La concienciación en la responsabilidad que supone una mascota para sus propietarios llevó al Consistorio oniense ha organizar una jornada dedicada a este fin. En la misma, colaboraron la Asociación Protectora de animales de Medina, Royal Canin y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos contando con la asistencia de decenas de personas.
El polideportivo cubierto fue el lugar donde los asistentes recibieron información en lo relativo a la normativa municipal sobre mascotas, incidiendo de forma especial en la recogida de excrementos de canes en la vía pública, y su alimentación.
Fueron muchos los que acudieron con sus compañeros de diferentes especies compartiendo sin incidentes el acto perros, gatos, hamsters e incluso una tortuga. El plato fuerte lo protagonizaron los perros adiestrados del Servicio Cinológico de la Guardia Civil que mostraron sus habilidades en distintas pruebas.
Con la colaboración de varios pequeños, los agentes repartieron por el interior del recinto distintas cajas y maletas vacías excepto una que contenía la sustancia a detectar. Simultáneamente se explicaban las características de carácter y entrenamiento de los perros, según su especialización, desmintiendo leyendas urbanas atribuídas a los perros detectores de drogas. Gráficamente se explicó que en modo alguno se convierten en adictos para cumplir su misión, comparándolo con los especializados en explosivos que, lógicamente, no comen dinamita.
El primer can en actuar fue el encargado de detectar sustancias explosivas. Tras localizarlo y siguiendo el protocolo de su entrenamiento, el perro permaneció sentado junto a su objetivo hasta ser llamado por su adiestrador para recibir su juguete de premio. A continuación actuó el especialista en detección de drogas que, al igual que su compañero, localizó rápidamente la maleta con los narcóticos. En esta ocasión, la demostración se realizó tal y como se hace en las inspecciones de equipajes, acompañando el agente al can en la inspección mostrando su entrenamiento activo arañando la maleta al localizarla. Finalmente en la demostración un tercer can realizó una inspección en búsqueda de estupefacientes en personas con la colaboración de varios voluntarios.
Pese a los pocos minutos que el 'objetivo' llevaba la droga en su bolsillo el perro tras un breve reconocimiento lo 'marco' sin dificultad.
Todos estos perros, de raza pastor alemán, prestan servicio habitual en la provincia logrando numerosas aprensiones de estupefacientes.
El uso de perros por la Benemérita se remonta al año 1949 cuando se crean puestos y destacamentos con perros para perseguir de forma más organizada a bandoleros y malhechores así como tener mejor control en zonas de fronteras y costas.
Posteriormente, en 1951, se crea la Escuela de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil y queda ubicada desde esa fecha en El Pardo, Madrid. La estructura actual del Servicio Cinológico quedó definitivamente configurada en 1982, con la misión de apoyar a las diferentes unidades operativas en el cumplimiento de los servicios que tienen encomendados. El Correo de Burgos.
El polideportivo cubierto fue el lugar donde los asistentes recibieron información en lo relativo a la normativa municipal sobre mascotas, incidiendo de forma especial en la recogida de excrementos de canes en la vía pública, y su alimentación.
Fueron muchos los que acudieron con sus compañeros de diferentes especies compartiendo sin incidentes el acto perros, gatos, hamsters e incluso una tortuga. El plato fuerte lo protagonizaron los perros adiestrados del Servicio Cinológico de la Guardia Civil que mostraron sus habilidades en distintas pruebas.
Con la colaboración de varios pequeños, los agentes repartieron por el interior del recinto distintas cajas y maletas vacías excepto una que contenía la sustancia a detectar. Simultáneamente se explicaban las características de carácter y entrenamiento de los perros, según su especialización, desmintiendo leyendas urbanas atribuídas a los perros detectores de drogas. Gráficamente se explicó que en modo alguno se convierten en adictos para cumplir su misión, comparándolo con los especializados en explosivos que, lógicamente, no comen dinamita.
El primer can en actuar fue el encargado de detectar sustancias explosivas. Tras localizarlo y siguiendo el protocolo de su entrenamiento, el perro permaneció sentado junto a su objetivo hasta ser llamado por su adiestrador para recibir su juguete de premio. A continuación actuó el especialista en detección de drogas que, al igual que su compañero, localizó rápidamente la maleta con los narcóticos. En esta ocasión, la demostración se realizó tal y como se hace en las inspecciones de equipajes, acompañando el agente al can en la inspección mostrando su entrenamiento activo arañando la maleta al localizarla. Finalmente en la demostración un tercer can realizó una inspección en búsqueda de estupefacientes en personas con la colaboración de varios voluntarios.
Pese a los pocos minutos que el 'objetivo' llevaba la droga en su bolsillo el perro tras un breve reconocimiento lo 'marco' sin dificultad.
Todos estos perros, de raza pastor alemán, prestan servicio habitual en la provincia logrando numerosas aprensiones de estupefacientes.
El uso de perros por la Benemérita se remonta al año 1949 cuando se crean puestos y destacamentos con perros para perseguir de forma más organizada a bandoleros y malhechores así como tener mejor control en zonas de fronteras y costas.
Posteriormente, en 1951, se crea la Escuela de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil y queda ubicada desde esa fecha en El Pardo, Madrid. La estructura actual del Servicio Cinológico quedó definitivamente configurada en 1982, con la misión de apoyar a las diferentes unidades operativas en el cumplimiento de los servicios que tienen encomendados. El Correo de Burgos.