Un
veterinario detecta marihuana y cocaína en una perra Labrador
Retriever.
Arlene
Saiz quiere que su perro de vuelta. La mujer de Albuquerque firmó un
formulario de entrega de Maddie, su perra una Labrador Retriever de 1
año de edad, después de que las pruebas realizadas en una clínica
veterinaria esta semana mostraron que la perra había consumido
cocaína y marihuana.
Saiz
ahora dice que lamenta haber entregado al perro y sostiene que se
sintió coaccionada al firmar el formulario de entrega al
Departamento de Bienestar Animal, porque no podía pagar los gastos
veterinarios que oscilaban en $ 2,000 para el tratamiento de su
perra.
Autoridades
de la ciudad dijeron que la policía no encontró ninguna evidencia
para presentar cargos criminales contra Saiz, quien dijo que no sabe
cómo la perra consume las drogas.
“Sólo
quiero a mi perra de vuelta ", dijo Saiz, quien llevó a Maddie
a la clínica veterinaria cerca de las 6:00 pm del martes después de
que el perro mostrara síntomas de enfermedad, espasmos, temblores y
dificultades con el equilibrio. Saiz dijo que su hija de 11 años
está devastada por la pérdida de su perra.
“No
tengo ninguna respuesta para saber por qué mi perra tiene cocaína
", dijo Saiz. Alguien podría haber envenenado a Maddie durante
las cinco horas que permaneció en el patio trasero de la casa de
Saiz el martes.
Asumo
que, o bien alguien lo tiró en mi patio trasero, o ella comió algo
por ahí", dijo. Saiz dijo también al veterinario que había
visto a Maddie comer algo junto a un contenedor de basura a
principios de la tarde.
Un
toxicólogo sospecha que Maddie había ingerido marihuana mezclada
con cocaína, según un informe elaborado por un veterinario en el
Hospital Animal VCA, donde la perra fue tratada el martes.
Maddie
parecía encaminarse a una recuperación completa el jueves en el
cuidado de un grupo de rescate sin animo de lucro, dijo Desiree
Cawley, una portavoz del Departamento de Bienestar Animal. Se le
encontró un hogar adoptivo a la perra, para después de que ella
este recuperada por completo, dijo.
Saiz
está impedida de volver a tener en posesión de la perra porque ella
firmó una entrega de renuncia de la posesión, dijo Cawley. La ley
de la Ciudad también prohíbe a Saiz poder adoptar a un animal de un
refugio de la ciudad por el tiempo de un año, dijo.
La
perra no tenía licencia, dijo Cawley. Saiz dijo que no se dio cuenta
de que necesitaba una licencia.
Saiz
notó por primera vez los síntomas de la enfermedad, cuando ella
llevó a Maddie a pasear la tarde del martes.
“Realmente
ella estaba fatigada", dijo Saiz. "Ella no estaba realmente
esperando para caminar." Más tarde, la perra comenzó a temblar
y tuvo problemas para mantener la cabeza en alto.
Después
Saiz llevó a la perra al Hospital Veterinario, un veterinario ha
observado que la perra se retorcía y estaba temblando y tenía
problemas de equilibrio, según el informe del hospital veterinario
proporcionado a la ciudad.
La
perra mostró notable mejoría a las 3 am del miércoles, según
ponia el informe.
Una
prueba de orina del perro mostró "una fuerte cantidad positiva
de cocaína" y la presencia de THC, el elemento activo de la
marihuana, según ponia el informe. La clínica contactó a la
policía de Albuquerque, que le despacharon dos oficiales.
Saiz
no podía pagar por el tratamiento de la perra, según el informe de
la clínica, pero exigió llevarse a Maddie a su casa.
Los
representantes de la Clínica escribieron que permitirle a Saiz poder
llevarse la perra a casa sería de una crueldad hacia los animales. A
continuación, se entregó el perro al hospital veterinario para el
tratamiento, según el informe. La ciudad tomó la custodia del perro
para el Miércoles.
Por:
Oliver U. - Tra: Erik Farina
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Por: Erik Farina (Psicólogo
Canino, Especialista en Comportamiento Canino)
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