lunes, 21 de mayo de 2012

Adiestramientos de Perros, Clicker contra el Tradicional

Sobre el enfrentamiento entre adiestradores tradicionales y los que utilizan el clicker, como método novedoso se ha escrito, discutido en foros e incluso se han creado controversias que llevan al lector a la creencia de que ambos métodos son contradictorios y,  por supuesto, excluyentes. Tanto es así que, entre nuestros propios alumnos a los que se supone unidad de doctrina frente al adiestramiento del perro, se han originado discusiones que los profesores hemos tenido que dirimir.

Es por ello y en atención a sus múltiples preguntas sobre el tema, que he decidido tratar de reconciliar las distintas tendencias basado, como no, en lo que los investigadores serios han estudiado sobre el tema.

El clicker no es un método de adiestramiento.

Este aparatito, antiguamente llamado ranita, consta de una lengüeta de lata que al doblarse y recuperar produce un sonido seco que puede ser ampliado con una pequeña caja de resonancia. Fue muy utilizado por los psicólogos experimentales en la década de los ochenta para trabajar en el condicionamiento de animales con un bajo índice de encefalización. En 1994, durante un curso de postgrado de la Universidad de Granada, al que asistí como alumno, condicionábamos pollos de dos semanas para realizar trabajos “portentosos” como bailar claqué o desfilar con la cabeza alta como un legionario. Realmente solo pedíamos al animal que realizara conductas propias de su potencial de especie como era escarbar en el suelo en una pequeña pista dibujada en el suelo de su jaula o andar levantando la cabeza por encima de una línea marcada en las paredes.

Resultó que el número de ranitas encontradas en el mercado era inferior al de alumnos por lo que también algunos utilizaron un pequeño silbato de ultrasonidos consiguiendo la misma pulcritud en
los ejercicios de nuestros “pollos sabios”.

El éxito en la consecución de las conductas criterio no se basó en la ranita ni en el silbato sino en la aplicación correcta de los condicionamientos a los que fueron sometidos nuestros pollos. La ranita y el silbato fuero, por tanto, estímulos neutros antes del condicionamiento y estímulos condicionados después y de esta experiencia, inferimos que  tanto el clicker, como el silbato, los destellos luminosos, palmadas o una palabra determinada, solo son estímulos neutros y posteriormente; condicionados.

Antes de seguir con los métodos - supuestamente antagónicos- de adiestramiento, veamos a grandes rasgos en qué consiste el aprendizaje asociativo del animal mediante el condicionamiento clásico
de Pavlov.

Términos:  Estímulo Incondicionado ( EI )  Estímulo Condicionado ( EC )  Reacción o Respuesta Incondicionada ( RI )  Respuesta Condicionada ( RC)

EI. Es un estímulo biológicamente poderoso que provoca una reacción no aprendida y sobre la que el individuo tiene poco control. Normalmente se utiliza la comida con EI positivo o la descarga eléctrica como negativo o aversivo.

EC. Es el primer estímulo que Pavlov administró a los sujetos de estudio. Es un estímulo inocuo o biológicamente neutro. Utilizó estímulos táctiles, cambios de temperatura, flases de luz, pitidos,
ruidos secos y estímulos visuales como cuadrados negros y objetos rotatorios.

RI. Es la respuesta no aprendida desencadenada por el EI. Ejemplos:  Soplido en el ojo (EI), cierra los párpados (RI) - Limón en la boca, salivación. -  Pimienta en la nariz, estornudo.

RC. Constituye la conducta aprendida, la manifestación conductual de la asociación subyacente entre el EC y el EI.
La RC es aprendida porque, en principio, el EC no tenía capacidad para provocar más respuesta que una débil reacción de orientación hacia él. Si un perro no condicionado con la ranita (clicker) oye este sonido solo se producirá en él una respuesta débil de orientación hacia ese ruido. La misma reacción se producirá ante un flash o una palmada.
Sin embargo, tras una exposición suficiente al emparejamiento del EC + EI  el EC produce, por si solo, la RC.

Vemos a continuación, en un sencillo esquema, el ejemplo clásico del condicionamiento de Pavlov.


1.- Antes del condicionamiento - Comida           Respuesta      Salivación  -Estímulo Incondicionado      Respuesta Incondicionada 



2.- Antes del condicionamiento  Campana No hay respuesta   No hay salivación Estímulo neutro Respuesta no Condicionada



3.- Durante el condicionamiento Respuesta            Salivación  Est .Neutro  Incondicionado  Respuesta incondicionada



4.- Después del condicionamiento  Est. Condicionado  -   Respuesta condicionada

Veamos a continuación el Condicionamiento Instrumental u Operante que, tanto en uno como en otro método, se utiliza.
La diferencia esencial entre este tipo de condicionamiento y el de Pavlov es que, mientras en aquel estudiábamos el aprendizaje del estímulo, este concierne al aprendizaje de la respuesta.
Podríamos pues definir el condicionamiento instrumental como:
Tipo de aprendizaje que ocurre cuando la frecuencia de una respuesta dada libremente es controlada por sus consecuencias. Es decir, la consecuencia de la conducta aumenta o disminuye la frecuencia de ésta.

Ahora el EI ( o su ausencia) es el resultado o consecuencia que sigue a la repuesta. 

  Vemos, por tanto, que en este condicionamiento esperamos la respuesta adecuada del perro para reforzarla o la inadecuada para castigarla con un estímulo aversivo.
Con este sencillo resumen de las técnicas de condicionamiento podemos pasar a comparar el trabajo realizado con el clicker y el desarrollado por aquellos adiestradores que se “acogen” al método
tradicional.
Doy por sentado que tanto unos como otros conocen o, por lo menos, tienen una idea amplia sobre lo expuesto anteriormente.

Principales ventajas de la utilización del clicker como EI.  • La respuesta de orientación en el perro es buena. • Su sonido es siempre el mismo si utilizamos la misma cajita sonora. Principales desventajas.  • No tiene mucho alcance.  • Dependemos de él para adiestrar

Comparémoslo ahora con la utilización de la palabra ¡BIEN! como EI.
Principales ventajas.  • Su alcance es mayor  • Siempre llevamos encima la caja de resonancia.  Principales desventajas.  • No tiene muy buena respuesta de orientación.  • Su sonido puede variar.

Si analizásemos, uno por uno, todos aquellos EI que podemos utilizar en la educación de nuestro perro, veríamos que ninguno reúne todas las ventajas y que tampoco ninguno tiene todas las desventajas.

De lo expuesto deduciríamos que el clicker es solo un EI que puede ser utilizado, al igual que otros, en procesos de condicionamiento.

¿Por qué entonces existe tanta polémica y posiciones encontradas entre adiestradores afines a uno u otro método? Realmente esta es la pregunta que nuestros alumnos nos formulan sobre todo, cuando  superan la asignatura de Aprendizaje animal.

 La diferencia no está en la utilización de uno u otro Estímulo incondicionado.

Observo que, desde hace unos años, los introductores de la utilización del clicker han hecho que se asocie la ranita con corrientes filosóficas como el “adiestramiento en positivo”, “adiestramiento sin presión”, “a favor de instinto” y todos aquellos métodos en los que al perro no se le fuerza a trabajar, es decir, lo haría todo por las buenas.
Por otro lado, los adiestradores “tradicionales” asocian la utilización del clicker con animales mal adiestrados, sin control y que solo cambian trabajo por comida. Algo así como perros expertos en habilidades circenses pero inútiles para el trabajo serio.

El perro, el adiestrador, el objetivo y el ensombrecimiento.

La realidad es que se puede utilizar la ranita en la fase de educación y luego exigirle al perro que ejecute a la perfección mediante otra clase de reforzadores. Si necesitamos que nuestro perro solo esté educado en compañía, de la patita, encienda la luz, cierre la puerta y nos traiga las zapatillas, la utilización del clicker (o de cualquier otro estímulo) sobra para conseguirlo.

El problema surge cuando nuestro animal es canalizado hacia un objetivo como civil, disciplinas deportivas francesas o alemanas. En ellas se necesita un férreo control y para ello, la asociación de estímulo neutro más comida, no es suficiente. El ensombrecimiento se produce cuando el estímulo condicionado pierde valor frente a otros asociados a la supervivencia o a la reproducción presentes en el contexto. Un perro no obedecerá nuestra llamada de silbato, clicker o palabra si está peleando con otro congénere o tratando de montar a una hembra en celo. Si lo hace será porque esos EC están asociados a otros más poderosos que los del contexto. Quizás a eso se refieren los “tradicionales”

Ambos métodos son adecuados si son aplicados por adiestradores formados.

Ahora es el momento de sacar conclusiones de lo expuesto

• El clicker es solo un EC, no un método de aprendizaje

• Es útil en la fase de adquisición.

• Cualquier EC debe ser adecuado a las capacidades del perro.

• El objetivo marcado debe imperar en el condicionamiento del perro independientemente de los EC utilizados.

• Cualquier método está basado en la asociación y en el condicionamiento.

• No existen métodos de adiestramiento no basados en los condicionamientos.

• Se puede adiestrar en positivo o con dobles reforzadores. La técnica y la formación están en el adiestrador.

Trato en este artículo de poner bálsamo en la polémica actual porque entiendo que tanto unos como otros utilizan el mismo método y el clicker o el collar estrangulador no deben marcar métodos distintos ni filosofías de adiestramiento sino objetivos distintos a los que encaminar al animal a tenor de sus aptitudes y cualidades. Por: Antonio Pozuelos Jiménez de Cisneros

Copyright © Por: Erik Farina, Psicólogo Canino y Adiestrador Profesional


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