ERIK FARINA año 1994 |
Relaciones entre cachorros
Es difícil observar casos de cooperación y de ayuda entre los hermanos, el egoísmo es nota distintiva de los animales de esta edad. Es una especie de lucha por la supervivencia que, sin la intervención del hombre, seleccionaría a los individuos más fuertes y violentos.
Ya desde la primera mamada del cachorro en la mama de su madre, los cachorros comienzan a empujarse y a coger sitio para llegar al pezón de la madre, un comportamiento de lucha que van desarrollando con la edad.
Sólo más tarde, después de algunas semanas de vida, comienza a formarse una especie de escala jerárquica. Antes, sin embargo, se advierte su comportamiento de imitación, indispensable para que se instaure la cohesión de la manada.
Los cachorros se persiguen y se imitan unos a otros pero sin que se dé una verdadera relación de jefe y subordinado. De ordinario, el primero en observar un objeto extraño sale corriendo tras de él y los además lo siguen, pero el primero en moverse no es necesariamente siempre el mismo, y no está dicho que sea el futuro jefe del grupo.
En cambio, cuando los perros están más crecidos y viven juntos en la misma casa o en una manada en estado salvaje, es casi siempre el más fuerte el que toma la iniciativa. El instinto de imitación del jefe continúa manifestándose también en los adultos e incluso se hace extremadamente meticuloso.
El dominio es un elemento importante del carácter de los cachorros. Sus primeras luchas jerárquicas, simuladas con juegos amigables, comienzan a manifestarse pasadas algunas semanas del nacimiento.
La supremacía viene determinada por el tamaño, la fuerza, el sexo y los componentes hereditarios. Observando a los cachorros que juegan simulando luchas, se sabe enseguida quién será el dominador; será el más agresivo, el que ataque a los hermanos aferrándolos por el cuello y el que en el momento del alimento sea el primero en lanzarse sobre la comida.
Es precisamente mediante el juego y mediante los actos de fuerza y de prepotencia como los pequeños construyen su escala jerárquica que mantendrán también de adultos.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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