Las mascotas no deben llegar a nuestras vidas por una decisión impulsiva, sino que debe ser una elección premeditada, en la que se tengan en cuenta no sólo las ventajas de convivir con un perro, sino también las desventajas, cuando las hay, y las responsabilidades, que son ineludibles. Sin embargo, a pesar de que nosotros tengamos esta opinión, las fechas navideñas son muy propensas a la compra de perros como regalo, por lo que no podemos quedarnos al margen, de modo que vamos a recordar los aspectos más importantes cuando llega un nuevo miembro a casa, en este caso de cuatro patas.
En el caso de que se trate de un cachorro, no podemos perder de vista que supone un cambio radical para él, en cuanto que supone el alejamiento de su madre y hermanos. Por ello, lo mejor es que esté completamente destetado pero sin tener un apego muy acusado por su entorno de origen, de modo que se recomienda que tenga cumplidas las 8 semanas de vida.
Antes de llegar debemos hacer acopio de las cosas necesarias, algunas de ellas imprescindibles. La primera sería la alimentación, que no debe suponer, ¡en ningún caso!, un cambio radical, ya que podríamos provocar problemas gastrointestinales. Por ello, debemos conocer qué alimento toma y dárselo durante los primeros días.
Sólo después de su adaptación podremos cambiar el alimento por el que sea de nuestro agrado y siempre siguiendo el protocolo conocido como la transición alimentaria.
Directamente relacionados con el alimento están los recipientes donde comerá y beberá. En cuanto a las raciones de alimento, seguiremos las indicaciones del veterinario; en cuanto al agua, debe estar a su disposición en todo momento.
Si bien al principio no podremos sacarlo de paseo dado que en la mayoría de los casos los cachorros llegan a nuestros hogares con una sola dosis de vacunas, otros elementos necesarios serán la correa y el collar. Como en el mercado los hay de todas las características, materiales y diseños, hay que asesorarse acerca del que resulta más conveniente tanto para el perro (tamaño, pelo, comportamiento, etc.) como para los propietarios.
Una vez en casa, lo primero que debemos hacer es dejar que inspeccione su nuevo entorno libremente, sin cortapisas y sin forzarle. En la medida de lo posible es adecuado que disponga de un espacio destinado exclusivamente para él, donde pueda sentirse cómodo y que con posterioridad suponga una referencia dentro del hogar. Asimismo, es conveniente que tenga a su disposición algún juguete, ya que esto ayudará a su entretenimiento y prevendrá que muerda otros objetos.
Dada la naturaleza curiosa de los cachorros, tanto durante el período de habituación al nuevo hogar como después, debemos poner fuera de su alcance todos los productos potencialmente tóxicos, por ejemplo, los detergentes e insecticidas, así como todo aquello que pueda ocasionar heridas. Tampoco los cables conectados a la red eléctrica son los mejores amigos de los cachorros, tanto porque pueden enrollarse en su cuello como porque pueden morderlos y recibir una descarga eléctrica.
Recuerda, ¡nunca incorpores a tu hogar un perro si no están de acuerdo todos los miembros de la familia!, y con el fin de que te ayude en cuanto a su educación.
Royal Canin