Además de parque zoológico, el Zoo de Santillana ha sido desde su fundación un lugar al que particulares y diversos organismos han recurrido para sacar adelante ejemplares animales heridos o enfermos. Al cabo del año pasan por las manos de cuidadores y veterinarios de ese zoo más de doscientos animales a los que se cuida y presta atención de forma desinteresada. Dentro de unos meses, la Fundación Zoo de Santillana seguirá realizando esa misma labor, pero con más y mejores recursos a través de un centro de recuperación de fauna silvestre.
La idea de levantar esa instalación viene de lejos. Se trata de un proyecto pergeñado hace tres años por José Ignacio Pardo de Santayana, presidente de la Fundación, con el objetivo de atender y cuidar esa fauna que les llega en malas condiciones. Han trabajado sus gestores con el fin de disponer de un lugar específico y dotado de más y mejores medios materiales para esos menesteres de los que hasta la fecha podía dedicar. Definitivamente, ese centro de recuperación se asentará sobre una parcela de 7.200 metros cuadrados, un terreno anexo al zoológico que en su día puede desempeñar incluso un papel didáctico.
Se trata de una instalación donde mamíferos y aves heridos, accidentados, abandonados o con diversos daños puedan ser tratados y recuperados con el fin de reintegrarles, siempre que se pueda, al medio natural del que proceden. Después de que los trámites administrativos hayan dilatado mucho en el tiempo este proyecto, ahora la previsión es que dicho centro de recuperación se ponga en marcha de aquí a cuatro meses.
«A finales de marzo, antes de Semana Santa tiene que estar», acota el tiempo María Pardo de Santayana, gerente de la instalación, tras señalar que el BOC publicaba ayer el trámite administrativo de autorización para la realización de la obra mayor del futuro centro, que tiene un presupuesto de 79.500 euros.
Se trata de un edificio «sencillo e integrable» que estará dotado con equipamiento y medios específicos y requerirán de un apoyo para mantenerlo en el tiempo. «Lo sacamos adelante con el respaldo de la Obra Social de la Caixa», explica la gerente, una institución que, además, aportará unos los fondos necesarios, unos 30.000 euros, para mantener el centro durante su primer año de vida. En el futuro, su deseo sería que la Dirección de Biodiversidad colabore en su mantenimiento.
Este centro de recuperación será complementario al que ya existe desde hace año y medio en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. «El nuestro es pequeño, y haría las labores de ambulatorio si tenemos en cuenta que el de Cabárceno sería el hospital», explica de forma gráfica María Pardo de Santayana sobre la labor que se realizará con la fauna silvestre que les llegue, generalmente animales heridos en accidente, abandonados, desnutridos o con daños o problemas por enfermedad. «El objetivo del centro de recuperación es atender toda la fauna, sea mamífero, ave o reptil», dice María. «Y, siempre que se pueda, devolverla a su hábitat de procedencia»