sábado, 21 de abril de 2012

La guardia civil organiza una ‘cumbre’ europea de perros policía

La Guardia Civil acoge estos días en Madrid una ‘cumbre’ sobre perros policía, en la que distintos países europeos están compartiendo técnicas para la formación de estos animales con vistas a la persecución del delito.
Según informó el Instituto Armado, las jornadas empezaron el pasado domingo y se desarrollarán hasta el 26 de este mes.

 La iniciativa se está llevando a cabo en colaboración con la agencia europea de las fronteras de la Unión Europea (Frontex).
En esta ‘cumbre’ de perros policía participan un total de 13 países miembros de la Unión Europea. Las jornadas tienen lugar en las instalaciones del Servicio Cinológico y Remonta de la Guardia Civil en El Pardo (Madrid).

La Benemérita destacó que, en el marco de este encuentro, se están realizando talleres para la unificación de criterios. Además, se desarrollan manuales conjuntos para el adiestramiento de los perros para detectar drogas y explosivos.
El Servicio Cinológico de la Guardia Civil es el organismo que se encarga de gestionar todo lo referente a la utilización del perro policía en la Benemérita.

OLFATEAN DINERO

El origen de esta unidad se remonta a 1949, cuando se crearon puestos y destacamentos con perros para “perseguir de forma más organizada a bandoleros y malhechores y tener mejor control en zonas de fronteras y costas”.
Posteriormente, en 1951 se creó la Escuela de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil y quedó ubicada desde esa fecha en El Pardo (Madrid). La estructura actual del Servicio Cinológico quedó definitivamente configurada en 1982, con la misión de apoyar a las diferentes unidades operativas en el cumplimiento de los servicios que tienen encomendados.

Entre las especialidades de la unidad canina de la Benemérita están los Perros de Seguridad y Rescate (S.Y.R), con subespecialidades de seguridad y protección a personas y edificios; de búsqueda de personas sepultadas por avalanchas de nieve; y de búsqueda de personas sepultadas en catástrofes naturales, como terremotos e inundaciones.

Otras especialidades son búsqueda de personas en grandes áreas o espacios abiertos, búsqueda de cadáveres y búsqueda de personas ocultas en vehículos.
También existen los perros detectores de explosivos y los perros detectores de cebos envenenados. Además, están los perros detectores de drogas, con subespecialidades de perros detectores de alimentos de riesgo, perros identificadores de persona, perros pasivos detectores de drogas y perros detectores de dinero.

Mi cachorro no para de ladrar.

El cachorro que no cesa de ladrar puede querer llamar la atención de forma excesiva, por lo que no se le debe evitar, sino educar con cariño y refuerzos positivos.

No es extraño que un cachorro de perro ladre: es la forma que tiene de comunicarse. No obstante, conviene aprender a tranquilizar al can que ladre de forma excesiva. Lograr que se calme no es difícil si se tienen en cuenta algunos consejos: hay que ignorar al cachorro ladrador que intenta llamar la atención del dueño, evitar el contacto visual con él y separarse si ladra de forma compulsiva.

¿Qué significa el ladrido del cachorro?

Los ladridos son el modo en que el cachorro se comunica con el dueño. No obstante, el exceso de ladridos que caracteriza a algunas crías de perro puede tener distintos significados. En ocasiones, el pequeño solo intenta llamar su atención. Es normal que se sienta desubicado en su nuevo hogar, ya que aún no cuenta con las herramientas sociales que precisa y que adquirirá con los meses. Usted es su punto de referencia.

No todos los lamentos del cachorro, sin embargo, se explican como una llamada de atención. En ciertas ocasiones, los ladridos continuados del cachorro pueden ser la señal de que está aburrido y precisa juegos o actividades divertidas para entretenerse, lógicas por su corta edad.

Aprender a calmar a una cría de perro ansiosa es relevante, ya que los nervios pueden hacer que un cachorro se descontrole con mayor facilidad. El estrés de los neonatos aumenta a menudo las posibilidades de que el can sufra algún accidente indeseado, fruto de su falta de control y atención.

Ignorar al cachorro ladrador que intenta llamar la atención

Cuando un cachorro ladra con el fin de acaparar su atención de forma continuada, en general, es recomendable ignorar este comportamiento. Prestarle la atención desmesurada que solicita la cría, a menudo, deriva en una cada vez mayor exigencia y dependencia de atención. En consecuencia, el estrés y la ansiedad del can aumentarán.

Un cachorro que recibe una atención excesiva puede desarrollar el síndrome de la ansiedad por separación. Una cría muy dependiente, que siente un apego excesivo por su dueño, sufre cuando se queda sola en casa. Esto se conoce como ansiedad por separación: la mascota ladra de forma compulsiva, puede destrozar muebles en casa, e incluso, hacer sus necesidades en sitios no apropiados para llamar la atención.

El cachorro demasiado dependiente puede pasarlo mal cuando llega el momento de separarse de su dueño. La mascota, por un lado, se muestra muy cariñosa y sociable con la familia: el perro es un animal de manada. Pero cuando el apego es excesivo, este aprecio desproporcionado puede transformarse en una dolorosa y poco saludable falta de autonomía. "La ansiedad por separación es un trastorno de conducta que se observa en algunos perros al ser separados de sus propietarios", explican desde la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA).

Evitar el contacto visual con el cachorro ladrador


Retirar por completo el contacto visual a su cachorro ladrador es una forma de impulsarle a que desarrolle su necesaria autonomía.

Es normal que pueda parecer complicado no prestar la atención que la ansiosa cría solicita de nosotros. No se sienta culpable: conviene no olvidar que trabajamos para hacer de ese cachorro un perro autónomo más feliz.

Recuerde, asimismo, que es importante no hablar a su cachorro cuando ladre de forma compulsiva. Para ello, es esencial esperar hasta que nuestra cría de perro se haya tranquilizado y hayan cesado sus ladridos nerviosos. Entonces, conviene acariciar al cachorro y proponerle juegos y caricias para que se relaje.

Separarse del cachorro que ladra de forma compulsiva

Una vez que la cría de perro comienza a ladrar de un modo excesivo, suele funcionar tratar de alejarse de ella. Espere unos minutos o el tiempo que el can precise para calmarse. Es entonces el momento de volver a acercarse y acariciarlo como recompensa.

También sirve ofrecer al cachorro, una vez que hayan cesado los ladridos, algún premio comestible: se intenta que aprenda a relacionar sus buenas conductas con ciertos refuerzos positivos. La paciencia y la constancia son fundamentales para que el perro lo asimile de manera correcta. Siempre hay que tender hacia el refuerzo positivo y no hacia el castigo.

Consejos

-Recuerde que los ladridos son el modo que utiliza el cachorro para comunicarse con usted.
-En ocasiones, el pequeño solo intenta llamar su atención: es normal que se sienta desubicado en su nuevo hogar, ya que aún no cuenta con las herramientas sociales que precisa y que adquirirá con los meses. Usted es su punto de referencia.
-Aprender a calmar al perro ansioso es relevante, ya que los nervios pueden hacer que un cachorro se descontrole con mayor facilidad.
-Cuando un cachorro ladra con el fin de acaparar su atención de forma continuada, es recomendable ignorar por completo este comportamiento.
-Retirar del todo el contacto visual a su cachorro ladrador es una forma de impulsarle a que desarrolle su necesaria autonomía.
-Recuerde que es importante no hablar a su cachorro cuando ladre de forma compulsiva.
.-Una acción efectiva consiste en alejarse del perro y esperar unos minutos hasta que se calme. Entonces es el momento de acercarse y acariciarlo como recompensa.