
Esta enfermedad se produce en la raza dálmata por causa de un defecto genético. Cada perro tiene dos genes para cada uno de sus rasgos, uno heredado de la madre y otro del padre. Es por ello que dependiendo de los genes heredados, el dálmata puede ser sordo unilateral o bilateral.
Si bien es cierto que las crías de un dálmata sordo podrían llegar a tener una buena audición por heredar el gen de alguno de sus padres que se encuentra sano, no es recomendable el proceso de embarazo en estas circunstancias.
Las pruebas para detectar la sordera pueden resultar complicadas. Si intentamos realizar un ruido fuerte como por ejemplo un aplauso, aquellos perros que aún escuchan con un oído seguramente responderán al estímulo. Incluso un dálmata sordo puede responder cuando observa el movimiento de las manos.

Lo recomendable es hacer un ruido fuerte sin que el dálmata esté observando los movimientos. Ante la menor duda, una prueba con el veterinario será el camino más fácil para sacar cualquier duda.
Un dálmata sordo puede ser un poco más difícil de entrenar, pero con paciencia y esfuerzo se pueden lograr grandes aprendizajes.