viernes, 9 de octubre de 2020

¿Por qué los gatos siempre caen de pie?


 

Los gatos tienen un sistema de equilibrio incorporado llamado "reflejo de enderezamiento" que les permite orientarse y aterrizar de pie. Pero si bien los gatos a menudo pueden aterrizar de la manera correcta, no es el caso de que siempre caigan de pie. La altura de la caída puede afectar su capacidad para aterrizar de forma segura.


Mi hermana tiene 6 gatos, pero uno de ellos llamado John Lennon, es un verdadero artista como el mismo cantante, por eso el nombre de John Lennon el cantante, un auténtico artista. Sus maullidos son dignos de oír todos los días, en forma de sinfonía, pero su verdadera habilidad es la de ser un auténtico acróbata.


Mi hermana tiene circuitos de madera, por las paredes de la casa, con colgantes y ramas falsas salientes de las paredes, para que los gatos, puedan hacer sus ejercicios, escalando y, saltando en diferentes alturas. Todos los gatos de la casa, se comportan mas o menos igual, pero John Lennon realizas unos malabares sin par, no hay gato en la casa que le supere, y hace unos giros impresionantes en el aire, y siempre cae de pie. Entonces viendo a John Lennon se me ocurrió escribir este artículo:


¿Los Gatos siempre caen de pie?



Los gatos tienen algo conocido como reflejo de enderezamiento, que les permite reorientar rápidamente su cuerpo en el aire. El reflejo de enderezamiento no suele aparecer hasta que el gato tiene alrededor de 3 semanas y es entonces cuando puede comenzar a ubicarse en el aire. Es completamente funcional alrededor de las 6-7 semanas de edad.


El aparato locomotor en los gatos es un sistema complejo que tiene como función mantener la estructura del cuerpo y realizar el trabajo mecánico (movimiento). Lo conforman en su mayoría el esqueleto (base rígida y estructural) y músculos (esfuerzo mecánico y locomotor).


La facilidad natural del gato proviene de numerosas ventajas, su elasticidad articular y muscular, su excepcional sentido del equilibrio y su excelente visión, que le permite individualizar los obstáculos. El gato es tan veloz como un caballo y puede adoptar marchas de dos o cuatro tiempos, y desplazarse a cuatro velocidades; paso, ambladura, trote y galope.


Al gato, el trepar le resulta sumamente fácil, incluso en superficies aparentemente lisas. Sus garras son poderosas herramientas, aunque si los gatos operados y privado de sus garras parecen manejarse también sin problema.


El gato siempre sabe bajarse al sitio al que subió, excepto cuando lo ataca la angustia en la cima y los gritos de su propietario, que está aun más asustado, lo privan de todos sus medios para descender. Es preciso tener mucho cuidado con el riesgo que se corre al ir a buscar a un gato en lo alto de un árbol o en una situación delicada, los arañazos son a menudo inevitables, al aferrarse el gato a su salvador, a veces con demasiada vehemencia.


El mito popular que afirma que un gato cae siempre de pie, es totalmente falso. Es cierto que más allá de 7 metros de altura, la velocidad de caída del gato será siempre la misma y las lesiones no serán más graves.


En las caídas de un metro y medio, el gato no tiene tiempo de darse vuelta y cae de costado, haciéndose daño. Entre estas dos alturas mencionadas antes, ciertos gatos acróbatas como John Lennon, resultan ilesos, mientras que otros gatos se hacen mucho daño, o pierden su vida.


Es muy importante, vigilar siempre los balcones, especialmente en la ciudad, donde palomas y otras aves pueden tentar a un gato a asomar su nariz más allá de lo debido. Hasta el siglo dieciocho se suponía que el animal, contrariamente al humano, sólo disponía de su instinto para organizar sus comportamientos. A continuación, el exceso inverso hizo que se exagerara la noción de inteligencia en el gato y confundiese un simple aprendizaje, con una verdadera inteligencia.


Si usted desea que le realice un Test de inteligencia a su gato, puede escribirme al email: psicolmascot@gmail.com


Por: Erik Farina (Etólogo)


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