Las Necesidades de su perro en particular dependen en gran medida de su raza o tipo, su edad y su estado de salud. En términos generales, cualquier perro bien alimentado, que haga ejercicio diario, que haga revisiones periódicas con su veterinario para comprobar su estado de salud y que disfrute de buenas relaciones sociales puede vivir feliz por muchos años.
La Alimentación
El tipo de alimento y el momento apropiado para dárselo lo decide usted, pero debe siempre adaptar las necesidades nutricionales de los perros en general a las condiciones particulares de su perro en concreto.
El tipo de dieta es muy importante y debe elegirlo con mucho cuidado. Normalmente los perros agradecen comer dos veces al día en vez de una sola. De este modo su aparato digestivo puede trabajar con más eficacia, y además se evitan altibajos en los niveles de azúcar en la sangre. Las subidas y bajadas bruscas de azúcar provocan cambios repentinos de humor.
No dé comida para humanos a su perro. Las galletas y dulces para consumo humano aportan excesivas calorías y fomentan la aparición de caries. Nuestro chocolate, en concreto, es venenoso para los perros. Si quiere recompensarle con golosinas cuando lo adiestre, utilice galletas, delicias, y golosinas especiales para perros.
El Ejercicio
El ejercicio es un factor importante en la calidad de vida de un perro. Los perros adultos necesitan quemar energía para evitar el sobrepeso. Además, si un perro se le priva de oportunidades para ejercitar su cuerpo y su mente, probablemente canalice el exceso de energía a través de conductas indeseables. Normalmente basta con dos paseos diarios tratándose de perros adultos, pero la duración del paseo varía de una raza a otra, y también de la edad.
Si pasea por diferentes lugares para que el perro vea y oiga diferentes cosas, él se sentirá más seguro y motivado. Y si hace que el paseo no sea una actividad rutinaria, se beneficiarán tanto el perro como usted. Un perro que hace su ejercicio diario y su usted participa en sus juegos, será un perro más equilibrado y feliz, tendrá un mejor comportamiento en el hogar.
La Higiene Personal
Los perros suelen ser limpios por naturaleza, y muchos se asean con esmero ellos mismos. No obstante, algunos no pueden mantenerse tan limpios por si solos como tiene previsto la naturaleza y necesitan ayuda por nuestra parte. A casi todos los perros les gusta revolcarse por el suelo y su pelaje se ensucia y adquiere mal olor, por lo que hay que cepillarlos o bañarlos con frecuencia.
Cuando varios perros conviven, a menudo se asean unos a otros. También las sesiones de cepillado y las periódicas exploraciones cumplirán una función social entre su perro u usted.
Una Revisión Completa
Su perro debe permitirle que le puedas revisar cada centímetro de su cuerpo, sin excluir los ojos, los oídos, la boca, las patas, y los genitales, con el fin de detectar cualquier cambio sospechoso o lesión. Es esencial enseñar al perro a mantenerse quieto mientras lo examina, y sólo lo logrará siendo dulce y amable con él y utilizando recompensas.
-Con el perro en pie frente a usted, empiece por examinar ambos ojos, para ver si están enrojecidos o inflamados.
-Pase a examinar a continuación los oídos, levantando suavemente la oreja y observando con atención el conducto auditivo.
-A continuación la boca; levante los belfos, primero por un lado del morro y después por el otro, para ver si hay placa adherida a los dientes. A continuación, ábrele las fauces con mucha suavidad y examine la lengua, el paladar y la garganta.
-Ahora examine el cuello y las paletillas. Palpe cada centímetro de piel y de capa, para averiguar si le duele o le molesta en algún sitio o si existe alguna inflamación.
-Baje hasta los pies con mucha suavidad, levante las patas delanteras para comprobar la longitud de las uñas y examine las almohadillas que no estén heridas ni agrietadas, ni que tenga nada entre los dedos, introduzca su dedo entre los del perro y compruebe que no hay nada incrustado.
-Vuelva a las paletillas y recorra con las manos la espina dorsal en dirección a la cadera, y de ahí en dirección de las ijadas.
-Palpe las patas traseras de arriba a bajo, y después examine los pies traseros y los dedos.
-Por último acaricie a su perro desde la cabeza hasta la punta de la cola. Agarre ésta sosteniéndola firmemente, pero con suavidad, por la base, y apártala para poder inspeccionar la región anal, intentando detectar cualquier indicio de parásitos. Deslice la otra mano hacia el abdomen para palpar el vientre y si el perro es macho, palpe también la región genital.
-Felicite y premie a su perro por haber aguantado quieto tanto tiempo y haber demostrado tanta paciencia mientras lo revisabas.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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