viernes, 27 de abril de 2012

Perros terapeutas de niños

Dos psicólogos y un trabajador social son los que, acompañados por los caninos, desarrollan las terapias para menores entre los dos y los 17 años a los que se les vulneraron los derechos. 

La esperanza de cientos de niños en Antioquia son ocho perros de raza labrador retriever y golden retriever. Los animales, dos de ellos traídos de España, se sientan durante horas a escuchar la historia de menores víctimas de maltrato físico o abuso sexual. El que es el mejor amigo del hombre ahora parece ser también su mejor terapeuta.

Las intervenciones asistidas con animales son un método que emplea la Fundación Las Golondrinas para atender a niños vulnerados en 18 municipios del departamento, pero especialmente de los barrios Llanaditas, Caicedo y Villa Liliam, en Medellín, donde la mayoría de la población es desplazada.

En dos años del programa, cerca de 4.500 menores se han beneficiado de la terapia con animales, que según los especialistas, ha tenido una efectividad del 87 por ciento.

Reinel Arias, coordinador del área psicosocial y de la intervención asistida con animales en la Fundación, explica que la terapia con los caninos tiene tres abordajes distintos: la terapia asistida con animales, la educación asistida con animales y las actividades asistidas con animales, que se enfocan en la recreación de los menores.

“El primer enfoque es el que va más dirigido al tratamiento de niños vulnerados. Se trata de que los menores, guiados por un psicólogo, hagan una especie de catarsis frente al perro, un ser que les produce confianza y que no les reprocha, y al que le cuentan sus miedos e incluso los maltratos de los que fueron víctimas”, explica Arias, que agrega que cerca de 700 niños de la ciudad han recibido ya este tratamiento que previene factores desencadenantes de otras patologías en menores que, por las vulneraciones sufridas, se caracterizan por ser impulsivos y ausentes, incluso agresivos.

El coordinador del área psicosocial afirma que lo que se hace con el animal es ejemplificar el cuerpo humano, se hace un reconocimiento del esquema corporal del perro para que los niños reconozcan su propio cuerpo y sepan “quién puede acceder a ellos y quién no”.   

Los perros, que trabajan como lazarillos, vigilantes, detectores de estupefacientes y hasta rescatistas, ahora tienen un compromiso más, tal vez el más importante de todos: apoyar la recuperación de la infancia vulnerada para que la sociedad del futuro sea sana.