Dado que
los animales no pueden juzgar, la confianza en uno mismo y la
autoestima pueden mejorar gracias al contacto con estos. Las personas
suelen estar cohibidas debido a sus deficiencias físicas durante (o
después) de una enfermedad o un accidente.
Estas
deficiencias pueden ir desde problemas de expresión oral hasta la
falta de coordinación muscular o de movimientos. Los pacientes notan
rápidamente cuando los cambios que han experimentado hacen que los
demás se sientan incómodos. Los animales se onvierten en un recurso
maravilloso para quienes necesitan desesperadamente ser aceptados sin
condiciones.
A los
animales no les importa que alguien tenga defectos de pronunciación
o diga cosas sin sentido. Dejan que los pacientes se relajen y
simplemente disfruten del contacto físico directo que supone
sostener y acariciar una criatura viva” Granger y Kogan (2.003)
Dentro
de este colectivo de personas existe una gran variedad de causas por
las cuales se presenta la discapacidad física, como factores
congénitos o hereditarios, enfermedades degenerativas,
neuromusculares, infecciosas, metabólicas y accidentes de tráfico,
entre otras. Habiendo personas que padecen parálisis cerebral,
paraplejia, Parkinson, problemas auditivos y visuales; que hace que
precisen de silla de ruedas, muletas, prótesis, etc.
Fines
de la Rehabilitación.
La
realización de sesiones de Terapia o Actividad contribuye a
minimizar la discapacidad y mejorar la calidad de vida de estas
personas tanto a nivel físico como emocional. Con un animal se puede
trabajar, entre otras cosas, lo siguiente:
-Área
psicológica y cognitiva: El incremento de la capacidad de prestar
atención; el aumento de la autoestima y la confianza en sí mismos;
la memoria; la disminución de los síntomas y comportamientos
derivados de un trastorno de adaptación.
-Área
de la comunicación y del lenguaje: La facilitación de la
comunicación tanto
verbal
como no verbal; aumento del vocabulario; la Construcción correcta de
las
frases;
la mejora en la articulación de las palabras; el aprender el nombre
de personas
importantes
para el paciente.
-Área
psicomotora: La Mejora en la coordinación, en los reflejos, en la
movilidad y en la habilidad motora; La mejora en la relajación de la
musculatura.
-Área
de aprendizaje: La adquisición de nuevos aprendizajes en referencia
a responsabilidades como los cuidados del perro (higiene y
alimentación); sus juegos y su adiestramiento.
-Área
de socialización: El incremento en las relaciones afectivas y en el
deseo de ejercitarse; El desarrollo del respeto hacia los animales;
El aumento del deseo de realizar actividades en grupo; El seguimiento
de instrucciones.
A los
animales en las sesiones de Terapia o Actividad con este colectivo
tan amplio, se les puede utilizar como:
Estimulo
Multisensorial.
Los
animales como seres vivos que son, se convierten en un estímulo
multisensorial muy fuerte ya que son capaces de captar la atención y
motivación del paciente mejorando su cooperación e implicación en
la Terapia o Actividad. Serpell (2.003) dice: Los animales pueden
inducir un estado de relajación inmediata, psicológicamente
tranquilizador, por el simple hecho de atraer y mantener nuestra
atención (Katcher et al., 1983).
Por
ejemplo, un perro al atraer y mantener la atención de un niño o
niña con parálisis
cerebral
puede reducirle las conductas de falta de adaptación. Burch (2.003)
dice respecto a estas conductas: “Los pacientes con estereotipias
como el balanceo, aleteo de las manos, o que hacen ruidos, pueden
mostrar menos conductas de falta de adaptación en presencia de un
animal”.
Cusack
(2.008) dice: “La contemplación de las actividades animales induce
a un estado relajante de meditación o de ensueño. Los beneficios
principales son a corto plazo y persisten mientras se observa al
animal. Los animales son muy efectivos en este aspecto porque sus
actividades son relativamente aleatorias e impredecibles y debido a
esto mantienen el interés del paciente (Serpell, 1.983)”
También
mientras se está prestando interés o atención a un animal, el
paciente se puede olvidar un poco del dolor corporal que tenga y de
sus problemas.
Fuente
de Contacto Físico.
Sabemos
que la salud y el bienestar de una persona dependen en gran parte de
la calidad de relaciones sociales, en las cuales está involucrado el
tacto.
Las
sesiones de Terapia o Actividad son una gratificación táctil, con
valor terapéutico, tanto para la salud psicológica como en la
física. La realización de movimientos físicos como acariciar,
arreglar, darle de comer y jugar con un perro, proporcionan la
oportunidad para el ejercicio de motricidad fina y general y brindan
estimulo a aquellas personas que tienen afectadas las habilidades
motoras.
Fuente
de Motivación.
El
trabajar ciertos ejercicios con los animales aumenta la motivación,
estimulando al
paciente
por lo que se alcanzan los objetivos de una forma más rápida y
satisfactoria. Según Hart, 2.003: “Los animales también tienen la
capacidad de inspirar y motivar a las personas para que emprendan
actividades constructivas que no habrían realizado de otra manera”.
Por
ejemplo, una persona se puede motivar enseñándole al perro a que
pase por debajo de sus piernas, ejercitando la motricidad general,
incrementando su confianza y su autoestima.
Reforzador
de Conductas.
Por
ejemplo, en pacientes con Parkinson se puede trabajar la motricidad
fina y la general.
En el
caso de la motricidad finasería rellenando un tubo de PVC con
agujeros de 2
centímetros
(un juguete interactivo del animal que sirve para su estimulación
mental), con bolitas de pienso que una vez la persona ha finalizado
de rellenarlo, se le da al perro para que saque las bolitas de su
interior. El perro al darle con la pata o el hocico al tubo caen las
bolitas de pienso el cual se come reforzando la conducta del
paciente.
Potenciador
del aprendizaje.
En niños
con parálisis cerebral y utilizando a un perro se les puede ayudar a
aprender nuevas habilidades como, por ejemplo: enseñarle el nombre
de personas importantes, el del perro, darle alguna orden al animal;
explorar el entorno mediante la organización espacial, cepillando y
acariciando al animal; a tirarle al perro pelotas con diferentes
pesos y muchas otras más.
Potenciador
de la Autoestima y Confianza en sí mismo.
En
cuanto a perros terapeutas para personas con discapacidad, Cusack
(2.008) explica: “Aquí tenemos a personas con visibles
incapacidades físicas y mentales a quienes les falta autoestima y
confianza en sí mismos debido a estos impedimentos. El control
físico de un animal sin estas incapacidades y su utilización como
la extensión de uno mismo incrementa la coordinación, la movilidad
y la habilidad, y de esta manera incrementa la confianza y la
autoestima. En estos casos el animal es principalmente un objeto y no
necesita ser personificado para influir en la mejoría. Los animales
dóciles y fácilmente entrenables tienden a encajar mejor en este
contexto (Serpell, 1.983)”
Un
ejercicio para incrementar la coordinación, la movilidad y la
habilidad motora sería que el animal haga de input sensorial
acompañando a la persona, por ejemplo, a realizar motricidad general
paseando al animal por un circuito hecho con conos y aros, utilizando
al perro como la extensión de uno mismo.
Facilitador
social.
Sabemos
que los animales facilitan la socialización entre pacientes del
centro de
rehabilitación,
los trabajadores, los familiares y la persona encargada del control
del animal (Técnico en Terapia Asistida con Animales o Voluntario);
lográndose una mejora en las relaciones interpersonales que conlleva
un aumento del bienestar psicológico. Es más, Serpell (2.003) nos
dice: Los animales de compañía pueden proporcionar a las personas
una forma de apoyo social que reduce y amortigua el estrés
(McNicholas & Collis, 1995; Serpell, 1996; Siegel, 1990).
Catalizador
de emociones.
Los
animales pueden desencadenar comportamientos divertidos que provocan
la alegría y la risa. Sabemos que el humor resulta beneficioso para
mejorar el estado mental de una persona y también sus impedimentos
físicos. Según Fine (2.003): “Se han dado muchos casos en que los
animales incorporados desde un punto de vista terapéutico provocan
situaciones cómicas. Parece que cuando esto ocurre, las risas
generadas tienen valor terapéutico”
También
Cusack (2.008) dice a este respecto: “Hay situaciones en las que
los animales de compañía pueden ser utilizados sin necesidad de
tenerlos todo el día. El valor terapéutico es evidente por sí
mismo. Las investigaciones demuestran su gran valor para fomentar el
buen humor, la risa y el juego, y también un sentimiento de
autoimportancia. Hacen que uno se sienta importante (McCulloch,
1984)”
Elevadores
de la Tasa de Aptitud.
Observar
o interaccionar con animales tiene unos efectos a corto plazo para la
salud,
elevando
la tasa de aptitud y aumentando la supervivencia. Sabemos que el
estar en contacto con ellos ayuda y previene las enfermedades
cardiovasculares y el acariciarlos reduce la tensión arterial.
También sabemos que el observar o el estar en presencia de animales
es bueno para nuestra salud psicológica, para tener menos depresión,
ansiedad y estrés.
Existen
estudios que reflejan las ventajas aportadas por el Canis familiaris
en la asociación con el Homo sapiens y que se refieren a “estar en
compañía de un perro”, siendo estos los siguientes:
-disminuye
la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos (Katcher,
1.987);
-
coadyuva en el tratamiento de la ansiedad (Holcomb, 1.989);
- reduce
los problemas menores de salud (Serpell, 1.991);
-
aumenta la supervivencia en afecciones coronarias (Bustad, 1.996).
- es
beneficioso para el desarrollo del niño (Melson, 1.990);
En
definitiva, la utilización de animales de compañía, especialmente
el Canis familiaris, como herramienta al servicio del Educador/a o
Terapeuta potencia el aprendizaje, modifica el entorno educativo y
terapéutico y facilita que se logren los objetivos más rápidamente,
Resultando especialmente útil en personas con discapacidad física,
mejorando su calidad de vida y su integración social. Miguel Ángel Signes Llopis