lunes, 5 de diciembre de 2011

Holanda envía orca llamada Morgan a España


Esta fotografía proporcionada por Dolfinarium muestra a la orca hembra de 1.400 kilogramos (3.085 libras) llamada Morgan al ser elevada por grúa para colocarla en un contenedor en un camión en el Dolfinarium, en Harderwijk, Holanda, el martes 29 de noviembre del 2011.

Un avión que transporta una orca hembra joven desde Holanda partió la tarde del martes hacia España, donde será entregada a un parque de diversiones, después de que ambientalistas perdieron una batalla jurídica para que fuera liberada en mar abierto.

Cerca del amanecer del martes, la orca de 1.400 kilogramos (3.085 libras) llamada Morgan fue levantada por una grúa desde su estanque y colocada en una hamaca que restringía sus movimientos y protegía sus aletas.

Entrenadores la mantenían húmeda durante el traslado en una caja pintada de azul colocada sobre un camión.

Más de 50 entrenadores, operadores y otros trabajadores participaron en la operación para colocar a Morgan en el avión que salió de Amsterdam aproximadamente a la 1 p.m. hora local hacia la isla española de Tenerife. Ahí, Morgan será colocada nuevamente sobre un camión y llegará finalmente a un estanque mucho más grande en el Parque Loro, dijo el Delfinario de Harderwijk en un comunicado.

La ciudad de Harderwijk emitió un interdicto de emergencia para impedir manifestaciones del movimiento "Liberen a Morgan" durante el traslado, aunque una coalición de conservacionistas que buscó que la orca fuera liberada dijo que nunca planearon interferir en la operación.

"Nunca haríamos algo que pudiera poner en peligro a Morgan", dijo Nancy Slot, vocera de la coalición.

Morgan, que se cree tiene aproximadamente tres años de edad, pesaba sólo 400 kg (880 libras) cuando fue rescatada en aguas poco profundas de la costa holandesa del Mar del Norte en junio del 2010.

El permiso del gobierno holandés que aprobó originalmente su captura decía que el delfinario podía tenerla y restaurar su salud para que fuera liberada. Pero después de que el parque acuático configuró un equipo de expertos que aconsejara qué hacer a continuación, éste señaló que el mamífero marino tenía pocas probabilidades de sobrevivir en libertad a menos que se pudiera identificar a su familia.