Erik Farina 2015 |
Los Toy son siempre perros diminutos, pero proceden de todos los grupos anteriores: el Yorkshire, por ejemplo, de los Terriers; el King Charles, de los Spaniels (perros de caza); el pequeño Lebrel italiano, de los Lebreles o perros de carrera, y el Pomerania, de los Spitz (perros de trabajo). Forman un grupo independiente porque todos fueron creados a través de un proceso de miniaturiturización.
La Historia de Los “Toy”
El enanismo, fenómeno no infrecuente en los perros, fascinó tanto a algunos criadores (sobre todo a los orientales) que decidieron seleccionar los ejemplares más diminutos de muchas razas y utilizarlos como reproductores para crear no razas nuevas, sino versiones minúsculas de las que ya existían.
La miniaturación produjo variedades curiosas y atractivas, pero también especialmente adecuadas para desempeñar ciertas funciones, como calentar la cama o la piel de sus propietarios, ya que por su tamaño y peso podían transportarse fácilmente entre los pliegues de una manga, y su apego al amo les inducía a permanecer quietos bajo la ropa de cama, calentándole los pies como si de bolsas de agua caliente se tratase. Muchos de los Toys actuales adoran arrebujarse en un lugar mullido y abrigado y dejar pasar el tiempo sin moverse, reflejando su utilidad original.
Algunos criadores fueron más lejos y crearon variedades también calvas, como el Perro sin pelo de China o Perro Crestado Chino, por ejemplo. La calvicie había surgido espontáneamente a causa de una mutación genética, pero los criadores chinos seleccionaron todos los ejemplares afectados para criar, porque la piel desnuda transmite mejor y más rápidamente el calor que la recubierta de pelo.
De hecho, el afeitado tradicional del Löwchen, que no es un perro desnudo, cumplía el propósito de dejar desnudas ciertas partes de su cuerpo para incrementar la transmisión de calor.
Hasta hace poco, los perros miniatura eran privativos de la nobleza y las cosas reales. El Chin, por ejemplo, estuvo asociado a la casa real japonesa; el Pequinés, a la corte China; el King Charles Spaniel, a la familia real británica; el Bichón, el Maltés y el Boloñés, a diferentes casas reales Europeas, por citar sólo algunos ejemplos.
Aun con su tamaño original, antes de convertirse en animal de compañía, el Perro sin pelo de China custodiaba los tesoros imperiales. Hasta hace poco, la carne de este perro se consideraba un bocado exquisito, y esto, unido a la política antimascotas del régimen comunista, provocó la desaparición de la raza en su país de origen. Afortunadamente, no obstante, la raza era apreciada también en otras partes del mundo, y gracias a ello no se extinguió ni es probable que se extinga en el futuro.
Tipos de “Toy”
Además de la talla, los Toy comparten un pasado como perros de compañía. Ninguno fue creado para trabajar, a no ser como acompañante, normalmente de damas acomodadas que pasaban la mayor parte del tiempo en casa. Por eso se les conoce como “perritos falderos”, y de ahí procede también el nombre del grupo, Toy, que en inglés significa “Juguete”.
Algunos Toy se clasifican, en las exposiciones y concursos de belleza canina, junto con sus correspondientes variedades estándar. En Estados Unidos, por ejemplo, el Manchester Terrier Miniatura se incluye dentro del grupo de los Terriers y no de las variedades Toy. El Caniche Toy, por su parte, se engloba siempre junto con los otros Caniches en el grupo de los perros de compañía.
Debido a su tamaño, los Toy son muy populares como mascota, sobre todo en la ciudad, ya que su tamaño y su temperamento les permiten vivir felices en su piso. El nervio y el coraje de muchos de ellos les convierten en buenos guardianes, o al menos en eficaces alarmas antirrobo.
Uno de sus principales inconvenientes es el manto, en muchos casos de difícil mantenimiento. Criados expresamente como perros de lujo de las clases altas, que disponían de tiempo para acicalar a sus mascotas y sobre todo de dinero con que pagar a quien lo hiciese por ellos, nunca se consideró la dificultad de mantenimiento como un problema.
No obstante, hasta los Toy sin pelo dan mucho trabajo hoy en día a los propietarios, ya que su piel sin pelo es más propensa a padecer quemaduras solares y reacciones alérgicas, y es preciso cuidarla y protegerla.
Los “Toy” Como Mascota
Como fueron criados expresamente con ese fin, resultan perros de compañía ideales. Necesitan mucho tiempo y atención por parte de sus propietarios y con frecuencia les molesta mucho que los dejen solos, aunque sea por poco tiempo. Normalmente no necesitan hacer un ejercicio físico muy intenso, aunque suelen estar llenos de energía.
A pesar de su aspecto frágil, no son muñecas de porcelana que se rompan sólo con mirarlas. No obstante, y a pesar de su nombre, tampoco son juguetes, y no se debe permitir a los niños que los traen como si lo fueran. Para un niño pequeño, el diminuto Chihuahua es un muñeco, pero si lo tomase en sus brazos y se le cayese, podría causarle muy serias lesiones.
Los niños no suelen ser demasiado cuidadosos, y con la excitación del juego pueden pisarlos, pellizcarles o clavarles los dedos, provocándoles mucho dolor y tal vez lesionándolos gravemente. Por este motivo, si tiene hijos pequeños y una variedad Toy en casa, debe aleccionar a los niños para que traten al perro con respeto y delicadeza, y lo manipulen de forma segura y correcta.
Los Toy suelen ser muy leales y sentir tal apego por sus amos que se vuelven posesivos. No obstante, una correcta socialización que incluya bastante contacto con otras personas y animales ayuda a prevenir en gran medida el problema de los celos.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
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