Erik Farina año 1994 |
La Comida como parte del Adiestramiento
La comida es una parte muy importante
en el adiestramiento de tu cachorro. Has podido ver cuán pronto tu
cachorro familiariza con su nombre y le enseña que existe una
recompensa que le espera cuando responde a la llamada. La golosina
utilizada como recompensa en el adiestramiento es asimismo parte de
la alimentación general del cachorro para exigir su obediencia.
Adiestrar al perro a aceptar ruidos intensos al objeto de que no
muestre temor ante el sonido de un trueno, o los fuegos artificiales
o los petardos, puede asimismo llevarse acabo durante el periodo de
alimentación.
Yo comienzo por enseñar a los
cachorros que ignoren los ruidos de los petardos durante los momentos
en que están comiendo. Así, los cachorros hambrientos se hallan tan
absorbidos por el proceso de engullir la máxima cantidad de
alimentos posibles en el espacio de tiempo más breve, sobre todo
cuando se encuentran junto a otros compañeros de camada, que
muestran gran tendencia a olvidarse de todo aquello, incluido el
ruido, que puede distraerlos de su propósito principal.
Lo mejor que puede hacerse, es
aprovecharse de esta absorción del cachorro mientras come para
realizar los sonidos fuertes, con cohetes o petardos en el exterior a
una cierta distancia del punto en que se encuentran los cachorros.
Ahora bien, aun cuando el ruido probablemente ni siquiera es
observado por los cachorros entregados de lleno a comer, no le pasa
desapercibido a su subconsciente. Con ello resulta posible ir
acercándose gradualmente con los ruidos a los cachorros en cada una
de las tomas de comida, hasta llegar a situarse inmediatamente encima
de ellos, y se hace estallar un petardo sin que de muestras de
alteración alguna.
De esta forma se habrán acostumbrado
los cachorros al ruido y sabrán, cuando ya tengan una percepción
plena de tal circunstancia, que no encierra nada de lo que deban
sentir temor. Vale realmente la pena adiestrar todos los cachorros de
forma que no sientan miedo ante sonidos agudos y ruidos fuertes.
No es necesario valerse de petardos o
cohetes, para conseguir este propósito, basta, simplemente, con
utilizar la tapadera de un cubo grande de metal, como los de la
basura, o el de una olla muy grande, y cuando los cachorros se
encuentren totalmente absortos comiendo, dejarla caer al suelo o
golpearla con una barra de hierro a una corta distancia del punto que
se encuentran.
Gradualmente, se acercarán más, hasta
que pueda golpear o dejar caer al suelo la tapadera inmediatamente
detrás de ellos sin que el ruido les moleste en lo más mínimo.
Esto lo puede hacer si usted tiene solo un cachorro igualmente,
reduzca la intensidad del ruido hasta comprobar que ha desarrollado
una tolerancia al ruido. Después, las tormentas, los truenos, los
petardos, los fuegos artificiales y otros ruidos de carácter
repentino encontrarán a los perros con ánimo firme y sin temor.
Incluso nuestros propios periodos de
comida, o sea los que seguimos los humanos, pueden aprovecharse
ventajosamente como ayuda para adiestrar al cachorro. Jamas dará a
su cachorro algo de la comida de su mesa mientras estas comiendo,
pues ello lo convertirá en una molestia y pedirá continuamente
comida, babeando desagradablemente mientras piensa en alcanzar su
deseo.
Elija un punto específico para su
perro durante las comidas de usted, y haga que coincida con la toma
de comida de su cachorro, póngale su plato de comida en ese punto
mientras usted come también. Siempre a una cierta distancia de la
mesa donde come usted. Enséñale a permanecer allí mientras come
usted, o comenta mas personas en la mesa, y que no moleste, tiene que
tener su comida, si la termina, puede dejarle un asta de ciervo o
hueso duro para que siga entretenido mientras ustedes comen. Y debe
estar entretenido con su hueso o asta de ciervo, y esperar hasta que
ustedes terminen, una vez terminen debe quitarle el hueso o la asta
de ciervo y guardarla en un cajón, hasta la siguiente toma de comida
que necesite. Siempre se tiene que mantener el deseo del cachorro de
tener ese hueso o asta u otra cosa que usted vea conveniente, tiene
que tener cuatro diferentes, para cambiárselo en cada toma, para que
no se repita en cada una hasta el día siguiente.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
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