Las poblaciones de cánidos más raro del mundo, el lobo etíope, son genéticamente fragmentables,
dicen los científicos.
Menos de las 500 especies únicas que hay en África del lobo
se cree que sobrevivirá.
Ahora un estudio de 12 años de los lobos etíopes que viven
en las tierras altas etíopes ha encontrado que hay poco flujo genético entre
las poblaciones pequeñas que quedan.
Esto coloca a los lobos en mayor riesgo de extinción a causa
de la enfermedad, o la degradación del hábitat.
En un estudio publicado en la revista Animal Conservation,
Dada Gottelli de la
Sociedad Zoológica de Londres y sus colegas en Oxford, Reino
Unido y Berlín, Alemania, cuantifican la diversidad genética, la estructura de
la poblacional y los patrones del flujo genético entre los 72 lobos etíopes de
vida silvestre.
El equipo tomó muestras de los lobos que viven dentro de las
seis de las siete restantes poblaciones remanentes, así como de una población
en el Mount Choke, que desde entonces se ha extinguido.
Ellos encontraron que la diversidad genética es
relativamente alta para una especie que se ha reducido a menos de 500 lobos.
Eso puede ser porque las poblaciones discretas de los lobos
sobrevivieron en África después de la última glaciación, que terminó hace
18.000 años, y un número de genes de tipos raros que se fijó y se mantiene en
estos grupos separados.
Sin embargo, este aislamiento está trabajando contra los
lobos.
Los investigadores estudiaron los tipos de genes en 14
ubicaciones distintas en el genoma del lobo. Encontraron que ahora hay un flujo
genético débil entre los grupos de los lobos etíopes.
Esto podría deberse a que, como otros cánidos como el lobo
gris y los zorros rojos, los lobos etíopes prefieren unos hábitats muy
específicos y es improbable que puedan viajar largas distancias.
Eso hace que sea poco probable que los lobos se unieran a
otros grupos, lo que brindaría la oportunidad de mezclar sus genes.
Más preocupante aún, los investigadores también encontraron
que las sub-poblaciones dentro de cada población también están aisladas.
La sangre fresca
El lobo etíope separado de su antepasado el lobo común de
hace 100.000 años, cuando colonizaron las tierras altas de Etiopía.
Hoy en día es una adaptación a la vida por encima de una
altitud de los 3.000
metros, donde se alimentan casi exclusivamente de
roedores de gran altitud.
Pero sólo seis poblaciones sobreviven, con otros tres que se
han extinguido durante el siglo pasado.
Los lobos etíopes son especialmente vulnerables a los brotes
de la rabia, una enfermedad mortal que ha reducido algunas poblaciones hasta en
un 75% entre estos meses.
Otra amenaza importante para su futuro proviene de la
pérdida y fragmentación del hábitat, lo que puede ser acelerado por el cambio
climático.
La preocupación expresada por el estudio es que el flujo
genético está limitado entre los lobos etíopes y les hace cada vez más
vulnerables, ya que no pueden tener la diversidad genética necesaria para
luchar contra la enfermedad o adaptarse a nuevos hábitats.
La migración limitada de los lobos, también aumentan el
riesgo de la endogamia.
Los científicos dicen que se deben hacer esfuerzos para
volver a conectar a estas poblaciones aisladas, mediante la creación de
corredores que los unen entre ellos.
"Puede que sea necesario en un futuro próximo para
aumentar artificialmente el tamaño de la población y restablecer el flujo de
los genes entre las poblaciones cercanas", escriben los investigadores.
Eso podría significar tener que mover lo lobos machos entre
las poblaciones para activar una fresca reproducción.
Los estudios sobre otras especies de lobos han mostrado que
el traslado sólo de uno o dos machos de esta manera puede aumentar la
diversidad genética.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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