Los procesos evolutivos que han contribuido a conformar los comportamientos humanos y caninos han sido similares y por ello es común estudiar al perro tratando de aprovechar su grado elevado de similitud con los humanos en un grupo de características funcionales del comportamiento. Por ejemplo, quienes se dedican a investigar el trasfondo genético de enfermedades humanas complejas relacionadas con el comportamiento pueden servirse de evaluaciones caninas. El pastor alemán es una raza común que se caracteriza por su capacidad de trabajo, por ejemplo como lazarillo y perro policía y para labores de vigilancia y protección. No obstante, también es una mascota excelente.

En el estudio se evaluó el comportamiento de 104 perros mediante 2 herramientas. La primera fue una ya validada denominada ADHD RS (Escala de evaluación del déficit de atención y la hiperactividad) canina, mientras que la segunda, de nueva creación, se llama AIBS («Escala conductual de actividad e impulsividad»). La segunda herramienta incluye cuatro pruebas con las que se comprueba la consistencia interna, la fiabilidad interobservador y test-retest y la validez convergente.

Los investigadores afirman que su estudio ofrece datos nuevos sobre una raza de perro popular empleada con fines profesionales y de compañía. Los descubrimientos también suponen una herramienta nueva para el diagnóstico de la hiperactividad canina. Los autores relatan en su artículo: «Estos resultados también podrían ser útiles en estudios humanos. No obstante, es necesario profundizar más en otros rasgos de la personalidad implicados en la actividad e impulsividad caninas y sus relaciones con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).»