viernes, 16 de diciembre de 2011

La vieja osa capturada en Cantabria será sometida a un chequeo

La ejemplar de oso pardo capturada en los montes de Liébana se encuentra "aparentemente bien" ya que, además de estar "totalmente tranquila y relajada" sus funciones son "normales", puesto que come "bien" --está "gorda", ya que pesa unos 120 kilos--, presenta "buen pelo" y permanece "alerta" en todo momento. No obstante, en unos ocho o diez días, cuando haya metabolizado la anestesia que le suministraron para inmovilizarla, será sometida a un chequeo para obtener una valoración más objetiva y "en profundidad" de su estado de salud y decidir sobre su futuro.
Así se lo ha explicado a Europa Press Santiago Borragán, coordinador de los Servicios veterinarios del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, donde se encuentra ahora la osa tras ser rescatada por su "inusual" comportamiento, en una intervención pionera en España coordinada por el Gobierno de Cantabria y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
En declaraciones a esta agencia, el experto ha indicado que hay que esperar unos días para realizarle el chequeo porque tienen que volver a dormirla, y para ello es necesario que pase al menos una semana para que metabolice la anestesia que se le administró para capturarla. En este sentido, Borragán ha indicado que la osa es "muy vieja", por lo que el hígado y el riñón no eliminan los efectos de la anestesia como en un ejemplar joven. Concretamente, ronda los 24 ó 25 años, de modo que ha superado la esperanza de vida que tienen estos animales en libertad, ya que en cautividad viven más.
A partir del informe de los expertos, serán los responsables de Cantur o de la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno quienes decidan sobre el futuro de la osa, es decir, si se queda en Cabárceno o se devuelve a su hábitat natural. De momento, permanece en la zona de cuarentena habilitada para animales enfermos dentro del Parque de la Naturaleza. Se trata de unas instalaciones "seguras", por lo que no precisa ningún tipo de vigilancia ya que no hay riesgo de que se escape.
Los cuidadores solo la ven una vez al día para "no molestarla" y conseguir que siga "tranquila" --llegó a Cabárceno "un poco nerviosa y excitada"--. Así, aprovechan las visitas para limpiar el recinto y echarle comida. Al respecto, el veterinario ha señalado que en el Parque recibe la misma alimentación que tenía en los bosques lebaniegos, puesto que come frutos secos como nueces, castañas o bellotas de roble.
SUPERVIVIENTE
En opinión de este experto, la osa capturada en Liébana es una "superviviente", ya que ha superado la esperanza de vida para estos animales en libertad, lo que a su vez "demuestra lo lista que es".
Y es que hace 25 años, cuando nació este ejemplar, la vida para los osos pardos era más difícil que en la actualidad, ya que entonces había "de todo", desde cepos y lazos hasta disparos de cazadores furtivos, mientras que en la última década se ha creado "cierta conciencia" sobre el peligro en que se encuentra esta especie y la necesidad de protegerla. "La vida ahora es más fácil", ha recalcado el veterinario de Cabárceno, que ha reconocido el "cariño" que se tiene a esta "anciana" osa, que representa un "valor enorme" para la especie.
Al hilo de lo anterior, ha indicado que si bien todavía no se sabe la descendencia que tiene, sí se podrá conocer el número de hijos y parientes gracias a las pruebas de AND que se van a practicar.
COMPORTAMIENTO INUSUAL
La osa fue capturada entre los montes de Bárago y Lomeña, en Liébana, por presentar un comportamiento "inusual" y "anómalo", distinto al del resto de osos pardos silvestres, toda vez que no rehuía la presencia del hombre aunque tampoco se llegó a mostrar "agresiva" en ningún momento.
En concreto, en los últimos meses se han producido varios "encuentros casuales" en zonas de paso de estos animales, en los que tanto los hombres --excursionistas, senderistas o ganaderos-- como la osa se han llevado sendos "sustos", pero no ha habido en ningún momento peligro de que el animal atacara por sus limitaciones sensoriales, ya que "no veía casi nada" y tenía "poca" vista y olfato, según Borragán. Además, aparentemente era "incapaz" de subsistir por sus propios medios.
SEGUNDA CAPTURA EN POCOS MESES
Se trata de la captura de este ejemplar en pocos meses, ya que el pasado verano fue rescatado en Palencia en muy mal estado y recuperada posteriormente en Cabárceno. En la ocasión anterior andaba "con mucha dificultad" y estaba "muy enferma". "Se estaba dejando morir", ha señalado el veterinario, antes de indicar que pesaba 52 kilos y que tras su recuperación en el Parque alcanzó los 106. En este sentido, calcula que en la actualidad pese unos diez o veinte kilos más.
Esta vez la captura, que concluyó el pasado miércoles por la noche, se ha desarrollado tras tres semanas de seguimiento y control, pero en ningún momento sienta un precedente en cuanto a la gestión del oso pardo, enfocada siempre hacia la conservación de la especie en el medio natural, según ha subrayado el Ejecutivo autonómico.
La consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, ha indicado al respecto que se decidió capturarla "antes de que hubiera un disgusto" ya que no se sabe "muy bien" la razón de sus encuentros con los humanos, es decir, si se deben a que tiene "muy mermados" el oído y la visa o a que "no era consciente de dónde se movía o se había acostumbrado a la presencia de humanos".
OPERATIVO
El operativo ha sido coordinado por personal del servicio de Conservación de la Naturaleza de esta Consejería, que ha contando con la colaboración de técnicos y medios materiales de la Junta de Castilla y León, y del Principado de Asturias. También ha participado el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Unidad de especialistas en manejo de fauna de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal. Además, debido a que se trata de una especie catalogada en peligro de extinción, en todo momento se ha mantenido informada a la Fiscalía del Medio Ambiente de Cantabria.
Igualmente, han tomado parte personal del servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, la Fundación Oso Pardo, y los servicios veterinarios del Parque de Cabárceno, del Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cantabria, y de la empresa TRAGSATEC. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes ha aportado, también, medios instrumentales para el seguimiento de la actuación.
La intervención se inició el pasado 24 de noviembre y se ha realizado en tres fases. Se ha empleado la tecnología más avanzada, como avisadores de campo de activación de las trampas tipo Aldrich y Kulver utilizadas, cámaras de disparo automático, receptores de radio Trucking, etc, todo ello con el objetivo de garantizar la seguridad del personal de campo y el bienestar del propio oso.
Durante todo el proceso de seguimiento y captura, el animal fue monitorizado por servicios veterinarios oficiales de este zoológico y del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria.