Erik Farina 2012 |
Privarles de ciertas respuestas emocionales, instintos o percepciones, puede provocar problemas de conducta en el perro, desequilibrio y trastornos. Hay muchos propietarios que les priva de esto, cuando es sumamente necesario para el perro.
Cuando nace un perro sus oídos se están formando y son demasiado frágiles para exponérselos a los ruidos, o a los sonidos, por ese motivo no oyen todavía, los tienen cerrados. Es a partir del día catorce de su nacimiento cuando los canales auditivos se abren y comienzan a oír, con ello llega un mundo nuevo de estimulación sensorial
El oído del perro es superior al del hombre, pueden oír cosas cuatro veces mas lejos que nosotros y el doble de agudas, por eso los humanos no oímos los silbatos para perros. También pueden oír el zumbido de una bombilla e incluso el sonido vibrante del cristal de cuarzo de un reloj digital de mesita o pared.
Pueden detectar el sonido en seis centésimas de segundo y muchos de ellos, utilizan los músculos de las orejas para canalizar el sonido. Por esta razón, las órdenes que se le quiere enseñar, o en las clases del adiestramiento, no se les tiene que levantar la voz o gritarles, se les puede decir con una voz tenue y concisa, cuanto mas suave le hables al perro mejor te responderá.
¿Tienen un Sexto Sentido?
Algunos propietarios, aseguran que su perro posee un sexto sentido que le permite hasta adivinar cuando llegan a casa. Aunque es cierto que hay perros que comienzan a dar muestras de júbilo mucho antes de que sus amos lleguen a casa andando o en el coche, no hay que atribuir esta conducta a la telepatía, sino más bien entender que los perros son capaces de captar el sonido diferenciado de sus pasos y variedad de calzado, memorizar los motores de los coches, motos de la familia y del autobús que le deja a metros de su casa o a un kilómetro. Entonces en cuanto percibe ese sonido grabado en su mente e identificado a cada uno de la casa, corre a la puerta excitado a esperarle para recibirlo.
El Funcionamiento del Oído
El oído es un órgano de audición y un órgano de equilibrio. Consiste en el oído externo, medio e interno.
Aunque la forma de la oreja varía de una raza a otra, la anatomía y el funcionamiento del oído medio e interno son siempre las mismas.
El pabellón auricular está formado por cartílago, músculo y piel, y en la mayoría de los perros goza de gran movilidad. Sirve para captar los sonidos y canalizarlos a lo largo del conducto auditivo hasta el tímpano, una membrana que vibra al ser alcanzada por las ondas sonoras. En los perros las orejas son móviles y pueden moverse independientemente unas de otras. El tamaño y forma varia según la raza.
El canal auditivo del perro es mucho más profundo que el de las personas y crea un mejor embudo para llevar el sonido al tímpano. Al otro lado del tímpano se encuentra el oído medio, una cámara llena de aire que aloja tres huesecillos denominados martillo, yunque y estribo debido a su forma y su función. Se trata de los huesos más pequeños de todo el cuerpo, y su cometido es transmitir las vibraciones del tímpano al oído interno, además de amplificarlas. También incluye dos músculos, la ventana ovalada y la trompa de Eustaquio, que es una pequeña trompa que conecta el oído medio con la parte posterior de la nasofaringe permitiendo que el aire ingrese al oído medio.
En el oído interno, un órgano en forma de espiral denominado caracol se encarga de transformar estas vibraciones en señales interpretables por el cerebro, a donde son remitidas. También en el oído interno se encuentran los órganos del equilibrio que , además de cumplir dicha función, mantiene al perro permanentemente informado sobre el alineamiento de su cabeza con respecto al suelo.
La Forma de las Orejas
La oreja ha sido la parte del cuerpo más modificada por medio de la cría selectiva. En su estado natural, la forma de la oreja debería ser idéntica a la del antepasado directo del perro: el Lobo. Las orejas de un Lobo, rectas y extremadamente móviles para permitirle detectar cualquier sonido del entorno, cuentan con 17 músculos cada una y pueden moverse de forma independiente.
Actualmente, hay tantas formas de orejas como de razas caninas. Algunos perros, como el Pastor Alemán, conservan las orejas pequeñas y erectas del Lobo, lo que les otorga ese aspecto tan vivo y alerta. Otras razas como el Bloodhound y el Cocker Spaniel, poseen grandes orejas que cuelgan pesadamente sobre las mejillas,probablemente no disfrutan de un oído tan fino como los que las tienen erectas.
La cría selectiva, una vez más, trajo consigo problemas de salud. Lo normal es que en el conducto auditivo externo de un perro no crezca el pelo. No obstante, las alteraciones genéticas provocadas en la piel de la oreja han provocado que algunas razas críen pelo en el interior de dicho conducto, siendo necesario eliminarlo por medio de la depilación.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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Erik Farina (Etólogo Canino)
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