El parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm albergará en sus instalaciones a partir de hoy a la serpiente venenosa más grande de Europa, cuyo cuerpo supera los cuatro metros de longitud. Este ejemplar de cobra real (Ophiophagus hannah), bautizado con el nombre de Frank, ha llegado al complejo acompañado por una hembra de la misma especie, cuya longitud ronda los 3,80 metros. La peligrosidad de esta especie ha hecho que los expertos del parque extremen las medidas de seguridad en sus recintos y durante el proceso de traslado de ambos ejemplares.
La potente toxicidad de la cobra, su gran tamaño y la cantidad de veneno que es capaz de inocular a su víctima mediante una mordedura es suficiente para matar a un elefante o a un ser humano en menos de 15 minutos. Su veneno, que es una neurotoxina, ataca al sistema nervioso con efectos devastadores y además contiene una enzima, la lecitinasa, que destruye rápidamente la pared celular ocasionando serios daños en los tejidos.
Los colmillos, casi verticales e inmóviles, se sitúan en la parte anterior de la mandíbula superior y en el caso de Frank alcanzan los 11 milímetros de largo. Al ser un animal peligroso, se han incrementado al máximo las medidas de seguridad. Por ello, la instalación ha sido perfectamente acondicionada y equipada con medidas de seguridad para evitar que se pueda producir una fuga accidental de los reptiles o cualquier otro tipo de incidente.
Además, en los procedimientos de trabajo para atender a la cobra real se ha prohibido totalmente el contacto directo entre los cuidadores y estos animales. Para ello, se han instalado distintas cámaras con puertas que permiten aislar y controlar perfectamente a cada ejemplar mientras reciben la alimentación o medicación sin que sea necesaria la manipulación directa. El anterior cuidador de Frank murió en un zoológico británico a causa de su mordedura mientras la manipulaba, por eso se ha prohibido estrictamente el contacto directo con ambas serpientes.
La instalación está equipada con cristales de seguridad y sistemas de calefacción duplicados para mantener una temperatura constante de 28 grados. El área está dividida en cuatro zonas, dos instalaciones para tener separada a la hembra y al macho, y otras dos zonas como reserva de contención, que se mantienen a 30 grados. Cada cobra tiene libre acceso a su instalación y a su reserva de contención, que eligen en función de su termorregulación.
Durante la presentación de esta mañana se han alimentado a las cobras. Al ser una especie ofiófaga, que significa que se alimenta de otras serpientes, resulta muy difícil mantener esa dieta cuando están en cautividad. Por ello, se les acostumbra de manera progresiva a comer roedores. El proceso comienza dando trozos de rata que son camuflados con los restos que mudan las serpientes cuando cambian su piel. Así el ejemplar acepta el alimento por el olor hasta que finalmente acaba por acostumbrarse a ingerir directamente la carne de roedor.
Antes de trasladar a ambos ejemplares a su nueva instalación, los expertos de Terra Natura Benidorm les han realizado exploraciones y analíticas de sangre después de ser completamente sedadas y dormidas. También se les ha colocado un chip de identificación y se les ha mantenido en observación para controlar su comportamiento y sintomatología.
La agresividad de la cobra real es tal que las hembras son capaces de almacenar el esperma del macho durante varios años para fertilizarse a sí mismas y no tener la necesidad de volver a aparearse, ya que en ocasiones después de la cópula los machos devoran a las hembras. Hasta las crías de cobra segregan feromonas para neutralizar el apetito de la madre y abandonan el nido nada más nacer para evitar ser devorados.