P- La perra de
mi vecino es una Australian shepherd de 3 años de edad, al que se diagnostica
la enfermedad de Addison. Ella estaba enferma, y se quedó en el hospital de
animales, pero ahora está en el hogar y mucho mejor. Mi perro es un Teckel
macho de 8 años de edad, y ellos dos son muy buenos amigos.
¿Hay alguna
posibilidad de que mi perro podría contraer la enfermedad de Addison de Missy,
o que el pueda causarle algún problema a ella por jugar con ella? Estoy un poco
nervioso acerca de hacerle a mi vecino estas preguntas.
R- La enfermedad
de Addison no es contagiosa. Es una enfermedad rara pero grave, que puede ser
totalmente controlada con la medicación adecuada y el paciente puede vivir una
vida larga y saludable. Esta condición - también conocida como
hipoadrenocorticismo - es causada por la incapacidad de una parte de las
glándulas suprarrenales para que secreten dos tipos fundamentales de las
hormonas, los glucocorticoides y mineralocorticoides.
Los glucocorticoides regulan el metabolismo de un perro.
Esto se hace de vital importancia cuando un perro está asustado, enojado,
traumatizados, heridos, o bajo estrés. El grupo de otra hormona, los mineralocorticoides,
entre los cuales está la aldosterona, es también de importancia para mantener
la vida, ya que regula el equilibrio de sal, potasio y agua en el sistema de un
perro.
La causa del deterioro de la glándula suprarrenal o la falta de función
es lo más a menudo es desconocida, pero puede ser debido a un proceso
autoinmune, hemorragia, infección o cáncer.
Los signos clínicos suelen ser inespecíficos, los trastornos
más comunes son la gastroenteritis crónica o enfermedad renal. Puede haber
vómitos y pérdida de peso o encerar un curso y la disminución de la diarrea,
aumento de la sed y la micción.
De vez en cuando se toma una forma más grave
llamada crisis de Addison con debilidad repentina, vómitos, diarrea y a veces
colapso. Los intermitentes episodios de temblores también pueden ocurrir. En
una crisis de Addison, la mascota requiere atención médica inmediata y
hospitalización o la enfermedad puede ser fatal.
Un examen cuidadoso de la mascota por su veterinario, y una
historia médica completa, junto con pruebas de laboratorio específicas, puede
determinar un diagnóstico preciso.
El tratamiento a largo plazo de esta enfermedad es bastante
simple, las hormonas que el perro carece serán sustituidos por la
administración de medicación diaria por vía oral o largo plazo, medicamentos
inyectables. Los perros mantenidos en reemplazo de la hormona adecuada pueden
tener una vida larga y feliz.
Todavía es muy importante que su vecino obtenga la
aprobación de su veterinario antes de que su perra se le permita regresar a sus
actividades normales, tales como jugar con su Teckel . Luego, con la medicación
adecuada, Missy y su perro pueden seguir siendo amigos durante muchos años.
Dra. Mary Ann Crawford