Erik Farina 2015 |
La educación de nuestro perro es continua y permanente, no algo que se produce sólo en clase y una vez por semana.
Las clases de adiestramiento tienen por objetivo enseñar a los propietarios a adiestrar a sus perros, aparte de contribuir a la socialización de los perros y constituir un grupo de apoyo que brinde ayuda y consejos a los propietarios que lo requieran.
Las clases de adiestramiento tienen por objetivo enseñar a los propietarios a adiestrar a sus perros, aparte de contribuir a la socialización de los perros y constituir un grupo de apoyo que brinde ayuda y consejos a los propietarios que lo requieran.
Los perros, como los humanos, pueden reaccionar negativamente ante el estrés, por lo que es fundamental elegir la clase adecuada.
Las clases ya no deben ser repetitivas, aburridas y compulsivas, porque los métodos modernos, basados en la motivación por medio de golosinas o juguetes, producen clases gratas, divertidas e informales. Si el curso es bueno, usted podrá pedir consejo sobre cualquier problema práctico, ya sea relacionado con el adiestramiento o con cómo cuidar a su perro en general.
Las clases ya no deben ser repetitivas, aburridas y compulsivas, porque los métodos modernos, basados en la motivación por medio de golosinas o juguetes, producen clases gratas, divertidas e informales. Si el curso es bueno, usted podrá pedir consejo sobre cualquier problema práctico, ya sea relacionado con el adiestramiento o con cómo cuidar a su perro en general.
El Adiestramiento en el Hogar
Los perros adultos necesitan ser adiestrados básicamente en el hogar y durante el paseo. Siéntate, Túmbate, Quieto, Ven, son órdenes que puede aprender a ejecutar mediante las mismas técnicas que la de los cachorros, practicando de forma regular. Sea cual sea la edad del perro, es muy importante que aprenda a pasear sujeto con la correa.
A muchos perros parece encantarles tensar al máximo la correa, a pesar del peligro de ahogarse con el collar. Llevan al propietario casi a rastras al parque y obtienen por hacerlo el mejor premio del día: la oportunidad de correr a sus anchas sin estar atados.
A muchos perros parece encantarles tensar al máximo la correa, a pesar del peligro de ahogarse con el collar. Llevan al propietario casi a rastras al parque y obtienen por hacerlo el mejor premio del día: la oportunidad de correr a sus anchas sin estar atados.
No es posible enseñar a un perro a no tensar la correa camino del parque: el perro está demasiado excitado como para atender a ninguna orden. Será mejor que empiece por invitarlo a seguirte mientras pasea alrededor de la casa o el jardín sin la correa, utilizando una golosina o un juguete como incentivo para mantenerlo cerca de usted y felicitándolo e inmediatamente después darle la golosina o el juguete cuando camine a su lado. Asegúrese de que estas sesiones son breves y amenas y no deje de halagarlo siempre que camine a su lado.
Erik Farina 2015 |
El Adiestramiento con la Correa Puesta
Cuando ya domine la técnica en el hogar, el jardín, el patio, o la terraza, póngale la correa. Si le cuesta adaptarse a caminar con la correa, un collar de adiestramiento puede facilitarle el adiestramiento, pero asegúrese de que lo lleva bien puesto y no le producirá malestar. Comience paseando en el interior de la casa.
-Aléjese de el perro lentamente, sin tensar la correa. Si le sigue, dale la señal de aprobación y el premio.
-Si la correa se tensa, deténgase. No se ponga en marcha de nuevo hasta que el perro tenga la correa floja, no importa el tiempo.
-Cuando ya haya aprendido a hacerlo en el interior, salga fuera de casa, al jardín, patio o terraza. Y si todo va bien allí, pruebe en una zona más amplia, como un parque. Cada vez que el perro tense la correa, deténgase por completo. Pronto comprenderá que caminando despacio consigue llegar antes al parque que apretando el paso.
La Orden de Déjalo
Esta orden significa, “no lo toques mientras no te demos permiso”, y resulta muy útil cuando los niños comen sin sentarse a la mesa, porque los perros tienen un fuerte instinto de caza.
-Sostenga firmemente un trozo de comida entre los dedos y muéstreselo al perro sin decirle nada. Si se dispone a tomarlo, diga “déjalo” en voz baja. Cierre la mano, escondiendo el trozo de comida con el puño.
-Si el perro aparta el morro de su mano, aunque sea sólo una fracción de segundo, dale la señal de aprobación, diga por ejemplo “bravo” y entréguele la golosina. No tardará mucho en entender lo que usted espera de él.
-Repita el ejercicio varias veces, hasta que el perro aparte el morro nada más oírle decir “déjalo”.
-Vaya prolongando esta pauta de tiempo durante el cual espera que el perro mantenga el morro apartado de su mano. Este ejercicio puede dar lugar a juegos muy diversos, todos con numerosas recompensas.
Apúntese a nuestros cursos de perros adultos, donde conocemos muy bien los problemas asociados con el perro adulto, donde su perro y usted disfrutarán de la clase y será muy gratificante en el futuro. Clases: psicolmascot@gmail.com
Contacto: psicolmascot@gmail.com
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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