kinase blood test might be useful in determining whether the patient has a hemangiosarcoma versus a hematoma or other benign mass. Another scenario where testing might be useful is in differentiating between inflammatory bowel disease and intestinal lymphoma without the need for intestinal biopsies, either via surgery or endoscopy.
I would not recommend these tests to my clients who have pets without clinical signs associated with lymphoma or hemangiosarcoma। Why? The blood tests have a relatively high rate of false positive results, which means that a large number of clients will be told that their pets might have cancer when they really do not। This will bring about a lot of unnecessary worry and will necessitate additional, expensive diagnostic testing before coming to a definitive diagnosis of "no cancer।" So as I see it, these blood tests for lymphoma and hemangiosarcoma could be beneficial in very specific situations, but they are not true "cancer screening tests." Keep in mind also that they have not been widely used and therefore may have some glitches that we are not yet aware of. The results should be looked at as just one more piece of information that must be analyzed in combination with a pet’s history, physical exam, and the findings of more established diagnostic tests. If anybody else has a topic they’d like to learn more about, pass it on and I’ll see what I can do. Dr. Jennifer Coates