En el coche, el perro se siente normalmente como en su casa. Para el perro, el motor que ronronea es sinónimo de perspectiva de paseo, o de actividad en compañía de su dueño.
Tamaño de Perro, Tamaño de Coche
Cuando se ha escogido un perro de una raza grande, se tendrá que estudiar, en un plazo más o menos largo, el cambio del coche. En efecto, ya se trate de llevarlo al parque o a la oficina, o de vacaciones, o un fin de semana, el perro debe tener su lugar en el coche y no meterlo entre las maletas. Debe poder dormir y moverse comodamente.
El coche todoterreno o monovolumen, es el que mejor se adapta, sobre si se van a transportar varios animales, caso frecuente del que debe presentar numerosos perros en una exposición. Los cazadores que van a cazar o a participar en un concurso con muchos perros, que no paran de correr por todas partes, preferirán seguramente un remolque.
En cualquier coche, el lugar del perro es la parte trasera. Algunos perros de talla pequeña se colocan voluntariamente en la parte trasera, que reconocen como suya, lo que facilita las cosas cuando el habitáculo está lleno. Pero, CUIDADO, en este lugar el sol da muy fuerte, y si va con arnés tener cuidado con los frenazos fuertes, porque se desplazará bruscamente. El perro molesto debe, por su parte, ser separado del conductor por una rejilla de protección. Lo mismo sucede con los perros revoltosos, cualquiera que sea su tamaño, incluso los más pequeños, pueden distraer al conductor con facilidad y provocar un accidente, lo mejor siempre es llevarlos en un transportín.
Algunos dueños, en particular aquellos que preparan a sus perros para campeonatos o concursos de trabajo, prefieren acondicionar, en la parte trasera de su coche, unos cajones o jaulas, que impide al perro salirse y fatigarse, al tratar de mantener su equilibrio ante las irregularidades de la carretera; curvas, aceleración, frenazos, etc..
Los transportines, también obligan al perro a estar tranquilo, y por otra parte, debido a su forma, le facilitan un habitáculo agradable y confortable.
Por razones obvias, el perro no debe ir, nunca, en las rodillas del conductor. Todo conductor que desprecie esta norma de seguridad corre el grave riesgo, en caso de accidente, de ver a su compañía de seguros volverse contra él. De la misma manera es punible desde el punto de vista del código de circulación llevar un perro que impida la visibilidad o dificulte las maniobras.
Todo esto no debe servir para relegar el perro al maletero; en ese espacio oscuro y ruidoso, el perro separado de su amo puede sentirse desgraciado e incluso tener pánico.
¡Cuidado con los Golpes de Calor!
Cada año, numerosos perros mueren de un golpe de calor, a consecuencia, casi siempre, de una estancia prolongada, en un coche expuesto al sol y donde no entra ni una pizca de aire. La policía, avisada por los viandantes, debe intervenir, rompiendo el cristal para salvar al perro de un Golpe de Calor.
Cómo Reconocer el Golpe de Calor
Un perro ardiente, en un estado de semiconsciencia, que babea y cuyas mucosas están más oscuras de lo que es habitual, debe de ser socorrido de inmediato. En casos, hay que llevarlo, los más rápidamente posible, a un lugar ventilado, rociarlo abundantemente con agua fría, si es necesario, ponerle una bolsa de hielo en la cabeza y llevarlo al veterinario más cercano.
Cómo Evitar el Golpe de Calor
Este tipo de accidentes es muy fácil de evitar. Los problemas de estacionamiento existen realmente, pero un coche en el que debe permanecer un perro debe dejarse siempre en un estacionamiento en que dé la sombra, y el propietario debe ser consciente de que el sol gira en el transcurso del día y las sombras no están fijas. También tendrá que dejar ligeramente bajada la ventanilla. Un ventilador puede también ser conectado en la batería.
No Sólo los Golpes de Calor
Otro accidente, también grave, aunque menos conocido, es el riesgo que corre el perro, cuando su amo, imprudente o distraído, no le ha quitado su correa. Al moverse, el perro se enrolla con alguna palanca, por ejemplo, y al no poder desenrollarse, se mueve más y puede acabar estrangulándose, sobre todo si lleva puesto un collar corredizo.
Cuidado en la Carretera
En el curso de un largo viaje, el perro, como sus amos, necesita desentumecerse y agradecerá hacer un alto en el camino cada dos horas aproximadamente. Pero, Cuidado, una parada en el borde de la carretera nacional o de una autovía, no es más que un peligro. El perro, aterrorizado por el ruido o desorientado por la novedad, puede escaparse y cruzar la carretera.
Es necesario tener la precaución de ponerle la correa antes, no vacilar en detenerse en una zona que permita al perro brincar sin ningún peligro.
Los viajes en un coche exponen al perro a la deshidratación, por lo que es necesario proporcionar agua fresca al perro. Es igualmente necesario que le dé el aire, pero no en exceso.. y en ningún caso se debe dejar que el perro saque la cabeza por la ventanilla abierta, recibiendo los golpes del viento, con lo que llegaría a su destino con una conjuntivitis, una queratitis o una otitis.. si no acaba muerto por el golpe de otro coche. Un último consejo: enseñar a vuestro perro a viajar tranquilo, pues no hay nada que ponga más nervioso que un perro que aúlla o ladra durante todo el trayecto.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
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