Una de las cuestiones que ha influido en que el perro se haya incorporado como miembro de pleno derecho a nuestro núcleo familiar ha sido nuestra tendencia a humanizarlo y, con ella, creer que tiene las mismas necesidades que nosotros en todos los aspectos de su vida.
Sin embargo, la realidad es muy diferente, ya que entre las muchas diferencias que nos separan están las necesidades nutricionales y la dieta adecuada para satisfacerlas. A este respecto, a muchos propietarios les cuesta entender que el perro debe comer un alimento adaptado a sus necesidades y siempre el mismo.
Nos cuesta entenderlo porque al humanizarlo pensamos que va a ser más feliz comiendo cosas muy variadas, cuando lo más probable es que esto ocasione trastornos grastrointestinales, que en algunos casos pueden ser graves, de ahí la necesidad de hacer la transición alimentaria.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, no es adecuado mezclar los alimentos destinados a nuestro consumo con los elaborados para los perros, pero tampoco lo es mezclar alimentos específicos para perros pero formulados con fines diferentes.
Según este principio nutricional, no tiene ningún sentido mezclar un alimento para un perro adulto con otro para cachorros o uno destinado a un perro que hace mucho ejercicio con otro formulado para perros castrados. Esta decisión supone un error porque finalmente no se consigue el efecto de ninguno de los alimentos.
Muy al contrario, en lugar de conseguir el 50% de los efectos de cada uno, lo que sucede es que los beneficios quedan prácticamente anulados al producirse el desequilibrio nutricional que se pretende corregir con la administración de un alimento adaptado.
Obviamente, si no se deben mezclar entre sí los alimentos para perros sanos, mucho menos hay que hacerlo con las dietas veterinarias, formuladas para ayudar a tratar determinadas patologías. Por ello, si un perro debe comer un alimento que le ayude a recuperarse de una enfermedad del hígado, no debe comer más que ese alimento concreto.
Otro caso similar que debe evitarse es el de un perro que debe comer exclusivamente un alimento hipoalergénico por ser alérgico a las proteínas de un determinado tipo, pero que además recibe premios o comida no formulada específicamente para su alergia, ya que por poca cantidad que le demos de estos aportes “extras” siempre en posible provocar una reacción alérgica.
Como vemos, las razones para no mezclar los alimentos son muy importantes, pero a menudo se nos olvidan porque creemos que nuestro perro debe comer lo mismo que nosotros, dormir en una cama como la nuestra, abrigarse como lo hacemos nosotros, etc., lo que no es verdad en un sentido riguroso.
Así que, ya sabes, busca un alimento adecuado a las características de tu perro y no se lo cambies, ya que él no elige los alimentos por el sentido del gusto o de la vista, ni lo necesita;
más bien al contrario. Finalmente, en caso de que tenga una patología que requiera un alimento especial, confía en tu veterinario.
Royal Canin