Los cachorros fueron llevados al parque a la edad de 5 semanas como parte del programa nacional destinado a la reintroducción de los linces, una vez exterminados en la región. La hembra de pastor alemán los trata como a sus propios cachorros y los alimentó con su leche. Cuando los cachorros crecieron, Lilica poco a poco empezó a llevarlos a la selva para las caminatas, ya que pronto va a ser su casa.